Max Der Ring
(nacido Von Hausen) se alejó de la carrera militar al ver un cuerpo
mutilado y esparcido en un campo frondoso, la visión de
la sangre sobre el verde, la piel mezclada con la tela del uniforme,
los huesos a la vista sobre las flores de diente de león, lo
iniciaron en el camino de la incertidumbre y de ahí el efecto
inevitable de la búsqueda.
Esta imagen se dio en las laderas del río Aisne dónde, el para entonces Comandante Von Hausen, ordenó una retirada. Experto militar no era ajeno a la muerte y a la sangre, pero algo captó su ser en ese momento que antes, tenía vedado.
Nuestro soldado dejó
el ejército al instante, cierto rango y acomodo familiar lo dejaron
ir después de una bien servida carrera militar. No muchos días
después comenzó su búsqueda y sus viajes.
El soldado y
explorador visitó templos, habló con maestros, siguió rituales,
probó plantas y animales, experimentó con lenguajes, y se entregó por completo
y absolutamente a su inquietud. En medio de eso, conoció a los Kula
Lumaya.
Der Ring siguió los pasos de los Kula Lumaya lo más que pudo. Conoció las cuatro lineas energéticas del mar, hizo los ritos del atardecer y siguió los ejercicios físicos. Se sabe que estos ritos organizaron su búsqueda, y delinearon su día a día, el hombre había podido al fin perdonarse ser parte de la escena macabra que lo seguía todos los días, no la había olvidado, se había reconciliado con ella.
Cuando Der Ring
llegó a su casa después de diez años de viaje, con el bigote
afeitado y un físico embellecido, muchos se sorprendieron que a su edad y con tanta lucidez decidiera volver a los estudios, y más aún emprender una carrera
como letras, y más todavía que fuera para seguir los caminos de la poesía, ya que todos
pensaron al verlo que sería un maestro espiritual, así de cambiado
estaba.
Igualmente el hombre, aunque sumergido en la ciencia del lenguaje, no
pudo escapar al misticismo. Max Der Ring cuenta en el prólogo de
su primer libro de poemas: " El hombre, ya sea soldado, artesano
o vagabundo, vive bajo el yugo de todo aquello que lo conoce." y
más adelante, " ... en que no entendemos el Diente de León
está la clave ". Muchos lo criticaron por su secretismo en esta
época de retorno, aunque a veces hablaba bastante sin repetirse,
una vez dijo el explorador a uno de sus colaboradores: "Los Kula
Lumaya hablaban de "La suprema prueba para entrar en el
conocimiento", está prueba consistía en un diálogo, el
maestro le decía al posible aprendiz: "Sabes tan poco, que ni
siquiera puedes hacer la pregunta adecuada para comenzar a aprender",
entonces el maestro medía la actitud y la reacción del posible
aprendiz, y en base a esta, decidía si lo iniciaba o no en los
caminos de la sabiduría. No existía respuesta correcta o modelo de
respuesta, variaba de candidato en candidato, ya que los Kula Lumaya
no creían en una historia única o un criterio igualitario, cada
candidato se media contra sí mismo, y cada maestro enseñaba de
acuerdo a su pupilo."
Nuestro explorador y autor vivió escribiendo libros olvidados, trabajó como asesor en distintas áreas, manejó los bienes familiares, llevó una vida sin sobresaltos, conoció mujeres, era conocido por su sentido del humor en círculos pequeños, cuidó siempre su alimentación y su cuerpo.
Max Der Ring
murió atropellado por un auto. Iba saliendo de su casa en la campiña
a buscar una botella de vino. El conductor del auto dice que el
hombre venía por el medio de la ruta, la autopsia reveló altos
niveles de alcohol en la sangre de la víctima. Sus admiradores lo
defienden siempre con la misma frase, "Si, iba alcoholizado,
pero iba en bicicleta".
Su vida en estos momentos es importante por su legado. La organización Diente de León, que desde hace años aterroriza el mercado comercial con sus hurtos, destrozos y secuestros, llena los sitios públicos de pornografía y llama constantemente a la revuelta social, dícese llamarse así por Max Der Ring.