En un parque de la ciudad esta Juanchi, de unos treinta, en
un banco con dos hombres de traje, iguales, sentados a cada uno de sus lados.
Sebastián tardó treinta minutos en llegar ahí desde el restaurante, ya paró el
auto y está quince pasos de ellos.
Llega. Le habla a los hermanos:
-Déjennos solos, pero quédense
cerca.
Empieza a hablar con Juanchi:
-Juanchi, Juanchi… En verdad creíste
que te me ibas a escapar tan fácilmente.
La víctima intenta defenderse.
-No por favor no gastes saliva. Quien te crees que eres tú para venir a tratar de robarme a mí.
-Jefe yo no le robe nada.
-Ah no! Y tus últimos tres pagos, donde
están? Porque yo no los tengo.
-Jefe se los iba a dar se lo juro.
-Bueno dámelos.
-Ahora no lo tengo.
-Que casualidad no. Puta que eres ingrato. Mírate! Estás completo, pertenecías al primer grupo, y tenías una de las
mejores esquinas y que hiciste, me traicionaste…Esta me la pagas.
-Jefe es que con la plata que estaba ganando,
pude invertir en unas cosas y ahorrando, se me presento una oportunidad para
montar un kiosco y…
-Pero que bonito, un kiosco. Y un kiosco te
da tanto como la esquina donde te puse?
-No, pero es una oportunidad para salir de la
calle.
-Si es verdad, pero yo te pregunto, Cómo
pensabas pagar tu deuda?
-Bueno, poco a poco yo iba a , bueno… usted
sabe… cada mes… con un porcentaje…
-Te ibas a hacer el loco. Ingrato!
-No! Jefe yo…
-Cuando llegaste a mi no tenias ni camisa.
Mírate ahora hasta zapatos nuevos.
-Yo trabajé mucho.
-Si pero quien te dio trabajo.
Espera unos segundos para tranquilizarse, y
se toma un momento para detallar a Juanchi y lo compara con la primera vez que
lo vio. Nada que ver. Está todo en los zapatos.
-Lo siento vivito, pera esta no la puedo
dejar pasar, si tu te me vas, se me van todos y entonces reinaría el caos.
-Jefe, yo vuelvo, se lo juro.
-No juanchi, no con zapatos nuevos.
Sebastián se para y le hace señas a los
hermanos Gutiérrez, para que se acerquen. Estos se acercan y Sebastián les dice
en susurro, "déjenlo ahí sentado por dos días sin agua y sin comida,
después no sé que voy hacer, pero vayan considerando un tiro a la cabeza",
ninguno dice nada, solo van a tomar sus respectivas posiciones. Juanchi
inútilmente grita y suplica.
Ahora está el jefe con su hombre sentado en
el auto y pensativo con la mirada fija en el taxi con patente JFA-729 que no
esta viendo, le dice a su compañero: "Demos una vuelta por el corral que se
me están alborotando las gallinas".
Ismael Castillos está en su computadora
revisando los números del cuatrimestre pasado y nota ciertas anomalías en el
departamento de contabilidad, o por lo menos ahí cree que está. Nota que hay un
poco menos de ganancia, cuando no se han incrementado los gastos y el negocia
ha aumentado. Ingresa a los datos individuales de cada empleado y revisa la
cantidad de dinero que cada empleado reviso en los últimos años. Algo no anda
bien con el empleado 214. Le dice a su secretaria que lo comunique con ese
departamento y a continuación le dice al encargado que despida al empleado 214.
No hay comentarios:
Publicar un comentario