Huckleberry Finn y un cerco verde.


(Cuento)

Blanco. Estoy casi seguro. Si, Huck Finn pintaba la cerca de blanco. No terminó, claro que no terminó, de eso va el libro no, o sí. Pintaba porque lo habían castigado, un regaño era, no, si, tengo que leer el libro de nuevo. Yo estoy pintando en verde, que no es blanco, pero bueno, estoy pintando muy mal, pero no importa, o si importa, pero no tanto como para que me digan nada, creo que se conforman con que esté mal pintado, está tan feo esto, no es feo, es desprolijo, pero eso es feo, con unificarlo con este color es una gran mejora, la pintura arregla todo. Estaba Huck al sol, si, claro que sí, de ahí al río, yo me podría ir al mar, me voy a ir al mar, claro que Huck era un niño y yo soy un hombre, un hombre pintando una cerca, de verde, mal pintada. Que hermoso día, tan lindo que no me importa estar acá, igual se está bien acá, te tratan bien, agua de botella cada vez que pides, te dan fruta, había queso esta mañana, no están encima de uno, podría hacerlo mejor, pero no quieren, quieren rápido, y bueno, a mi me importa, pero a ellos no, complicada la cosa, para hacer bien este trabajo me tengo que descontracturar, ir a peor tal vez, que no es realmente peor, es diferente, toda la vida planeando y midiendo y teniendo cuidado para que ahora, si quiero que me vaya bien, tengo que hacer totalmente lo contrario, igual tan bien no me fue con lo otro, porque terminé pintando cercas, pero bueno, tampoco tengo que hacer esto, podría no hacerlo, pero decidí hacerlo, que no era exactamente lo que hacia Huck, convenció a un par para que pintara por él, es más le daban cosas, los convencía para que pintaran y le pagaran, que genio, yo estoy ayudando gratis, no hace eso Huck, no, sé va por ahí, la pasa re bien, se divierte como le da la gana, después lo ponen de castigo a pintar un cerco, yo hice todo bien y terminé en el mismo lugar. Cómo se llamaba la segunda parte del libro, ah no, el que pinta el cerco es Tom Sawyer, claro, Huck Finn es el amigo y ese es el segundo libro, las aventuras de Huckleberry Finn, y a Tom lo castigaron por no ir al colegio, eso, si, por ahí va la cosa, y engaña a los otros chicos para que se queden pintando, eso, bueno bien. O el thiner me agudiza las neuronas o acabo de entender al Karate Kit.  

El Hombre.

    (Cuento)
   
    Mira la verdad es que siempre me enredo, quiero contar una historia simple, y siempre me termina pareciendo tonta y poco intelectual y la termino enrollando sin ningún sentido así que déjame que te cuenta esta así no más, y si sale mal sale mal y tu no me dices nada. La historia, es la siguiente, es la de un hombre que se va a vivir a la playa. Nada más. No hay gran intriga, es un hombre que larga todo al carajo y se muda a un pueblito de playa, y no es todo color de rosa, el tipo la pasa mal, tiene que trabajar en cosas que no le gustan, se cruza con gente que le hace daño, igual que a cualquiera, pero le pasa en un pueblito de playa, el pueblito de playa que el eligió, y eso la hace a mi parecer una historia interesante, no hay grandes conflictos, ni grandes desenlaces, nada extrema, pero es bonita, y es fácil.
     El hombre este vivía en una ciudad, una ciudad grande, trabajaba en una oficina en un edificio de veinte pisos, el trabajaba en el cuarto, en la planta bajo había un Mcdonalds. El susodicho tenía que pasar por el frente del Mcdonalds todas las mañanas. Iba al trabajo en tren subterraneo, tren que tomaba a diez cuadras de su departamento, un departamento de un dormitorio en un edificio de seis pisos en un barrio de clase media. Este hombre tenía una novia, que dormía varias veces con él. Este Hombre no tenía hijos. Este hombre era un infeliz. De Lunes a Sábado se levantaba a la seis de la mañana, tomaba el tren a las siete, llegaba al trabajo a las siete y media, trabajaba hasta las cinco, llegaba a su casa la seis, hacía alguna forma menor de entretenimiento y se iba a dormir. Tenía amigos, claro. Salía esporádicamente al teatro, al cine, por supuesto. También leía algún libro ocasionalmente, disfrutaba de bebidas alcohólicas y tenia sexo regularmente. Ser infeliz no tiene nada que ver con esas cosas, ser infeliz tiene que ver con lo que pasa en el centro mismo de tu cuerpo, en la profundidad absoluta de tu cabeza, tiene que ver contigo mismo y cómo te sientes con lo que estas haciendo. este hombre era infeliz. 
     Cómo cualquier otro siempre lamentaba el fin de sus vacaciones, pero en las vacaciones últimas algo había cambiado, este hombre es vez de lamentarse se preguntó, de una manera seria, porqué esto ha de terminar? y se lo siguió preguntando en la oficina, y se lo siguió preguntando en el teatro, y en el tren, por qué algo que me gusta tiene que acabar? , y cualquier hombre puede aguantar preguntarse si es correcto o no, pero un verdadero hombre no puede con la pregunta de si es verdadero o no, por qué se preguntaba, se empezó a preocupar, el por qué no lo abandonaba, lo charló tímidamente con un grupo de amigos, todos contestaron lo mismo, porque si, porque esta es la vida, porque esto es lo que se hace, alguno le dijo, va a ser lo mismo, te vas a otro lugar y al poco tiempo estás cansado, aburrido, quieres otra cosa, mejor quedarse haciendo lo que estas haciendo, hacerle frente y seguir, que después de todo no es tan malo, te ha tocado bien, a muchos otros les toca peor, si a muchos otros les toca peor. Pero la pregunta no desaparecía, parecía estar instalada en un lugar más allá de la lógica. Por qué no me puedo quedar en un lugar que me gusta. Podía en particular apreciar por qué un hombre con familia, escuela, trabajo con futuro, etc, encontraría mayor resistencia para no hacer las cosas que le gustan, no estar en el lugar que le gusta, pero no es el caso de la gran mayoría, la gran mayoría no es nada, es gris, y sin embargo se queda, se mantiene, porque si.
     Este hombre durante una cena le planteó a su novia mudarse de la ciudad, ir a un pequeño pueblo de playa y quedarse a vivir ahí. Su novia no sabía que hacer, la idea era tentadora, pero dejar la ciudad, su trabajo, sus amigos, su familia. Ella podía entender el planteo de él, que era simplemente, por qué no hacerlo, pero no era suficiente para ella, poder o no poder hacer algo no es suficiente, ella necesitaba una razón más fuerte, laboral, familiar, que significara para el futuro. El futuro.
Este hombre sabía que no iba a llegar lejos en su trabajo, no tenía ni los títulos, ni los contactos, para acceder a las altas esferas de la empresa en la que trabaja, salir de esta y comenzar por su cuenta parecía aún tema irrisorio. Conseguir prestamos, relaciones públicas, el doble de trabajo, cien por ciento de riesgo, por qué, para qué, por qué cantidad. Seguir, alcanzar cierto nivel, conseguir cierta seguridad, después de todo, es el sueño de muchos, una y mil veces se lo repetía, eres un hombre con suerte, tienes alimento, agua corriente, un techo, ingresos, una mujer que te acompaña, una familia que se preocupa, porque entonces soy infeliz, porque entonces siempre el por qué.
     Departamento, tren, trabajo, casa, ligera forma de entretenimiento.
     Por supuesto que este hombre nada hizo al principio. No era el primero ni sería el último en querer vivir en el lugar en el que uno va de vacaciones. El por qué se quedó dentro de él, lo acompañó por largo tiempo. Cuando le tocaron las próximas vacaciones decidió no viajar. Se quedó en la ciudad, haciendo nada, descansando, yendo a las plazas, disfrutando de los cafés, intensificando su agenda cultural. Pero en todas estas actividades o por lo menos en las buenas. Había un mensaje claro fuerte, encuentra tu propia voz, sé verdadero, y mucho más importante y mucho más presente, hay otra realidad. El arte le mostraba una y otra vez, otra cara, otra posibilidad, otra manera. Y le era particularmente asombroso como las otras personas que lo acompañaban parecían no poder entender ese concepto básico, profundo, y universal que le mostraba el buen arte, hay otra manera.
     Cierta ira comenzó adueñarse de él. Ya no podía permanecer callado frente a las pequeñas cosas que le molestaban, comenzó a pelear con su novia por pequeñeces, comenzó a separarse de los amigos, todo lo que hacían lo irritaba, en particular le molestaba que todo pareciera una competencia, los que hacían deporte, constantemente estaban compitiendo dentro de una masa tan gigantesca y tan neutra que era imposible ver por qué lo hacían, por qué competían, y era lo mismo con todos, quién consiguió el mejor restaurant, quién encuentra la mejor película, quién puede comentar mejor un libro, todo una competencia, todo una carrera que va de ningún lado a ningún lado, todos los limites borrosos, la promesa constante de algo mejor, de cierta fama, seguidores de twitter, todo le pareció una competencia que no tenia ningún sentido, principalmente porque no había nada para un supuesto ganador, nada, en el trabajo era lo mismo, todos peleando por un puesto, por un lugar, competencia.
     Entonces pensó en el premio. En lo que significaba ganar, en lo que le daban al ganador. Y lo vio claramente, el ganador recibía una casa en la playa, un buen auto, una mujer hermosa, dinero, viajes y reconocimiento. Pero de todo eso, qué era lo que le importaba a él, qué le importaba ganar, vivir en la playa, en un pueblito, entonces dijo, no compito, dejo de jugar, no me interesa, no vale la pena, puedo directamente ir por el premio, y fue lo que hizo, se fue a vivir al mar, a un pueblito de playa, y no todo era color de rosa, la pasaba mal, sufrió la soledad, trabajó en cosas que no le gustaron, extrañó mucho, pasó por mucho, pero por todo pasó con la liviandad del hombre que ya había ganado.  

Abel Cienfuegos.


Todo el mundo escucha la campana. El que dice que no escucha la campana, miente, y todos sabemos cuando alguien miente. Por eso nadie quería pelear con Abel Cienfuegos. Gran boxeador Abel, pegada firme, ágil de pies, buena defensa, pero nadie quería pelear con él , conseguirle peleas era difícil, y lo fans lo abucheaban siempre, porque Abel, siempre, en todas las peleas, metía un golpe después de la campana. Que en el boxeo como en cualquier cosa lo mental es tan importante como lo físico y saber golpear la cabeza es tan importante como saber golpear el cuerpo, pero el juego psicológico es una cosa, y el golpe bajo es otra. Hay varios de esos que recurren al golpe bajo, tan fácil como certero, tan implacable, pero al mismo tiempo tan ratero y destructor, se requiere un tipo de ser humano muy especial para utilizarlo, generalmente son aquellos que pierden de vista la distancia, que no comprenden el juego por afuera del juego, que no entienden que después de la pelea la vida continua, y una pelea es realmente una batalla, que el objetivo, es ganar la guerra. Abel Cienfuegos, el boxeador de gran talento que todas las peleas hacía lo obvio, que muchas veces le dio muchas victorias, dar un golpe después de la campana.    

Muerte.

No
es
ni
miedo
ni
respeto
ni
tristeza
es
la misma punzada infernal que
me
golpea
detrás
de la
cabeza
es esa voz
MI
!
misma voz
que
empuja y empuja y empuja y empuja
y empuja
y empuja
y empuja
y empuja
empuja empuja empuja
empuja
y empuja
empuja y golpea
y no deja de golpear
de insistir
de molestar
en todos sus mensajes
y tras todas sus ideas
el mismo y único sentido de su
de mi
de esa parte del ser
de MI ser
(busca, hay más, y más, crees que estás esperando, pero no)
la iluminación es para los iluminados
la desidia es para los iluminados
la paciencia
la plenitud
todo para los iluminados
en
la
oscuridad
dos opciones
aceptar la putrefacción que
invade a todo lo que se detiene
o aceptar el golpeteo
y buscar
el movimiento
pero
a
v
e
c
e
s
el golpe que da
que doy
es
tan incesante
tan incisivo
tan brutal y molesto
que empuja
y empuja y
sigue empujando
lastima
entonces
el
v
  é
    r
      t
        i
         g
            o

hasta el más tenaz de los viajeros necesita un descanso

es
que
nunca
se
va
a
detener
.
y el miedo absoluto
:
no sabrá detenerse
?
aparece
entonces
una
opción
que
parece
una
salida
la ansiedad, la faltad de miedo y el hastío del golpeteo
embellecen tras un espejismo su misterio
oh muerte
todos te huyen
y
yo
yo
y
para
mi
alivio
el alivio
del cese
del silencio
de la
de MI
el alivio supremo de saberme irresponsable finalmente de la carga inexistente,
de la búsqueda interminable
claro que está
está
me gusta el coqueteo
presiento un proceso de seducción absoluta
la ultima aventura
el descanso que no necesita del sueño
la liviandad
pero no
no
porque ante todo
y antes que eso
estaba esto
eso
aquello
lo que encierra mi cansancio
y
mi
deseo
mis
voces
el amor mismo que genera el misterio
la posibilidad
y
lo reconozco
lo sé
lo siento
y lo canto
está
y
continuaré sintiéndolo
y seguirá siéndolo
en la búsqueda
en el martirio mismo
encontraré ese alivio dosificado en los reflejos de otras muertes que son amores
en la expresión absoluta que me deja vacío
en el cansancio extremo que me paraliza
en la belleza
que otros huyan de tu presencia como aniquiladora
o destructora
yo como condenado buscador no le tengo miedo a la responsabilidad de ser el único que ame o el loco que intuya y celebre la incoherencia de una lógica sesgada
ansiedad como motor
desdoblamiento como aprendizaje
cuanto vale la única verdad
:
todo muere
y
todo continua
un sol muere y se multiplica
lo hermoso
lo vivo se mueve
todo lo que es crece en espiral bajo una linea
el encuentro justifica
hay
y mucho
no es obsecuencia o tozudez
es la experiencia de haber encontrado
dormir extenuado
soñar
ni
mi
ni
eso
ni
aquello
es la misma punzada infernal que me golpea detrás de la cabeza
que me obliga a continuar


Amor sin hijos.

1. "Te cambia la vida", "Te da mucha fuerza", "Ves todo de otra manera". Frases utilizadas para describir la experiencia de tener hijos, que también se usan cuando se tiene una enfermedad terminal, o cuando te vuelves millonario. No todo lo que te determina y modifica tus decisiones es necesariamente bueno, es simplemente eso, algo que te determina y modifica tu visión y tu percepción de la realidad.

2. Como todo lo real tener hijos tiene cosas buenas y malas, pero por qué existe un énfasis tan grande en unir a los niños con la felicidad. Nuestro concepto de felicidad es aprendido. Todo lo que se me ha enseñado ha sido por un fin.

3. El sistema es el que me enseña. La principal tarea de un sistema es perpetuarse a si mismo. La vida del hombre, consumidor, es finita, obviamente se necesitan más hombres para seguir consumiendo. ¿Existe la sobre población para el sistema? por supuesto que no, al dueño del negocio poco le importa quedarse sin mercadería, su problema es el contrario. El único producto que el sistema no puede vender lo une a una excusa para consumir. El amor hacia los hijos está unido a la calidad de sus cosas.

4. ¿Qué es el amor? ¿A quién está destinado? ¿Quién puede medir su intensidad? Con qué autoridad puede un ser humano decirle a otro que existen calidades de amor, o lazos de el mismo que pueden ser más fuertes que otros. El amor adora el acto y aborrece la palabra. La renuncia es el acto de un entrenamiento, es la expresión de una conducta. Dejar de hacer o hacer por otro no es un acto de amor, es un acto de fuerza. Cada quién sabe cómo ama y de qué manera, no hay modo para el amor.

5. La Naturaleza. Yo escribo, leo, me visto, voy al baño en un cubículo que maneja mis residuos para que yo pueda vivir de una manera higiénica, porque conozco de microorganismos. Respiro, como, me entreno, cosecho vegetales de mi huerta y tengo internet. Lejos estoy del cavernícola que se mueve por instinto. Por qué si no puedo usar la excusa de la naturaleza para robar, matar o violar, la puedo utilizar para el hecho biológico de tener hijos. Hoy en día la mayoría de los niños se tienen bajo un "plan" absolutamente antinatural. La mujer está dispuesta a tener hijos desde el momento de su desarrollo, que ocurre bajo la mayoría de edad, en la cual no puede tener relaciones sexuales de manera libre, el estado administra la edad adecuada para la concepción, por lo cual lo único natural que queda es el embarazo mismo y el parto, que aunque un grupo pequeño de la población decide hacerlo de manera "natural", no es la mayoría, y no es algo que este disponible a un nivel popular. Tener hijos hoy en día no es un acto libre y natural, al contrario, está absolutamente regulado y controlado. No solo eso, una vez que el bebe se convierte en niño, se controla todo su crecimiento, y los padres están obligados a rendir cuentas frente al estado sobre el desarrollo del mismo.

6. El control. Desde que la historia es historia, a las mujeres se les une a sus hijos y se les pone en un lugar detrás de su descendencia bajo la excusa de la responsabilidad y las creencias culturales y religiosas. A los hombres se nos implanta también el discurso de la responsabilidad junto con la mentira de tener la tarea sagrada de "guiar a la familia". Así ambos, padre y madre, quedan libres de hacer, siempre y cuando sus actos no afecten al hijo según estándares sociales. Quedan mutilados, el ejemplo perfecto un hombre o mujer sin hijos puede hacer todo lo que uno con hijos puede, viceversa no es el mismo caso. Los padres quedan encerrados en horarios, tareas económicas y responsabilidades civiles. A cambio de esto el sistema les dice que están experimentando la felicidad, y se nutre el concepto de nicho, de paréntesis.

7. En vez de rendirse al embudo familiar aceptar el abanico comunitario. No necesitar la excusa de la linea sanguínea para dar y recibir amor. Que los sentimientos sean libres.

8 . La felicidad como bienestar y la ausencia de malestar. Amar libremente, tener tiempo para trabajar por toda la comunidad y no para un solo individuo que pertenezca a esta.

9. La experiencia no es transmisible. Experimentar la vida sin hijos es tan "especial" como tenerlos. Son experiencias diferentes. Intentar medir la calidad de una experiencia es ridículo.

10. Tener hijos como un acto biológico y experimentar a partir de la realidad. 

11. Como ejercicio práctico. Mirar a los adultos mayores de 30, ver cuantos tienen hijos y preguntarse: ¿por qué? 

Romper.


Despacio. Ahora caminar es lo suyo. Otros fueron los tiempos de la efectividad. Ahora camina. Tiene que pagar las cuentas y se va por la playa, con el perro, que va saltando y persiguiendo las gaviotas, un perro grande y peludo, y negro. El perro está todo sucio, a él le encanta. Él también está muy sucio, antes estaba limpio, muy limpio, su mujer le lavaba y planchaba la ropa, y cambiaba las sábanas de la cama y lavaba los platos. Y ahora extraña a su mujer pero no extraña lo limpio. Lo limpio no le importa, pero si extraña a su mujer. Va caminando, ya no tiene tiempo para ser delgado, pero si ha bajado de peso. Se está cocinando, cosas simples, compra milanesas hechas, o bifes de carne, se hace salsas para comer con fideos, ha hecho dos guisos, los dos de lentejas, y le han salido bastante bien. Dejó las gaseosas y la cerveza, toma vino. Sigue caminando. Le preocupa un poco su hijo, no su hija, su hija es fuerte y es mujer, pero su hijo es débil y es hombre, le preocupa que finalmente pierda el control, que ceda frente a la presión. Mucha presión, siempre lo pensó. Él sabía que cuando actuaba mal era por la presión, sabía que podía cambiarlo, pero no lo hacia, demasiada presión como para cambiar curso. Por eso salió cuando pudo, cuando se liberó todo un poco, todo más suelto, todo un poco más libre. Lo piensa, y lo sabe. Cuando el envase se rompe se libera el contenido. En eso piensa ahora, mientras camina por la playa y piensa en el pasado, piensa en que hay que romper el envase para liberar el contenido.  

Vickvaporub

- El vickvaporub me recuerda a mi casa, a mi cama cuando era pequeño, a la seguridad de mi hogar.
- Por eso te lo comes?
- No, me lo como porque estoy loco.

Pienso en mi.


No son dos los que hablan, soy yo que me digo, y soy yo quién acepta. Cómo puede ser esto. Cual es el desdoblamiento macabro que ocurre dentro mío. Cómo hay dos en el lugar en el que solo puede haber uno. Son todos dos, cómo serán los otros. Sé que hay dos, no sé quién de los dos es quién, y peor aún, no sé cual de los dos soy yo. Esta batalla es horrible, y solo recientemente pude encontrar manera de identificar uno de mis yo, y es que uno es ofensivo y productivo, el otro yo sufre esto, y así reconozco uno del otro, porque lo reconozco en el sufrimiento, la característica productiva de mi yo ofensivo no le permite la reflexión, por lo tanto no hay sentimientos. Lo que ocurre es que ese yo, el productivo, con el aliento adecuado por parte de la realidad, baja la guardia, y ahí en la falta de productividad se encuentra en control el yo reflexivo que detiene por completo al yo activo, porque su carácter estacionario no le permite generar nada, pero en la reflexión se recuerda de las cosas que hizo el yo ofensivo y se siente mal, y así hasta que este sentirse mal deja un espacio en el que el yo ofensivo logra generar algo, lo que sea y toma el control. Así todos mis días. A veces uno de los dos yo logra control por un largo periodo de tiempo, en una de esa veces el yo ofensivo escribió una novela, en otra el reflexivo me hizo leer a Perec. Estas personalidades exceden lo literario, el ofensivo me hizo adicto a la entraña jugosa y al vino de damajuana, el pasivo perdió diez kilos y aprendió a surfar. Esta batalla algún día tiene que terminar, no lo ha hecho hasta el momento, porque aquello que alienta el cambio, aquello que no deja que resurja un yo sin conflicto, es el miedo. Pero el miedo es escurridizo, es tramposo, es mágico, se esconde tras capas, todas diferentes, que mutan, como el miedo mismo, por eso para atacar al miedo hay que ser un estratega, un matemático más que un lingüista, y tener por supuesto espacio para la improvisación, para la poesía, el principio de incertidumbre de toda ecuación real. Mientras escribo esto no sé cual de mis dos yo está en control, algo de mí me dice que el reflexivo puede estar mutando y convirtiéndose en un hacedor de reflexión, pero el hacedor no es de fiar, puede hacerte creer cualquier cosa con tal de estar haciendo.   

Tres tiros en la cabeza.


No quisiera con esta historia violenta asustar a mis muy apreciados clientes, pero se me hace muy difícil no contar la historia de Leónidas y sus tres tiros en la cabeza. Bien sé que los compradores de libros son comunes, pero los enfermos de los libros no lo son, que ya cuando alguien se para en la mesa y sabe mucho más del común te enfrentas a un especialista de algún tipo, y ya cuando se ve que alguien conoce mucho más pero no se jacta de mostrarlo, estás frente a un enfermo de los libros. Acá hablo de enfermedad no como la condición que daña al prójimo con respecto a una salud, sino como algo que lo encierra en una salud sin dejarlo ver el resto. Visiones sobre la salud y la enfermedad hay muchas, mejor no entrar en ese tema. Leónidas era un conocido maleante de la zona, se le atribuían cuatro muertos, dos justificados. Su muerte a nadie sorprendió, y los sospechosos del común son dos o tres. Tres tiros le dieron y lo echaron en una zanja del monte, cerca de la ruta. Rumores y policiales que tienen que ver conmigo y mi mesa de libros por el carácter de enfermo por los libros que sufría tan placenteramente Leónidas, me atrevo a decir sin ninguna duda, mi mejor cliente. Acá como la salud y la enfermedad podríamos debatir por páginas sobre lo que significa educación y violencia y los tratos que la sociedad asigna a sus conceptos, pero también es muy largo y no es el tema en cuestión. Se me hace difícil no contar la historia de Leónidas porque su muerte me crea un conflicto real del día a día, su muerte ha afectado mi economía. Esta situación de desconcierto me lleva al papel y a la historia. La historia es la siguiente: a Leónidas lo levantan de su rancho de madera a eso de las dos de la mañana con la excusa de completar una compra de droga, aunque enemigos en distintas ocasiones con el chofer , único ocupante del vehículo y arquitecto del trato, Leónidas no se podía permitir dejarlo pasar por motivos económicos, inteligente el arquitecto que sabe los caminos de la avaricia, una vez en el auto se dirigen hacía el próximo pueblo, noche veraniega, vidrios abajo, algo de música, el conductor se detiene al costado de la ruta de manera casi abrupta pero no sobresaltada, y esgrima la historia de las ganas de mear, antes aún de que el auto se detenga por completo, el socio del arquitecto y ahora también nuevo barón de la droga, le da el primer tiro a Leónidas en la cabeza, por todo lo que estaba pasando el tiro fue mortal pero no fulminante, acá abren la puerta y tiran el cuerpo a fuera del camino dónde el hombre es liquidado. Sí, es una historia simple y sin sorpresas. Me siento un poco vil al contarla, no porque me entristezca su muerte, sino porque he perdido a mi mejor cliente. Qué dice eso de la vida? de las relaciones? de los conceptos? Un conocido criminal y lector insaciable es asesinado, sin familia y sin amigos es recordado en esta infame elegía por su librero, que va a extrañar su dinero.   

La Muchacha y su bicicleta.


La Muchacha salió de su casa en bicicleta. Agarró por el camino de tierra hacia el almacén para ir a comprar un par de chorizos. Hoy hacía refrito de garbanzos. Su perro la miró desde la tranquera, ella lo dejó encerrado, no quería que la siguieran, no quería ir con nadie, quería ir sola con su bicicleta. El vestido de flores ondulando suelto, a veces el viento se lo levanta y se le ven los muslos, fuertes y regordetes, también lleva el pelo suelto y el viento ahí también hace de las suyas entre los rulos. Sola. El sol le empieza a calentar la cabeza, el cuello genera una ligera transpiración. Que lindo es salir sola. Le encanta salir sola en su bicicleta, y entonces piensa, "es muy lindo estar sola y pasear en mi bicicleta, mira que bici me compré, está hermosa y es tan nueva y tan cómoda, y me la compré yo, con mi dinero, con mi trabajo, quiero andar más, quiero ir un poco más lejos, que cerca que está este almacén".  La muchacha llegó a la costanera, vio la espuma de las olas, sintió el olor del mar y sus pulmones se llenaron de plenitud, se empezó a reír y le encantó hacerlo y pensó, "Que lindo reírse y que nadie te pregunte por qué". Entonces la muchacha llegó hasta el almacén, pero no paró, siguió, y se fue a comprar los chorizos a otro lado, a un lugar más lejos.    

Horus el Visionario.

     Yo vivo de la confusión. Todo el mundo está equivocado, y eso es lucrativo. Las personas viven tan dentro de la confusión, que de la única manera que se les puede llegar, es engañándolas. Por supuesto es dura la tarea de aquel que tiene que revelar la verdad, ya que su mejor herramienta, es la mentira, paradójico y frustrante. Son muchos los héroes que necesitan encubrir su hacer para desarrollar su talento, pero de todos los que conozco, el más extraordinario es Horus el Visionario. Yo tengo una tienda de disfraces, y la mayoría de mis clientes no vienen a buscar diversión, vienen a buscar implementos de trabajo.
     Si, claro está que Halloween cierra los números del año, pero es el día a día del trabajo común del engaño lo que mantiene el negocio a flote. Los conozco a todos, falsos policías, bomberos, maestras, delincuentes, vagabundos, muchas veces vivos y triquiñuelos, pero otras tantas, personas que pueden ver otra verdad y se ven condenadas a la mentira. Cómo dije antes, Horus el Visionario es el mejor ejemplo de ellos.
     He aquí un hombre que verdaderamente puede ver el futuro. Horus toma tu mano, te mira los ojos y con la celeridad y la firmeza de un hombre de verdad, te puede revelar las más intrincadas ramas de tu futuro. Una herramienta valiosa pensará usted, si, pero también una maldición. El poder de Horus solo funciona bajo una presión absoluta de mentiras. Por todos los medios ha intentado acceder a sus visiones en la presencia de un ambiente verdadero, pero por algún capricho del mismo dador de sus poderes, no se le da. Así que Horus tiene que recurrir al engaño y la mentira para ejercer de mensajero, mientras otros vienen a mí por decisión para conseguir una meta, Horus viene a cumplir su condena. Yo le proveo con batas de colores, sombreros puntiagudos, estrellas plásticas y varas plásticas que parecen de madera. A veces Horus prefiere un look de época, y es vestido con las mejores réplicas de los mejores trajes del pasado. A veces el mercado lo lleva a una cultura en particular. Así accede a su visión como Merlin, como Visionario de los años veinte o como un Jefe Indio, y nunca falta el muy popular Gurú. Pero los trajes no son suficientes. Horus debe promocionarse dentro de la mentira y con la mentira para que sus visiones sean certeras. Así que se anuncia entre los ladrones, los aprovechadores y los inescrupulosos, sus volantes cuelgan de los postes de luz más olvidados, y sus anuncios aparecen en los diarios más amarillentos. Pocos saben que esa visión que recogieron de un Merlin en una plaza, por unas cuantas monedas, es tan acertada como el presente mismo.
     No son pocos como Horus los que pasan por acá buscando la manera de mostrar su verdad, pero de todos, es el destino de Horus el que me parece más traumático.
     Pocos se pueden imaginar el sufrimiento del clarividente.

El Águila.

- Y El Águila?
- El Águila de la costa vive en conflicto; su instinto de sol y distancia, le hace ver el mar como un reto, pero su sabiduría milimétrica le impide emprender una batalla que sabe perdida. El Águila de la montaña vive centrada y en balance; su condición le permite acceder a cualquier distancia propuesta.  

Samuel Schuberstein y Johann Sebastian Bach.

Samuel Schuberstein era un fanático irremediable de la obra de Johann Sebastian Bach. Cuando lo mencionaba en reuniones sociales, sus ojos mostraban una alegría inconmensurable que sus conocidos celebraban, porque por supuesto, era contagiosa. El conocido minimalista escapaba de su disciplina y se explayaba sobre la obra del conocido compositor. Sus manos se volvían elocuentes, su voz levantaba tono, sus ademanes eran más sueltos. El autor, hasta se daba el lujo de incurrir en el misticismo. Siempre llegaba a la conclusión de que el poder de Bach era la intuición, y su validez absoluta, que era un camino concreto, acá, se borraban todas las lineas, el proceso de hombre como tal era todo para el autor, un desarrollo intuitivo y lineal era ambos, respuesta y método, y su encuentro podría ser transmitido con el lenguaje correcto, de ahí, su búsqueda. Incontables noches Schuberstein se pasó escuchando los "vertiginosos acantilados sucesivos" tan frecuentes en la obra de Bach. El autor nunca escribió nada sobre el músico, los conocedores de la obra de Schuberstein lo entienden perfectamente.

Algunos ejemplos de los cuadernos de Samuel Schuberstein. 

conectadísimo

en un momento la fluidez es tal que te abandonas a la idea de lo que está pasando, la música, la información, la interacción, se te ocurre una idea desde ahí y para ahí, entonces, dónde termino yo y comienza la web, la simbiosis instantánea de la multiplicación en cadena, la educación de la psique y el respaldo directo que me ofrece la posibilidad de buscar que la psique es "Conjunto de procesos conscientes e inconscientes propios de la mente humana, en oposición a los que son puramente orgánicos" que me permite continuar mi texto con la seguridad de que mi pensamiento, por más avanzado o retrasado que sea con respecto a otro, es lineal y lógico y por lo tanto está bien, y continúo, con otro ímpetu, acompañado clarividentemente por un cambio de ritmo de la música, apoyada en un beat rápido y seguro, me permito cosas como duro, soledad, espacio, movimiento, rapidez, fuerza, belleza, intención colectiva, te escucho, tu voz es clara y fuerte, la dejaste para mí, y no está desperdiciada, así, con la atención puesta en el movimiento de lo que ocurre, veo por la ventana, los árboles en la tierra, sus raíces, y el viento, escucha el grito sagrado del espíritu de la tierra que habla de movimiento y en espiral, la implosión, el caracol es baba dentro de la forma perfecta, y eso es todo, materia que se chorrea de la perfección, claro que si te detienes a pensar y te cuestionas la fluidez, todo desaparece 

Hoy


     Se me pasó el despertador, a mi mujer también. Empezamos los mates con una hora de retraso, tranquilos igual, yo anoche escribí bastante así que no me hago problemas, ella todavía tiene un par de horas para ir al trabajo. Ninguno se hace problemas. Pongo a calentar el agua mientras arreglo un par de cosas y enciendo la computadora. Queda budín del que hicimos anoche. Mate, budín, casero, noticias. El mar está negro. El cielo gris. Internet dice que va llover; yo hoy afuera tengo que correr y tengo que buscar leña. Estoy sin leña. Para hoy tengo. Salgo a correr primero, después busco leña. Nunca me gustó correr, lo mío siempre fue el agua y saltar la cuerda, mucha bici también. Pero tengo un amigo al que le va bien en la vida, y el corre, y no ha más que recomendármelo, cedí. Hay que ceder. Mi perra siempre conmigo, marca el paso. Camino de tierra, acacias florecidas. De ida voy viendo el monte, los pájaros, los árboles, de vuelta el mar, hoy negro. El cielo sigue amenazante. Hago siete kilómetros, tranquilo porque tengo que guardar energía para la leña, mi perra entiende, me acompaña siempre. Vuelvo a casa, me pongo el sobretodo, agarro el carro, el hacha. Al monte. Decido explorar un nuevo lugar. Mi perra siempre a mi lado. Encuentro un rastro de ramitas, lo sigo, alguien ha estado sacando árboles grandes, las ramas medianas quedan atrás, para mí que ando sin motosierra, es perfecto. Hacho. Recolecto. Acomodo en el carro. Repito. De pronto, hacia la ruta, escucho a mi perra llorar, suelto al hacha y voy corriendo, grito su nombre, no viene, la escucho quejarse de nuevo, la llamo de nuevo, nada. Llego a la ruta, viene corriendo hacia mi, un vecino pasó con sus perros y se agarraron un poco, me explica el paisano, la reviso, está bien. El hombre se hace responsable "esta la agarró fuerte, pero estaban jugando", contesto, "no hay problema", el vecino quiere dejar en claro que nada ha pasado, y pregunta, "monteando?", acepto y contesto, "monteando, leña siempre falta y todavía queda frio", contesta, "queda si , queda ", y termina de sellar la fraternidad, "este monte es bueno, mucho para sacar ahí, no agarre del eucalipto de allí que no enciende, no es de la variedad de aquella, que si enciende", vuelvo al trabajo, "gracias, que tenga buen día, nos vemos a la vuelta", y el se despide, "nos vemos". Vuelvo a casa con el carro lleno, me doy un baño caliente, apronto el mate, me armo un cigarro de marihuana y escribo esto, mientras espero que mis amigos de Alemania lleguen de Brasil.  

Metempsicosis

Borges, bloom, héctor baptista, vuelta de campana, james joyce, cotázar, literatura latinoamericana, metempsicosis, irlanda, carrey, jim, yes

metempsicosis, is from the greek, translate of the soul, los mismos ojos... pensó el señor Bloom, lo que me gusta, es la nada, pero me siento mal, estoy viviendo con un extraño, que fea sensación, la sensación de que el tiempo pasó en vano de que a pesar de todos los años no nos conocemos, no tienes idea, pero no reincarnation, eso piensa Bloom, que vivimos de cuerpo en cuerpo, que algunos hasta recuerdan, y después vuelve, metempsicosis y da un ejemplo de la cama, y piensa té antes que la leche, tres y seis, no sé, quién lee el Ulises, nadie, yo lo escucho, repite metempsicosis, y dice que algunos se podían pasar a un animal o un árbol y ahí Molly dice, huele a quemado, y si el señor Bloom había dejado algo en el fuego, un riñón, nada grave igual se le quemó un poco, nada más, con su té y su riñón, que desayuno glorioso que se come ese señor, pero qué mal que está de la cabeza, parece que está en otro lado, haciendo otra cosa, yo esta mañana me comí un desayuno excelente, también estaba en otro lado, ahora mismo estoy escribiendo esto y escuchando el Ulises y Bloom piensa en una carta, daydreaming le dicen, multitasking, capaz de hacer varias cosas al mismo tiempo, todas salen mal, pero bueno, uno las hace igual, lástima la voz, tenía a este hombre con otra voz, pero está muy bueno el tiempo, la teatralidad le da otra cosa, hombres con mujer pensando en otras mujeres, o no, simplemente pensando en lo poco que saben de la suya, la que tienen al lado, friend of the family, those girls those girls those lovely sea side girls, por qué nuestra cabeza tiene que gastar tanto tiempo en la pareja, qué tiempo perdido, qué estupidez, y la suerte de no tener niños, tal vez Joyce lo sabía, si el personaje tiene niños, está muerto, a menos por supuesto que sea un hijo de puta, he stood up, y siempre el gato en la cocina, me pregunto por qué un gato y no un perro, me imagino que siempre es más fácil tener un gato, mientras no sea Archuleto, el gato de un amigo, un gato malo malo, lindo el hijo de puta, pero malo, cuando era chiquito y me quedaba a dormir borracho en lo de mi amigo el Archuleto me mordía la cara toda la noche, la última vez que lo vi me mordió los pies, malo el Archuleto, lindo, gordo, precioso la verdad, pero malo, where is my hat by the way, funny I don´t remember that, todos los hombres perdemos el sombrero en algún momento, mi mujer se hace un té y no me ofrece, a lo mejor es lo mejor, que pensará esa persona, no tengo idea, el señor bloom sale de su casa, como todos, no somos nada, cambiables, nada más indispensable que un hombre, life must be so, need certainly, me da un poco de asco lo que hago, apoyado de algo, pero por dentro, es la idea no, mostrar lo de adentro, mostrar la imagen que tengo adentro, ser lo más especifico posible, lo que pienso, lo que se piensa, cómo se piensa, pero nadie sabe, nos intentamos poner de acuerdo, se pierde mucho en la traducción, siempre, poetical idea, siempre, y un funeral, y las campanas, la muerte y el sonido, mi mujer me ofrece té, la muerte y el sonido, le digo que sí, siempre mejor decir que sí, el sí no es confuso, el no siempre trae una pregunta detrás, una conclusión, es un posible problema, el sí continua con lo que viene y todavía te deja tiempo de no hacer nada, justo ayer vi Yes de Jim Carrey, película mediocre, tiene sus momentos, pero no pasa nada, el señor Bloom, termina saliendo de la casa, un funeral y un hombre tranquilo, como decía Mori Ogai: espectador, humor y ocio    

El Acantilado.

     Solo una vez que renuncié a todo, me encuentro haciendo exactamente lo que quiero. Misterioso comienzo, este que habla de una renuncia total y menciona el cumplimiento de un sueño. Pero después de todo, qué es un sueño, un anhelo, quién puede contra el presente en información. El sueño de escribir frente al mar se cumple en una vereda, en el suelo, en el más humilde de los cuadernos y con la más gloriosa de las vistas. Ahora mismo, mi mirada en conflicto, el papel que satisface mi intelecto, el tintinear de mis adentros, y la costa, y más allá la inmensidad, que sabemos finita pero igual nos es inconmensurable. Ahora parece propicio mencionar el sol y que es invierno, varias capas cubren mi cuerpo, el sol calienta el piso en el que escribo, ansío el mediodía y el astro en su máxima expresión.
     Estoy en el punto más alto de este pequeño acantilado, que no corta la tierra como un capricho de algún Dios temperamental, sino que se deshace en pendientes que entregan posibilidades realizables, llaman a la exploración, permiten el disfrute. La calle en la que descansa mi pie derecho atraviesa el espolón, a mis espaldas la subida que aparece después de la curva pronunciada, hacia delante, otra curva, y derecho, la playa, no hasta el infinito, que el futuro de la visión se la dejo al agua, pero si varios kilómetros, suficientes para que la media luna de arena con sombra verde desaparezca en la linea final, que no marca ningún final, sino que anuncia un limite, sin moverte, este es tu mundo conocido, y a medida que lo hagas yo también lo haré.
     Así que finalmente me encuentro haciendo lo que quiero, me encuentro pleno, en una posición en la que nada cambiaría, no encuentro vergüenza, no encuentro obstaculización. Entonces si soy yo más que nunca, si de alguna manera encuentro mi ideal realizado, por qué hablo también de renuncia, por qué lo que no está encuentra también su razón de ser. Qué es del hombre que todo con respecto a él parece estar medido en carga y fuerza, en la medida misma, en el marco, en la figura, en la meta. Hasta en este momento de encuentro sublime, eso mismo parece ser la celebración. Disfruto lo que veo, pero la importancia misma del momento parece estar dada, por sobre todas las cosas por un acomodamiento de las piezas. Lo que siento y me completa, es la armonía.
     Nada adquirimos en vano, no hay cosa que pase por nuestro cuerpo o nuestra mente, tan liviano como para no existir, y todo lo que existe tiene historia y aunque la historia es una, el recuento es una visión, las visiones son infinitas. Aquel que cree que su historia es una e indivisible, es un incapacitado de los sentidos y la razón. Así que no es la eliminación de las visiones que me han cruzado lo que me da un encuentro con la imagen al final del pasillo, es un ajuste y una organización de sus indiscutibles determinaciones, de sus poderosas formaciones, de su innegable existencia.
     Son lamentablemente cortos los periodos de absoluta armonía. No hay más que pensar en un cuadro o una canción. Son muchos elementos, espacio, tiempo y dimensión. De apoco se esfuma el estado de plenitud, otra visión avanza, alguna represa cede ante la fuerza, la construcción que permitió un momento de plenitud absoluto, de armonía, cede, porque el movimiento de la vida, el cambio de las variables, los otros, no permiten la estructura absoluta, aquella que esté libre de imperfección y se modifique acorde la variable.
     Miro el mar. Miro el cielo.
     El infinito es un concepto que aprendí.

La muerte del tercer estado.

     Al principio fue un poco difícil, pero solo un poco, con el tiempo, y poco tiempo, no solo me acostumbré sino que encontré que estaba infinitamente mejor, vivir solo, ha sido la mejor decisión que he tomado en vida.
     Encuentro dos motivos principales. En primer lugar fueron tantos los problemas que desaparecieron al no tener pareja que por mucho que me afectara la soledad una simple repasada a algunos de esos problemas me hacían apreciar la situación en la que me encontraba, tener que lidiar conmigo mismo me es infinitamente más fácil que tener que lidiar con otros. En segundo lugar, es tanta la presión actual que tengo frente a mi pareja, cómo comportarme, qué decir, cómo actuar, cómo complacer, presión por todos lados, tanta que tener una pareja ya no sólo acarrea los problemas comunes de convivencia, sino que requiere tal nivel de adiestramiento mental que francamente no vale la pena.
     Qué es vivir con otro después de todo, no estar solo y no tener que aguantar. Todas los posibles beneficios, económicos, sociales y sexuales, que podría llegar a tener una pareja, son esencialmente pequeños consuelos, pequeñas excusas que se crean para tapar los problemas que se crean económica, social y sexualmente.
     Desde que acepto mi soledad todo a florecido, mi carrera, mi espiritualidad, mi físico. Lo más difícil de todo el proceso fue llegar a la soledad misma. Primero la encontré estando en pareja. Vi claramente los recursos mentales y físicos que estaba desperdiciando en la nada, en ese tercer estado que se crea entre dos; la relación. Es cómo una tercer persona ficticia que se crea entre dos personas, y esa tercer persona es malcriada, posesiva, egoísta y fastidiosa. Una vez que pude identificar ese tercer estado y comencé a sacarle recursos la relación se empezó a venir abajo. Fueron meses de peleas, charlas, problemas, hasta que llegué a la inequívoca conclusión de que lo mejor, es estar sólo. Por suerte todavía no tengo hijos, porque los niños no son otra cosa que otorgarle vida y poder supremo a ese tercer estado. Durante este periodo de separación mi pareja me profesaba un gran amor. Pero esta palabra poco a poco ha ido perdiendo significado para mí, es más no significa nada. Para mí, ahora, hay atracción, después compromiso y después mantenimiento y aguante, nada más. El amor no es nada, no existe.
     Así que ahora estoy solo, me sobra el tiempo, mis pensamientos son claros y precisos, mi salud está mejor que nunca, me entretengo con lo que me gusta y cuando me gusta. El mundo no necesita niños, no le hago daño a nadie, internet me da casi todo lo que necesito, de vez en cuando me caliento y necesito tener sexo, y lo tengo, nada más. La soledad es la solución del hombre contemporáneo.
     Como hombre solo consumo mucho menos que la mitad de dos, así que es ecológico, como miembro de una familia unipersonal no me afectan el noventa y nueve por ciento de los problemas de la sociedad, y lo más importante no colaboro con la mayoría de los problemas que la aquejan, y lo que es todavía más importante, me siento un autentico revolucionario, ya que la sociedad ni siquiera contempla mi posición como validad, el hombre solo no aparece en ningún lado, lo cual me hace pensar que soy una traba para el sistema, y eso me gusta.
     El único problema real que tuve, pero lo solucioné muy simplemente, es que a veces siento una necesidad imperiosa de dar cariño, quiero dar cariño, y no encontraba dónde depositarlo, me hubiera gustado dárselo a extraños, pero los extraños no saben recibir cariño de un extraño. Lo solucioné con un perro, adopté un perro, que cuido y malcrío con la atención y la verdad que se merece un ser vivo.
     Soy feliz.

La verdad sobre Héctor.

La verdad, es que hay un Héctor bueno, y hay un Héctor malo, el malo está escribiendo esto y el bueno le está chupando la pija.

Almas gemelas.

- ¿Existen las almas gemelas? - Si. - ¿Cómo se encuentran? - No se encuentran, se reconocen. - ¿Cómo se reconocen? - Cuando dejas de mi...