Romper.


Despacio. Ahora caminar es lo suyo. Otros fueron los tiempos de la efectividad. Ahora camina. Tiene que pagar las cuentas y se va por la playa, con el perro, que va saltando y persiguiendo las gaviotas, un perro grande y peludo, y negro. El perro está todo sucio, a él le encanta. Él también está muy sucio, antes estaba limpio, muy limpio, su mujer le lavaba y planchaba la ropa, y cambiaba las sábanas de la cama y lavaba los platos. Y ahora extraña a su mujer pero no extraña lo limpio. Lo limpio no le importa, pero si extraña a su mujer. Va caminando, ya no tiene tiempo para ser delgado, pero si ha bajado de peso. Se está cocinando, cosas simples, compra milanesas hechas, o bifes de carne, se hace salsas para comer con fideos, ha hecho dos guisos, los dos de lentejas, y le han salido bastante bien. Dejó las gaseosas y la cerveza, toma vino. Sigue caminando. Le preocupa un poco su hijo, no su hija, su hija es fuerte y es mujer, pero su hijo es débil y es hombre, le preocupa que finalmente pierda el control, que ceda frente a la presión. Mucha presión, siempre lo pensó. Él sabía que cuando actuaba mal era por la presión, sabía que podía cambiarlo, pero no lo hacia, demasiada presión como para cambiar curso. Por eso salió cuando pudo, cuando se liberó todo un poco, todo más suelto, todo un poco más libre. Lo piensa, y lo sabe. Cuando el envase se rompe se libera el contenido. En eso piensa ahora, mientras camina por la playa y piensa en el pasado, piensa en que hay que romper el envase para liberar el contenido.  

Vickvaporub

- El vickvaporub me recuerda a mi casa, a mi cama cuando era pequeño, a la seguridad de mi hogar.
- Por eso te lo comes?
- No, me lo como porque estoy loco.

Pienso en mi.


No son dos los que hablan, soy yo que me digo, y soy yo quién acepta. Cómo puede ser esto. Cual es el desdoblamiento macabro que ocurre dentro mío. Cómo hay dos en el lugar en el que solo puede haber uno. Son todos dos, cómo serán los otros. Sé que hay dos, no sé quién de los dos es quién, y peor aún, no sé cual de los dos soy yo. Esta batalla es horrible, y solo recientemente pude encontrar manera de identificar uno de mis yo, y es que uno es ofensivo y productivo, el otro yo sufre esto, y así reconozco uno del otro, porque lo reconozco en el sufrimiento, la característica productiva de mi yo ofensivo no le permite la reflexión, por lo tanto no hay sentimientos. Lo que ocurre es que ese yo, el productivo, con el aliento adecuado por parte de la realidad, baja la guardia, y ahí en la falta de productividad se encuentra en control el yo reflexivo que detiene por completo al yo activo, porque su carácter estacionario no le permite generar nada, pero en la reflexión se recuerda de las cosas que hizo el yo ofensivo y se siente mal, y así hasta que este sentirse mal deja un espacio en el que el yo ofensivo logra generar algo, lo que sea y toma el control. Así todos mis días. A veces uno de los dos yo logra control por un largo periodo de tiempo, en una de esa veces el yo ofensivo escribió una novela, en otra el reflexivo me hizo leer a Perec. Estas personalidades exceden lo literario, el ofensivo me hizo adicto a la entraña jugosa y al vino de damajuana, el pasivo perdió diez kilos y aprendió a surfar. Esta batalla algún día tiene que terminar, no lo ha hecho hasta el momento, porque aquello que alienta el cambio, aquello que no deja que resurja un yo sin conflicto, es el miedo. Pero el miedo es escurridizo, es tramposo, es mágico, se esconde tras capas, todas diferentes, que mutan, como el miedo mismo, por eso para atacar al miedo hay que ser un estratega, un matemático más que un lingüista, y tener por supuesto espacio para la improvisación, para la poesía, el principio de incertidumbre de toda ecuación real. Mientras escribo esto no sé cual de mis dos yo está en control, algo de mí me dice que el reflexivo puede estar mutando y convirtiéndose en un hacedor de reflexión, pero el hacedor no es de fiar, puede hacerte creer cualquier cosa con tal de estar haciendo.   

Tres tiros en la cabeza.


No quisiera con esta historia violenta asustar a mis muy apreciados clientes, pero se me hace muy difícil no contar la historia de Leónidas y sus tres tiros en la cabeza. Bien sé que los compradores de libros son comunes, pero los enfermos de los libros no lo son, que ya cuando alguien se para en la mesa y sabe mucho más del común te enfrentas a un especialista de algún tipo, y ya cuando se ve que alguien conoce mucho más pero no se jacta de mostrarlo, estás frente a un enfermo de los libros. Acá hablo de enfermedad no como la condición que daña al prójimo con respecto a una salud, sino como algo que lo encierra en una salud sin dejarlo ver el resto. Visiones sobre la salud y la enfermedad hay muchas, mejor no entrar en ese tema. Leónidas era un conocido maleante de la zona, se le atribuían cuatro muertos, dos justificados. Su muerte a nadie sorprendió, y los sospechosos del común son dos o tres. Tres tiros le dieron y lo echaron en una zanja del monte, cerca de la ruta. Rumores y policiales que tienen que ver conmigo y mi mesa de libros por el carácter de enfermo por los libros que sufría tan placenteramente Leónidas, me atrevo a decir sin ninguna duda, mi mejor cliente. Acá como la salud y la enfermedad podríamos debatir por páginas sobre lo que significa educación y violencia y los tratos que la sociedad asigna a sus conceptos, pero también es muy largo y no es el tema en cuestión. Se me hace difícil no contar la historia de Leónidas porque su muerte me crea un conflicto real del día a día, su muerte ha afectado mi economía. Esta situación de desconcierto me lleva al papel y a la historia. La historia es la siguiente: a Leónidas lo levantan de su rancho de madera a eso de las dos de la mañana con la excusa de completar una compra de droga, aunque enemigos en distintas ocasiones con el chofer , único ocupante del vehículo y arquitecto del trato, Leónidas no se podía permitir dejarlo pasar por motivos económicos, inteligente el arquitecto que sabe los caminos de la avaricia, una vez en el auto se dirigen hacía el próximo pueblo, noche veraniega, vidrios abajo, algo de música, el conductor se detiene al costado de la ruta de manera casi abrupta pero no sobresaltada, y esgrima la historia de las ganas de mear, antes aún de que el auto se detenga por completo, el socio del arquitecto y ahora también nuevo barón de la droga, le da el primer tiro a Leónidas en la cabeza, por todo lo que estaba pasando el tiro fue mortal pero no fulminante, acá abren la puerta y tiran el cuerpo a fuera del camino dónde el hombre es liquidado. Sí, es una historia simple y sin sorpresas. Me siento un poco vil al contarla, no porque me entristezca su muerte, sino porque he perdido a mi mejor cliente. Qué dice eso de la vida? de las relaciones? de los conceptos? Un conocido criminal y lector insaciable es asesinado, sin familia y sin amigos es recordado en esta infame elegía por su librero, que va a extrañar su dinero.   

La Muchacha y su bicicleta.


La Muchacha salió de su casa en bicicleta. Agarró por el camino de tierra hacia el almacén para ir a comprar un par de chorizos. Hoy hacía refrito de garbanzos. Su perro la miró desde la tranquera, ella lo dejó encerrado, no quería que la siguieran, no quería ir con nadie, quería ir sola con su bicicleta. El vestido de flores ondulando suelto, a veces el viento se lo levanta y se le ven los muslos, fuertes y regordetes, también lleva el pelo suelto y el viento ahí también hace de las suyas entre los rulos. Sola. El sol le empieza a calentar la cabeza, el cuello genera una ligera transpiración. Que lindo es salir sola. Le encanta salir sola en su bicicleta, y entonces piensa, "es muy lindo estar sola y pasear en mi bicicleta, mira que bici me compré, está hermosa y es tan nueva y tan cómoda, y me la compré yo, con mi dinero, con mi trabajo, quiero andar más, quiero ir un poco más lejos, que cerca que está este almacén".  La muchacha llegó a la costanera, vio la espuma de las olas, sintió el olor del mar y sus pulmones se llenaron de plenitud, se empezó a reír y le encantó hacerlo y pensó, "Que lindo reírse y que nadie te pregunte por qué". Entonces la muchacha llegó hasta el almacén, pero no paró, siguió, y se fue a comprar los chorizos a otro lado, a un lugar más lejos.    

Horus el Visionario.

     Yo vivo de la confusión. Todo el mundo está equivocado, y eso es lucrativo. Las personas viven tan dentro de la confusión, que de la única manera que se les puede llegar, es engañándolas. Por supuesto es dura la tarea de aquel que tiene que revelar la verdad, ya que su mejor herramienta, es la mentira, paradójico y frustrante. Son muchos los héroes que necesitan encubrir su hacer para desarrollar su talento, pero de todos los que conozco, el más extraordinario es Horus el Visionario. Yo tengo una tienda de disfraces, y la mayoría de mis clientes no vienen a buscar diversión, vienen a buscar implementos de trabajo.
     Si, claro está que Halloween cierra los números del año, pero es el día a día del trabajo común del engaño lo que mantiene el negocio a flote. Los conozco a todos, falsos policías, bomberos, maestras, delincuentes, vagabundos, muchas veces vivos y triquiñuelos, pero otras tantas, personas que pueden ver otra verdad y se ven condenadas a la mentira. Cómo dije antes, Horus el Visionario es el mejor ejemplo de ellos.
     He aquí un hombre que verdaderamente puede ver el futuro. Horus toma tu mano, te mira los ojos y con la celeridad y la firmeza de un hombre de verdad, te puede revelar las más intrincadas ramas de tu futuro. Una herramienta valiosa pensará usted, si, pero también una maldición. El poder de Horus solo funciona bajo una presión absoluta de mentiras. Por todos los medios ha intentado acceder a sus visiones en la presencia de un ambiente verdadero, pero por algún capricho del mismo dador de sus poderes, no se le da. Así que Horus tiene que recurrir al engaño y la mentira para ejercer de mensajero, mientras otros vienen a mí por decisión para conseguir una meta, Horus viene a cumplir su condena. Yo le proveo con batas de colores, sombreros puntiagudos, estrellas plásticas y varas plásticas que parecen de madera. A veces Horus prefiere un look de época, y es vestido con las mejores réplicas de los mejores trajes del pasado. A veces el mercado lo lleva a una cultura en particular. Así accede a su visión como Merlin, como Visionario de los años veinte o como un Jefe Indio, y nunca falta el muy popular Gurú. Pero los trajes no son suficientes. Horus debe promocionarse dentro de la mentira y con la mentira para que sus visiones sean certeras. Así que se anuncia entre los ladrones, los aprovechadores y los inescrupulosos, sus volantes cuelgan de los postes de luz más olvidados, y sus anuncios aparecen en los diarios más amarillentos. Pocos saben que esa visión que recogieron de un Merlin en una plaza, por unas cuantas monedas, es tan acertada como el presente mismo.
     No son pocos como Horus los que pasan por acá buscando la manera de mostrar su verdad, pero de todos, es el destino de Horus el que me parece más traumático.
     Pocos se pueden imaginar el sufrimiento del clarividente.

El Águila.

- Y El Águila?
- El Águila de la costa vive en conflicto; su instinto de sol y distancia, le hace ver el mar como un reto, pero su sabiduría milimétrica le impide emprender una batalla que sabe perdida. El Águila de la montaña vive centrada y en balance; su condición le permite acceder a cualquier distancia propuesta.  

Samuel Schuberstein y Johann Sebastian Bach.

Samuel Schuberstein era un fanático irremediable de la obra de Johann Sebastian Bach. Cuando lo mencionaba en reuniones sociales, sus ojos mostraban una alegría inconmensurable que sus conocidos celebraban, porque por supuesto, era contagiosa. El conocido minimalista escapaba de su disciplina y se explayaba sobre la obra del conocido compositor. Sus manos se volvían elocuentes, su voz levantaba tono, sus ademanes eran más sueltos. El autor, hasta se daba el lujo de incurrir en el misticismo. Siempre llegaba a la conclusión de que el poder de Bach era la intuición, y su validez absoluta, que era un camino concreto, acá, se borraban todas las lineas, el proceso de hombre como tal era todo para el autor, un desarrollo intuitivo y lineal era ambos, respuesta y método, y su encuentro podría ser transmitido con el lenguaje correcto, de ahí, su búsqueda. Incontables noches Schuberstein se pasó escuchando los "vertiginosos acantilados sucesivos" tan frecuentes en la obra de Bach. El autor nunca escribió nada sobre el músico, los conocedores de la obra de Schuberstein lo entienden perfectamente.

Algunos ejemplos de los cuadernos de Samuel Schuberstein. 

conectadísimo

en un momento la fluidez es tal que te abandonas a la idea de lo que está pasando, la música, la información, la interacción, se te ocurre una idea desde ahí y para ahí, entonces, dónde termino yo y comienza la web, la simbiosis instantánea de la multiplicación en cadena, la educación de la psique y el respaldo directo que me ofrece la posibilidad de buscar que la psique es "Conjunto de procesos conscientes e inconscientes propios de la mente humana, en oposición a los que son puramente orgánicos" que me permite continuar mi texto con la seguridad de que mi pensamiento, por más avanzado o retrasado que sea con respecto a otro, es lineal y lógico y por lo tanto está bien, y continúo, con otro ímpetu, acompañado clarividentemente por un cambio de ritmo de la música, apoyada en un beat rápido y seguro, me permito cosas como duro, soledad, espacio, movimiento, rapidez, fuerza, belleza, intención colectiva, te escucho, tu voz es clara y fuerte, la dejaste para mí, y no está desperdiciada, así, con la atención puesta en el movimiento de lo que ocurre, veo por la ventana, los árboles en la tierra, sus raíces, y el viento, escucha el grito sagrado del espíritu de la tierra que habla de movimiento y en espiral, la implosión, el caracol es baba dentro de la forma perfecta, y eso es todo, materia que se chorrea de la perfección, claro que si te detienes a pensar y te cuestionas la fluidez, todo desaparece 

Hoy


     Se me pasó el despertador, a mi mujer también. Empezamos los mates con una hora de retraso, tranquilos igual, yo anoche escribí bastante así que no me hago problemas, ella todavía tiene un par de horas para ir al trabajo. Ninguno se hace problemas. Pongo a calentar el agua mientras arreglo un par de cosas y enciendo la computadora. Queda budín del que hicimos anoche. Mate, budín, casero, noticias. El mar está negro. El cielo gris. Internet dice que va llover; yo hoy afuera tengo que correr y tengo que buscar leña. Estoy sin leña. Para hoy tengo. Salgo a correr primero, después busco leña. Nunca me gustó correr, lo mío siempre fue el agua y saltar la cuerda, mucha bici también. Pero tengo un amigo al que le va bien en la vida, y el corre, y no ha más que recomendármelo, cedí. Hay que ceder. Mi perra siempre conmigo, marca el paso. Camino de tierra, acacias florecidas. De ida voy viendo el monte, los pájaros, los árboles, de vuelta el mar, hoy negro. El cielo sigue amenazante. Hago siete kilómetros, tranquilo porque tengo que guardar energía para la leña, mi perra entiende, me acompaña siempre. Vuelvo a casa, me pongo el sobretodo, agarro el carro, el hacha. Al monte. Decido explorar un nuevo lugar. Mi perra siempre a mi lado. Encuentro un rastro de ramitas, lo sigo, alguien ha estado sacando árboles grandes, las ramas medianas quedan atrás, para mí que ando sin motosierra, es perfecto. Hacho. Recolecto. Acomodo en el carro. Repito. De pronto, hacia la ruta, escucho a mi perra llorar, suelto al hacha y voy corriendo, grito su nombre, no viene, la escucho quejarse de nuevo, la llamo de nuevo, nada. Llego a la ruta, viene corriendo hacia mi, un vecino pasó con sus perros y se agarraron un poco, me explica el paisano, la reviso, está bien. El hombre se hace responsable "esta la agarró fuerte, pero estaban jugando", contesto, "no hay problema", el vecino quiere dejar en claro que nada ha pasado, y pregunta, "monteando?", acepto y contesto, "monteando, leña siempre falta y todavía queda frio", contesta, "queda si , queda ", y termina de sellar la fraternidad, "este monte es bueno, mucho para sacar ahí, no agarre del eucalipto de allí que no enciende, no es de la variedad de aquella, que si enciende", vuelvo al trabajo, "gracias, que tenga buen día, nos vemos a la vuelta", y el se despide, "nos vemos". Vuelvo a casa con el carro lleno, me doy un baño caliente, apronto el mate, me armo un cigarro de marihuana y escribo esto, mientras espero que mis amigos de Alemania lleguen de Brasil.  

Metempsicosis

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metempsicosis, is from the greek, translate of the soul, los mismos ojos... pensó el señor Bloom, lo que me gusta, es la nada, pero me siento mal, estoy viviendo con un extraño, que fea sensación, la sensación de que el tiempo pasó en vano de que a pesar de todos los años no nos conocemos, no tienes idea, pero no reincarnation, eso piensa Bloom, que vivimos de cuerpo en cuerpo, que algunos hasta recuerdan, y después vuelve, metempsicosis y da un ejemplo de la cama, y piensa té antes que la leche, tres y seis, no sé, quién lee el Ulises, nadie, yo lo escucho, repite metempsicosis, y dice que algunos se podían pasar a un animal o un árbol y ahí Molly dice, huele a quemado, y si el señor Bloom había dejado algo en el fuego, un riñón, nada grave igual se le quemó un poco, nada más, con su té y su riñón, que desayuno glorioso que se come ese señor, pero qué mal que está de la cabeza, parece que está en otro lado, haciendo otra cosa, yo esta mañana me comí un desayuno excelente, también estaba en otro lado, ahora mismo estoy escribiendo esto y escuchando el Ulises y Bloom piensa en una carta, daydreaming le dicen, multitasking, capaz de hacer varias cosas al mismo tiempo, todas salen mal, pero bueno, uno las hace igual, lástima la voz, tenía a este hombre con otra voz, pero está muy bueno el tiempo, la teatralidad le da otra cosa, hombres con mujer pensando en otras mujeres, o no, simplemente pensando en lo poco que saben de la suya, la que tienen al lado, friend of the family, those girls those girls those lovely sea side girls, por qué nuestra cabeza tiene que gastar tanto tiempo en la pareja, qué tiempo perdido, qué estupidez, y la suerte de no tener niños, tal vez Joyce lo sabía, si el personaje tiene niños, está muerto, a menos por supuesto que sea un hijo de puta, he stood up, y siempre el gato en la cocina, me pregunto por qué un gato y no un perro, me imagino que siempre es más fácil tener un gato, mientras no sea Archuleto, el gato de un amigo, un gato malo malo, lindo el hijo de puta, pero malo, cuando era chiquito y me quedaba a dormir borracho en lo de mi amigo el Archuleto me mordía la cara toda la noche, la última vez que lo vi me mordió los pies, malo el Archuleto, lindo, gordo, precioso la verdad, pero malo, where is my hat by the way, funny I don´t remember that, todos los hombres perdemos el sombrero en algún momento, mi mujer se hace un té y no me ofrece, a lo mejor es lo mejor, que pensará esa persona, no tengo idea, el señor bloom sale de su casa, como todos, no somos nada, cambiables, nada más indispensable que un hombre, life must be so, need certainly, me da un poco de asco lo que hago, apoyado de algo, pero por dentro, es la idea no, mostrar lo de adentro, mostrar la imagen que tengo adentro, ser lo más especifico posible, lo que pienso, lo que se piensa, cómo se piensa, pero nadie sabe, nos intentamos poner de acuerdo, se pierde mucho en la traducción, siempre, poetical idea, siempre, y un funeral, y las campanas, la muerte y el sonido, mi mujer me ofrece té, la muerte y el sonido, le digo que sí, siempre mejor decir que sí, el sí no es confuso, el no siempre trae una pregunta detrás, una conclusión, es un posible problema, el sí continua con lo que viene y todavía te deja tiempo de no hacer nada, justo ayer vi Yes de Jim Carrey, película mediocre, tiene sus momentos, pero no pasa nada, el señor Bloom, termina saliendo de la casa, un funeral y un hombre tranquilo, como decía Mori Ogai: espectador, humor y ocio    

El Acantilado.

     Solo una vez que renuncié a todo, me encuentro haciendo exactamente lo que quiero. Misterioso comienzo, este que habla de una renuncia total y menciona el cumplimiento de un sueño. Pero después de todo, qué es un sueño, un anhelo, quién puede contra el presente en información. El sueño de escribir frente al mar se cumple en una vereda, en el suelo, en el más humilde de los cuadernos y con la más gloriosa de las vistas. Ahora mismo, mi mirada en conflicto, el papel que satisface mi intelecto, el tintinear de mis adentros, y la costa, y más allá la inmensidad, que sabemos finita pero igual nos es inconmensurable. Ahora parece propicio mencionar el sol y que es invierno, varias capas cubren mi cuerpo, el sol calienta el piso en el que escribo, ansío el mediodía y el astro en su máxima expresión.
     Estoy en el punto más alto de este pequeño acantilado, que no corta la tierra como un capricho de algún Dios temperamental, sino que se deshace en pendientes que entregan posibilidades realizables, llaman a la exploración, permiten el disfrute. La calle en la que descansa mi pie derecho atraviesa el espolón, a mis espaldas la subida que aparece después de la curva pronunciada, hacia delante, otra curva, y derecho, la playa, no hasta el infinito, que el futuro de la visión se la dejo al agua, pero si varios kilómetros, suficientes para que la media luna de arena con sombra verde desaparezca en la linea final, que no marca ningún final, sino que anuncia un limite, sin moverte, este es tu mundo conocido, y a medida que lo hagas yo también lo haré.
     Así que finalmente me encuentro haciendo lo que quiero, me encuentro pleno, en una posición en la que nada cambiaría, no encuentro vergüenza, no encuentro obstaculización. Entonces si soy yo más que nunca, si de alguna manera encuentro mi ideal realizado, por qué hablo también de renuncia, por qué lo que no está encuentra también su razón de ser. Qué es del hombre que todo con respecto a él parece estar medido en carga y fuerza, en la medida misma, en el marco, en la figura, en la meta. Hasta en este momento de encuentro sublime, eso mismo parece ser la celebración. Disfruto lo que veo, pero la importancia misma del momento parece estar dada, por sobre todas las cosas por un acomodamiento de las piezas. Lo que siento y me completa, es la armonía.
     Nada adquirimos en vano, no hay cosa que pase por nuestro cuerpo o nuestra mente, tan liviano como para no existir, y todo lo que existe tiene historia y aunque la historia es una, el recuento es una visión, las visiones son infinitas. Aquel que cree que su historia es una e indivisible, es un incapacitado de los sentidos y la razón. Así que no es la eliminación de las visiones que me han cruzado lo que me da un encuentro con la imagen al final del pasillo, es un ajuste y una organización de sus indiscutibles determinaciones, de sus poderosas formaciones, de su innegable existencia.
     Son lamentablemente cortos los periodos de absoluta armonía. No hay más que pensar en un cuadro o una canción. Son muchos elementos, espacio, tiempo y dimensión. De apoco se esfuma el estado de plenitud, otra visión avanza, alguna represa cede ante la fuerza, la construcción que permitió un momento de plenitud absoluto, de armonía, cede, porque el movimiento de la vida, el cambio de las variables, los otros, no permiten la estructura absoluta, aquella que esté libre de imperfección y se modifique acorde la variable.
     Miro el mar. Miro el cielo.
     El infinito es un concepto que aprendí.

La muerte del tercer estado.

     Al principio fue un poco difícil, pero solo un poco, con el tiempo, y poco tiempo, no solo me acostumbré sino que encontré que estaba infinitamente mejor, vivir solo, ha sido la mejor decisión que he tomado en vida.
     Encuentro dos motivos principales. En primer lugar fueron tantos los problemas que desaparecieron al no tener pareja que por mucho que me afectara la soledad una simple repasada a algunos de esos problemas me hacían apreciar la situación en la que me encontraba, tener que lidiar conmigo mismo me es infinitamente más fácil que tener que lidiar con otros. En segundo lugar, es tanta la presión actual que tengo frente a mi pareja, cómo comportarme, qué decir, cómo actuar, cómo complacer, presión por todos lados, tanta que tener una pareja ya no sólo acarrea los problemas comunes de convivencia, sino que requiere tal nivel de adiestramiento mental que francamente no vale la pena.
     Qué es vivir con otro después de todo, no estar solo y no tener que aguantar. Todas los posibles beneficios, económicos, sociales y sexuales, que podría llegar a tener una pareja, son esencialmente pequeños consuelos, pequeñas excusas que se crean para tapar los problemas que se crean económica, social y sexualmente.
     Desde que acepto mi soledad todo a florecido, mi carrera, mi espiritualidad, mi físico. Lo más difícil de todo el proceso fue llegar a la soledad misma. Primero la encontré estando en pareja. Vi claramente los recursos mentales y físicos que estaba desperdiciando en la nada, en ese tercer estado que se crea entre dos; la relación. Es cómo una tercer persona ficticia que se crea entre dos personas, y esa tercer persona es malcriada, posesiva, egoísta y fastidiosa. Una vez que pude identificar ese tercer estado y comencé a sacarle recursos la relación se empezó a venir abajo. Fueron meses de peleas, charlas, problemas, hasta que llegué a la inequívoca conclusión de que lo mejor, es estar sólo. Por suerte todavía no tengo hijos, porque los niños no son otra cosa que otorgarle vida y poder supremo a ese tercer estado. Durante este periodo de separación mi pareja me profesaba un gran amor. Pero esta palabra poco a poco ha ido perdiendo significado para mí, es más no significa nada. Para mí, ahora, hay atracción, después compromiso y después mantenimiento y aguante, nada más. El amor no es nada, no existe.
     Así que ahora estoy solo, me sobra el tiempo, mis pensamientos son claros y precisos, mi salud está mejor que nunca, me entretengo con lo que me gusta y cuando me gusta. El mundo no necesita niños, no le hago daño a nadie, internet me da casi todo lo que necesito, de vez en cuando me caliento y necesito tener sexo, y lo tengo, nada más. La soledad es la solución del hombre contemporáneo.
     Como hombre solo consumo mucho menos que la mitad de dos, así que es ecológico, como miembro de una familia unipersonal no me afectan el noventa y nueve por ciento de los problemas de la sociedad, y lo más importante no colaboro con la mayoría de los problemas que la aquejan, y lo que es todavía más importante, me siento un autentico revolucionario, ya que la sociedad ni siquiera contempla mi posición como validad, el hombre solo no aparece en ningún lado, lo cual me hace pensar que soy una traba para el sistema, y eso me gusta.
     El único problema real que tuve, pero lo solucioné muy simplemente, es que a veces siento una necesidad imperiosa de dar cariño, quiero dar cariño, y no encontraba dónde depositarlo, me hubiera gustado dárselo a extraños, pero los extraños no saben recibir cariño de un extraño. Lo solucioné con un perro, adopté un perro, que cuido y malcrío con la atención y la verdad que se merece un ser vivo.
     Soy feliz.

La verdad sobre Héctor.

La verdad, es que hay un Héctor bueno, y hay un Héctor malo, el malo está escribiendo esto y el bueno le está chupando la pija.

No hay vacío.

me gusta la lluvia porque llena el vacío
pero 
no
no hay vacío

Después de la lluvia.


Después de cada lluvia la playa es virgen. La arena nunca se empareja, nunca queda como el primer día, ese primer día en que la roca hecha polvo se acomodó bajo el agua y sobre el fuego. La arena no sabe emparejarse, pero si sabe borrar sus huellas. Cada cosa en su lugar, nunca como el principio, pero cada tanto como si no estuviera el hombre. Principio de todo y principio de cada vida, montado un ciclo menor en uno mayor, círculos cruzados, la materia es valiente, pero se rinde ante el ciclo, el tiempo es más poderoso que el espacio. Después de cada lluvia, se borran las huellas que el viento no pudo, el viento esparce, el agua moldea, la tierra y sus huellas, el fuego oculto. Todo es eterno menos la huella.   

"Ulises" de Joyce es fácil de leer.

   
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     El "Ulises" de Joyce es fácil de leer, pero esto no es lo que se escucha, escuchamos lo contrario.
     Basta sondear un poco en la bruma que generan alrededor de "Ulises" de James Joyce, para encontrarse con adjetivos como "difícil", "complicado", "exigente", el libro está rodeado de intelectuales que con grandes carteles de "cuidado" alejan y desalientan la lectura de aquellas personas que buscan algo accesible al momento de entretenerse con la lectura. Me parece increíble que esto pase, y encuentro dos posibles explicaciones, una, que no lo han leído, dos, que los intelectuales se quieren quedar "Ulises". Si es la primera, que lástima, si es la segunda, no, "Ulises" es de todos y no se lo pueden quedar.
     La razón principal por la cual "Ulises" es tan accesible, es la misma por la cual uno puede disfrutar a Beethoven o del chocolate, es un producto armonioso. No es necesario ser músico profesional para disfrutar la Novena Sinfonía de Beethoven, o cocinero para saborear una barra con 60% de cacao, cualquiera puede escuchar o probar y sentirse satisfecho sin conocimiento previo. "Ulises" es accesible a todos en la misma manera, ya que es un producto profundamente armonioso. Las descripciones son tan precisas en cuanto a los sentidos, que lo único que se requiere del lector es eso, que sepa leer, no requiere ningún tipo de conocimiento previo para ser disfrutado. El lenguaje que utiliza es claro, simple y la historia fácil de seguir y de entender. "Ulises" es un libro que te lleva de la mano todo el tiempo, te acompaña, no te deja solo, y Joyce te da todo lo que tiene en cada palabra, en cada espacio, durante todo el libro, es un libro que tiene que ser leído con total soltura y tranquilidad, no tienes que saber nada para leerlo, nada.
     Ahora, que es un libro cargado de referencias, qué es un libro laberíntico en su trastienda, si, nadie lo discute, pero que libro no, hasta la novela más simple está cargada de referencias personales de su autor, está cargada de referencias de la cultura hasta el momento, está cargada de toda la determinación que hasta el momento hizo posible esa obra. Artículo tras artículo, papel tras papel, se hace énfasis en ese estudio, en esa trastienda que carga "Ulises", en esos pequeños descubrimientos que hacen los estudiosos a las referencias, y está bien, es positivo y es divertido, pero no es lo importante, lo importante es que está bien escrito y cualquiera que sepa leer lo puede disfrutar, nada más. Está tan bien escrito que uno puede disfrutar leyendo cualquier parte del libro por sí misma, cualquier capítulo, cualquier párrafo, y disfrutarlo por si mismo, cómo cualquier buena sinfonía, puedes tener una parte preferida, volver a él, leerlo una y otra vez, leer solo una parte, zambullirte en él, adelantar las partes que no te gusten, porque el libro en sí es un placer y cualquier parte de él es disfrutable, y como Joyce te da todo en cada parte, cualquier momento es pico, no hay mejor parte.
      La prueba máxima de esta claridad es el libro que siguió a "Ulises", el "Finegans Wake" un libro absolutamente ilegible, complicado, duro, laberíntico en cada palabra, es más Joyce inventa palabras constantemente, lo cual lo hace un libro que requiere otro conocimiento para ser entendido, un estudio, un desglosamiento de la obra para poder acceder, un libro difícil. El mismo autor parece darnos la clave, hago esto de esta manera y esta de otra, sepan diferenciar, escuchemos que después de todo, lo escribió él.
      Se aleja el trabajo intelectual de las masas porque se cree que se necesita un conocimiento extra para ser disfrutado, como todo se necesita un conocimiento extra para ser estudiado, pero no para disfrutarlo, pasa con las artes plásticas, pasa con la música, la única división entre la élite cultural y lo popular, más allá del volumen de los espectadores, es que la élite cultural es crítica con sus gustos y los quiere dominar, quiere tener control de ellos y hacer el acceso limitado, generalmente con frases como "tienes que leer mucho antes de entenderlo" o simplemente "te falta para comprenderlo", la élite cultural lo que hace es eso, mantener su entretenimiento alejado por medio de carteles de cuidado, nada más. Pero basta de esto, no hace falta tener ningún conocimiento para disfrutar el arte.        
    El buen arte, es conocimiento en sí mismo, es un nuevo conocimiento, es un nuevo lugar, así que el análisis que se haga de él, es cómo dije antes, entretenido, positivo, nos ayuda a aquellos que queramos profundizar en el estudio de la obra, pero no es la obra y no es necesario para disfrutarla.
     "Se trataba de una situación apurada pero, echando mano del sentido común, evidentemente no había otra cosa que hacer sino poner al mal tiempo buena cara e irse a pata lo que consiguientemente hicieron" del Ulises de Joyce, no hay que tener un Doctorado en física cuántica para entender eso.

Entre las cuerdas.

I

- Alex, me lo puedes explicar de nuevo.
- Si, pero no te compliques con los particulares, simplemente piénsalo así, un punto no puede hacer mucho, se mueve de cierta manera, genera ciertas cosas, pero es un punto, se puede mover como punto, listo, pero una cuerda puede generar otro tipo de movimiento, generando muchas variables, no sólo una. Entiendes?
- Si, lo entiendo.
- Bueno, entonces piensa en eso, si lo más pequeño que tenemos en el universo es un punto, eso generaría un movimiento de punto, y una relación con otros puntos, un poco limitada, ahora, si fuera una cuerda la relación con otras cuerdas sería mucho mayor, generando muchas más posibilidades.
- Si, entonces.
- Entonces nada, entonces eso, las cuerdas generarían otras dimensiones, otras cosas.
- Y dónde están esas cosas?
- Estarían acá.
- Está bien, suena un poco a magia, pero está bien. Un poco como preocuparse si hay vida en otros planetas teniendo un muerto de hambre a la vuelta de casa.
- No tiene nada que ver.
- Si ya sé.
- Estas viejas de mierda, tenemos veinte minutos para comer y nos pasamos la mitad caminando detrás de las viejas, todos los días lo mismo.
- Nuestras enemigas a muerte.

     Alexander se preocupaba por los pormenores de la física y era un gran lector de revistas científicas, blogs académicos y demás. Damián utilizaba el internet para ver pornografía, y bajar juegos y música. Ambos trabajaban en un salón de llamadas en la ciudad de Buenos Aires, vendiendo servicios telefónicos a clientes de Estados Unidos. Se conocieron en el entrenamiento, unos tres años atrás, ambos estaban deprimidos por comenzar un trabajo así a los 32 años, coincidían en edad, y eso los unió desde el principio. Alexander había perdido todo en un emprendimiento digital, seis años estuvo al frente de su empresa diseñando folletos técnicos para la industria farmacéutica, vivía con su novia, pareja que mantenía desde hace siete años y nunca amó. Damián nunca pudo encontrar su lugar en el sistema, así que había entrado en el trabajo como se entra en cualquier empleo por necesidad, era soltero, cuando tenía 28 años su novia se suicidó, dejándolo incapacitado para tener una pareja.
     Trabajaban seis horas por día ya que el trabajo es considerado como insalubre y por ley no se puede trabajar más que eso, cómo ambos tenían que tomar solo un medio de transporte para llegar a su casa, tenían tiempo para conversas después del trabajo, lo único que tenían en común era una inconformidad hacia la vida. Alexander no se quejaba, sufría su nihilismo en silencio, atascado siempre en las posibilidades, viendo que todos los caminos eran siempre una variación de algún diseño previo, y creyendo en su situación como un resultado de sus acciones. Damián no paraba de hablar del "sufrimiento del hombre contemporáneo" de su "desperdicio de esencia divina" de su "situación descolocada frente al mundo natural", de su "espiritualidad". Juntos se entretenían.

II

     Después del trabajo los amigos se juntan a tomar un café.

- Mira estas viejas Alex.
- Si, qué pasa.
- Por qué van tan tranquilas por la vida?
- Me imagino que porque llegaron lejos.
- Nada más?
- Nada más.
- Tal vez sí, llegar lejos es suficiente, van tan tranquilas, no es que puedan correr de felicidad por ahí, pero parecen imperturbables, parece que solo se molestan cuando están detenidas, cuando están por pagar o cuando están en la parada del micro, en movimiento son imperturbables.
- Di imperturbables una vez más.
- Imperturbables.
- A lo mejor solo pueden hacer una cosa a la vez, si se están moviendo están haciendo algo, punto.
- No has leído nada sobre eso en tus revistas científicas.
- Algo sobre el movimiento de las ancianas, no la verdad que no, tu has visto porno sobre eso.
- Algo, pero la verdad que ver a una vieja coger no es muy erótico.
- Hay mucho de lo que podemos hablar, no tenemos que hablar sobre la sexualidad de la tercera edad.
- No estoy hablando de eso, estoy hablando de lo imperturbable que son esas señoras al caminar, demuestran una determinación sobrenatural.
- No es para tanto.
- Bueno, para mi lo es.
- Te apuesto lo que quieras a que no es sobrenatural.
- Cómo?
- Bueno pues basta con hablarle a alguna de ellas, mientras camina, eso demuestra que hacen dos cosas al mismo tiempo.
- Hagámoslo.
- Por qué quieres molestar a las señoras.
- Hagámoslo.

      Damián pide la cuenta y Alexander se le queda mirando y dice que no con la cabeza sin decir nada, todavía no entiende como puede tener tanta energía para desperdiciar, todos los días tiene un nuevo proyecto que no va a ningún lado y es absolutamente ridículo, ha llegado a la conclusión que es su situación de soltero, no gasta la energía que se gasta normalmente en discutir, argumentar y pensar en la pareja. Damián paga rápido dejando una propina exorbitante, obviamente ya solo está pensando en molestar a alguna señora. Apenas salen del café ve a pocos metros una señora caminando, se acerca y le pregunta la hora, la señora se detiene y le contesta, en seguida le dice que siga caminando y la señora se le queda mirando en silencio, el insiste y le dice que continúe, que la acompaña, que charlen un rato, la señora lo empuja asustada y continua caminando, está vez un poco más rápido, sin darse la vuelta. Ve a otra en la vereda de enfrente, se cruza y está vez dándose cuenta que su pregunta inicial es muy sencilla, decide que tiene que cambiarla, esta vez pregunta por un supermercado cerca, esperando una dirección, la señora se detiene y le indica, rápidamente sigue su camino y el la acompaña, cuando está por preguntarle otra cosa la señora se detiene a escucharlo, el insiste para que continúes caminando, pero la señora simplemente le dice que le pregunte lo que necesita que tiene que continuar, el insiste diciendo que le pregunta mientras caminan para no hacerla perder tiempo, la señora hace un gesto de fastidio con la mano y sigue caminando, el la acompaña un par de pasos, pero cada vez que abre la boca la mujer se detiene. Damián se da cuenta que la señora se detiene para escucharlo. Hacen tres intentos más, todos con resultados inconclusos.

- Te digo Alex que acá hay gato encerrado.
- Gato de Schoringer.
- O siamés, no sé, pero hay gato encerrado.

     Los amigos desisten, caminan un poco charlando sobre otros temas después parte cada uno a su hogar.


III

     Pasan los días, pero Damián no puede dejar el tema. Todos los días quiere hablar sobre eso, busca información en internet sobre la tercera edad, sobre la concentración.

- Te digo Alex que algo pasa.
- Mira no pasa nada, a lo mejor simplemente se paran para hablar y punto, les cuesta hacer más de un cosa a la vez, por viejas.
- No, estas mujeres son muy capaces.
- Damian, busquemos a una, y le pedimos caminar con ella un rato, y listo.
- Esa es una buena idea, ser directos, escuche señora podemos caminar con usted un rato, nada raro, solamente queremos hacerlo, algo así.
- Si, a lo mejor no pasa nada.
- Bueno entonces lo que tenemos que hacer es intentar que reduzcan el paso, ya sabemos que una vez que están andando no se pueden detener, veamos cual es el punto de ruptura.

      Los amigos salen del trabajo, y antes de molestar a las viejas, deciden ir a tomar una cerveza. Por ser viernes, una se convirtió en dos, dos en tres y así hasta que Alexander fue a vomitar al baño. Pidieron café y vieron la hora, todavía era temprano aunque ya estaba bastante oscuro, entonces Damián dijo, "vamos a molestar a alguna viejita", Alexander estaba hecho una piltrafa, así que se dejó llevar, caminaron un rato hasta que vieron a una señora, de avanzada edad, caminar lento por la vereda, Damián se acerca medio llevando a rastras a Alexander y le habla a la señora, apenas abre la boca la señora se detiene, "Discúlpeme que la moleste pero mi amigo y yo estamos un poco mal del estomago, hemos comido algo que nos cayó muy mal, podríamos caminar con usted, por seguridad", la señora se le quedó viendo casi un minuto, y no le dijo nada, hasta que en un momento movió los hombros y la boca en señal de indiferencia.
     La mujer comenzó a caminar y Damián empezo a caminar con ella, pero enseguida la rebasaba, dos tres pasos, y se le adelantaba, intentaba ir más lento, pero no podía, tenía que detenerse, dar un paso detenerse, o dar dos tres normales y ahí detenerse. Alex reaccionó un poco, se dio una bofetada, y dijo en voz alta, esto dejámelo a mi, se recuesta de Damián y se poné frente a la señora y empieza a medir sus pasos con respecto a la cercanía con la señora, y así fue reduciendo poco a poco la velocidad de sus pasos, empezó con un metro de diferencia y fue reduciendo poco a poco, la distancia de sus pasos, la velocidad con la que los daba, estaban por llegar a la esquina cuando notaron que habían por fin igualado a la señora, entonces Damián va hablarle a la señora cuando Alex dice, "No", y lo que hace es reducir un poco más la velocidad, y el ritmo, para ver si puede hacer que la señora disminuya la velocidad antes de hablarle, lo logran, la señora disminuye un poco la velocidad, y cuando lo hace, ambos sienten un golpe muy fuerte en la cabeza y caen desmayados.

IV

     Los amigos se despiertan en la misma vereda. El primero en despertarse es Alexander, ve a Damián tirado en el suelo, está un poco raro, bastante más gordo, tiene un dolor de cabeza terrible, no le presta atención, ve un kiosko que no había notado la noche anterior, y se levanta para ir a comprar algo con cafeína y azúcar. Todo en el kiosko es ligeramente diferente, ve a un hombre hablando por un celular viejo, bastante viejo, compra una gaseosa y cuando da el primer trago se sorprende al sentir un bigote, salta de la sorpresa y corre a un espejo, no puede creer lo que ve, corre donde Damián que seguía tirado en la vereda, transeúntes caminando por arriba, lo levanta y lo lleva tambaleando a una plaza cercana, lo abofetea y le dice, "mírame", Damián se asusta, Alexander es mucho más joven y tiene barba, Damián se toca la panza, está gordo, como estaba antes de empezar a entrenar, mira a su alrededor, se lleva las manos a la cabeza y dice, "Qué mierda está pasando". Ambos terriblemente aturdidos, caminan como pueden hasta una plaza. Damián a mitad de camino se tiene que desabrochar el pantalón.

- Damián es obvio que hemos viajado en el tiempo.
- Obvio. Es obvio. De qué estás hablando. Nos drogaron, esto es una broma, nada más.
- No.
- Cómo no.
- Mira a tu alrededor, todo ha cambiado, todo, no es broma.
- Mírame, es un asco esto, sabes lo que me costó bajar esta panza.
- Si te veo, no te hubiera imaginado así, no estás tan gordo.
- Tan gordo.
- Hey, concentrate, viajamos en el tiempo.
- Hemos viajado en el tiempo, entonces, para qué año es.
- Vi un diario mientras caminábamos para acá, viajamos diez años.
- Entonces Carmen está viva, la puedo salvar.
- Carmen tu novia?
- Si.
- Y yo estoy soltero, no tengo novia.
- Con esa barba no me sorprende.
- Tengo que salvar a Carmen.
- Para un segundo, tenemos que pensar. Qué ha pasado, no podemos cambiar la historia así no más.
- Oye, a quién le importa, tengo que salvarla.
- Puede que haya otro como tu, acá y ahora, no puedes ir y presentarte, no sabemos que puede pasar, qué pasaría si te encuentras contigo mismo, o Carmen habla contigo por telefono teniendote enfrente.
- Ok. Piensa Alex.
- Ok. Simple, somos nosotros de antes o somos nosotros de ahora.
- Cómo?
- Revisa tus bolsillos.
- Tengo mi billetera, la vieja! somos los de antes.
- Si yo también tengo la vieja. Tienes teléfono.
- No, no tenía.
- Yo tampoco.
- Eso es bueno.
- Si pasamos la noche en la vereda nuestras familias estan preocupadas.
- Yo estoy viviendo con Carmen.
- Yo estoy con mis viejos.
- Eras todo un ganador.
- Callate gordo.

     Damián ve un locutorio y va corriendo como puede, todo le queda muy apretado, Alexander lo sigue. Damián entra desesperado y pide una cabina, entra y marca nervioso, cuando del otro lado, escucha a Carmen, empieza a llorar desconsoladamente.

V

     Los amigos vuelven a la plaza. No pueden entender ni cómo, ni porqué, pueden deducir que pasó caminando con la viejecita, pero nada más. Para Damián era difícil concentrarse, Carmen estaba viva, poco más importaba, tenía que salvarla esta vez. Alexander por el contrario se encontraba solo, cuando tenía 25 poco pasaba en su vida, era un gran lector, estaba estudiando programación, carrera que dejó al poco tiempo, vivía con sus padres, no tenia novia, el viaje había reducido la vida de Damián a una misión, para Alexander era un mundo de posibilidades. Pero después de mucho discutir, sólo una cosa les había quedado claro, no podían separarse, por una razón en particular, si lo hacían perdían perder la cabeza. No sabían si el viaje era temporal, si era para siempre, si habían viajado otros. Lo único claro era que había pasado y le había pasado a los dos.
     Lo primero, ir a ver a Carmen. Damián entró a su viejo departamento, con la intensidad que solo se encuentra en el milagro, Ella estaba tomando mate al lado de la ventana, la abrazó y comenzó a llorar de vuelta, Carmen se sorprendió, pero no tanto, Alexander comprendió que Damian en el pasado era de lagrima fácil. Carmen ve a Alexander en la puerta y le hace un gesto para que pase. Alexander está sorprendido por la hermosura de Carmen.

- Damián qué te pasa y quién es el barbeta.
- No tengo barba ya, la tengo ahora, pero ya no la uso.
- Si y yo estoy más flaco, me pongo a hacer ejercicio.
- Bueno, veo que la pasaron bien anoche, la próxima invítame o llámame por lo menos.
- Dormiste algo?
- No, no pude, y si no sé dónde estás, no me facilita las cosas.
- Alex, Carmen sufre de insomnio.
- Alex, asi se llama tu amigo.
- Alexander, Alex Carmen, Carmen Alex.
- Mucho gusto Carmen.
- Hola. Me puedes decir qué está pasando?
- Nada. estamos nerviosos nada más. Pero escúchame un segundo mi vida, necesito que me escuches muy bien.
- Te escucho, frente a un extraño.
- Es raro pero no es un extraño, escucha, no importa lo que pase, no importa cómo pase, no importa si puedes o no dormir, no importa nada, tienes que saber que nada extremo va a resolver nuestros problemas.
- Qué.
- Carmen dime que entiendes.
- Que está pasando, y quién es este hombre.
- Mi vida dime que entiendes.
- No entiendo nada.
- Carmen dile que entiendes.
- Oye Alex, no sé quién eres tu, así que tranquilo.
- Mi vida, por favor, solo dime que entiendes, dime que todo se puede resolver.
- Si no me dices qué pasa no puedo.
- Por favor , dime eso, mírame a los ojos, necesito que me digas eso por favor, dime todo se puede resolver.
- Qué pasa, qué hiciste, qué va a pasar.
- Nada, no estamos en peligro, no hay nada inminente, no te preocupes, por favor dilo, todo se puede resolver.

     Carmen lo ve a Damián, lo ve a Alexander, y puede percibir una seriedad que no pertenece a la emergencia, entonces dice:

-Está bien, todo se puede resolver, ahora me puedes explicar.

VI

     A Carmen no le contaron nada. Damián intentó un par de veces, pero sabía que lo iban a tratar aún, también sabía que ella era muy inestable y cualquier noticia de esta índole solo iba a molestarla, así que nada dijo. Llegaron a la conclusión de que lo mejor era continuar todo con la mayor tranquilidad posible y continuamente reforzarle el hecho de que todo se podía resolver.
Pasada la sorpresa, y meditando ya sin ninguna duda de que lo que había pasado era real, los amigos encontraron que el único problema y del que derivaban todas sus posibles acciones, era si el viaje era temporal o permanente. Si era temporal iban podían salir a destruir todo, robar, romper, caos absoluto, ambos lo habían decidido, libertad absoluta, disfrutar sin límites y con excesos, pero si el viaje era permanente, después de esa pequeña fiesta podían pasar el resto de su vida en la cárcel, o peor aún salir lastimados. Lo peor era que ninguno de los dos, realmente sabía lo suficiente sobre su tiempo cómo para tomar una ventaja real, ninguno apostaba así que no tenían datos para hacer dinero fácil, ambos sabían lo que iba a pasar con el internet, pero no tenían los conocimientos suficientes para hacer algo rápido, tenían datos para hacerse ricos en el futuro, empezar a trabajar ahora para lograr algo grande en unos años, adelantarse un poco a su tiempo, claro, tal vez amasar una gran fortuna pero nada seguro. Por un tiempo pensaron en ayudar a otras personas, pero qué sabían del mundo? cómo podían evitar una guerra? quién les haría caso?
     Se compraron celulares para estar conectados todo el tiempo, Alexander tuvo que volver a su casa, no tenía más remedio, no se podía quedar en casa de Damián porque era muy pequeña, un poco en dudas ambos pidieron prestado todo el dinero que pudieron, pensaban que una deuda si la podían pagar en caso de que se quedaran en este tiempo, pero qué hacer con él, qué harían diferente esta vez. A Damián sólo le preocupaba carmen, a Alexander la paradoja espacio tiempo.
     Decidieron gastar el dinero recolectado en investigar un poco más sobre lo que había pasado. Hablaron con físicos teóricos, escritores de ciencia ficción, matemáticos, religiosos, todo era absurdo e imposible, estaban atrapados en un delirio inimaginable. Damián le dijo a Carmen que Alexander era cineasta o quería serlo y estaban investigando para una película, a ella poco le importó, le gustó verlo ocupado y ya que investigaban con tanto ahínco la imagen que daban era muy seria.
Así, entre investigaciones y divagues, pasó un mes, ambos empezaron a creer que su lugar estaba en el pasado. Carmen había empezado a ir a una psicóloga, Alexander empezaba a tener ganas de salir de su casa, Damián estaba francamente aburrido, quería hacer algo con esta maravillosa experiencia. Empezar a hacer dinero. Pronto iniciaron una serie de punto coms, que no tardaron en hacerse famosos, ambos sabían lo que el publico iba a querer, e iba a tener, así que podían adelantarse, nunca pudieron hacer un producto que se volviera famoso a nivel mundial, pero si muchos pequeños que lograron amasarles una pequeña fortuna.
     Carmen no se suicidó. Alexander se enamoró de otra mujer. Y pasó el tiempo.

VII

- Damián viajamos en el tiempo y no sirvió de nada.
- De nada, tenemos más dinero, nada más.
- Entonces?
- Entonces nada, parece una gran broma. Tendríamos que haber descubierto alguna cura, salvado alguna vida, romper algún récord.
- Salvamos a mi mujer.
- Bueno, si. 
- Alex qué pasó esa noche?
- No lo sé.
- Fue la vieja.
- Damián, lo hemos hablado una y mil veces, no puede ser. Ya lo intentamos, no volvió a pasar. No fue la vieja no fue la esquina.
- Caminábamos los dos.
- Si.
- Borrachos.
- Si.
- Disminuimos la velocidad frente a la señora.
- Si.
- Sentimos un golpe en la cabeza.
- Si a todo, y ya lo intentamos todo. Te digo que son puertas que se abren y se cierran, momento justo en lugar justo, y todo eso, no tendríamos que intentarlo más, te digo que vamos a aparecer en cualquier lado, no nos conviene, volver a tener diez o saltar hasta tener setenta. La sacamos barata.
- Han pasado casi dos años, tenemos que hacer algo.
- Bueno, yo he estado pensando en algo, todo, en esa noche, tenía que significar algo, para romper el continuum espacio tiempo para encontrar una veta, todo lo que había pasado hasta ese momento nos llevó hasta esa entrada, por lo tanto si queremos encontrarla de vuelta tenemos que encontrarla a través de lo que está pasando en este momento.
- Te escucho.
- Los datos siempre van a variar, es como una fórmula, los datos pueden siempre cambiar, pero la fórmula es la misma, la fórmula que nos hizo viajar es lo importante.
- Lo que estábamos haciendo.
- Exacto.
- Molestar a las viejas.
- Eso creo que sería un dato, no tanto la fórmula, pero no sé por qué si creo que tiene que ver con las viejas.
- Pues a por ellas.
- Y que vamos a hacer.
- Ir a buscarlas, intentar hablar con ellas de vuelta, ellas tienen que saber que es lo que pasa.

     Salen a la calle y empiezan a hablar con señoras mayores, les preguntan cosas, intentan de nuevo caminar con ellas, todo es inútil, cansados se meten en un bar y empiezan a tomar, son jóvenes y tienen dinero, así que derrochan sin miramientos. Entrada la noche Alexander se para para vomitar en el baño, y salé del mismo con cara de asombro.

- Espera Damián.
- Qué pasa?
- No ves que eso es.
- Qué cosa.
- Las viejas, hablan o caminan. Pero no hablan y caminan.
- Ya caminamos con ellas en silencio.
- Caminamos con ellas en silencio, pero nunca reducimos la velocidad con ellas, como aquella noche y no hicimos nada.
- No hicimos nada más.
- Si hombre, hay que hacer como hacen ellas, una cosa a la vez.


     Vuelven a la calle y buscan una vieja, cuando la encuentran, no tardan en sentir un golpe muy fuerte en la cabeza.   

Klein.

Hice este video.

Título: Klein.
Video: Héctor Baptista.
Sonido: Hector Baptista con saxofón tenor.


Las empanadas de Don Julian.

A Don Julian Pereira lo que más le molestaba era que no le reconocieran las empanadas.
Si, el entendía que el repulgue es importante, también entendía que cuando venían los invitados lo que veían era a su mujer, al lado de la masa, repulgando, formando, y él yendo y viniendo con las bandejas al horno, si, eso era lo que la gente veía, pero y él, él hacia el relleno, cortaba la cebolla, cocinaba, condimentaba, y se lo dejaba listo a su mujer para que armara la empanada, y todo el mundo, que Martita que ricas empanadas, y las mejores empanadas son las de Martita, y nadie hace empanadas como Martita, y Martita que gracias gracias, y él con la bandeja, de un lado para otro llevando las empanadas, y había alguno que hasta le decía, que suerte que tiene usted Don Julian, que le hagan unas empanadas tan ricas, y el decía si si muy ricas, y era verdad, la masa de Marta era la más rica, las empanadas salían exquisitas, pero y el relleno pensaba él, eso no es importante, no es por lo menos la mitad de la empanada, no lo entendía eso don Julian, y aunque duro y macho le molestaba, porque cortar la cebolla lo ponía a llorar, y para que quedara bien la carne había que revolver con cuidado y pisarla despacio, y el pimiento si lo cortás muy grueso se siente mucho el sabor, y no es bueno, y la sal, tan complicado el tema de la sal pensaba don Julian, eso algo tiene que importar, aunque sea un poquito, pero no lo sabía, y le molestaba, le molestaba no saber si era importante, le molestaba no saber que era lo importante, y porque nadie le reconocía, aunque fuera un poquito, su trabajo en la empanada.  

Almas gemelas.

- ¿Existen las almas gemelas? - Si. - ¿Cómo se encuentran? - No se encuentran, se reconocen. - ¿Cómo se reconocen? - Cuando dejas de mi...