Este capítulo, junto con otros dos, fue eliminado en la edición final de Vuelta de campana. La novela con todos los capítulos se titulaba "Nodo".
Título:
El Absoluto.
Por:
Samuel O'Hare.
Traducción:
Héctor Baptista.
Terminado:
Boston, 26 de Noviembre, 1976.
Estoy
en el espacio y espero en el tiempo.
Continuidad
El
tiempo pasará,
mientras
corre y se esconde
bajo
los poros y por los recuerdos.
Atento,
expectante,
ávido
de atención,
pendenciero
si se encuentra en el olvido.
El
tiempo,
horas
imaginarias,
presión
de un final,
certero
y,
aunque
lo sepamos, sorpresivo.
El
espacio permanecerá,
en
la mente de los que se quedan y en la historia de los que se fueron.
en
la visión constante y en la estacionaria (léase papel).
Fijo,
manipulable,
orgulloso
medio de sonido,
sabiéndose
necesitado y poderoso.
El
espacio,
yardas
relativas,
crees,
que
cuanto más, mejor.
El
tiempo y el espacio,
unidades
engañosas
contundentes
en su posición de vitalidad,
rivales
si se encuentran en desbalance
(posible
y frecuente)
Resultado
de su relación:
velocidad.
La
espera:
tiempo
domesticado,
capacidad
de contener,
ansia,
expectativa y deseo.
Eterna:
significa no
decidir,
nada nuevo se hace,
antihumano y cruel.
Inexistente:
es un continuo
empezar,
no hay progreso,
insalubre y
mefítico.
Oportuna:
síntoma de
bienestar,
mejora en un nuevo
hacer.
Paciencia.
Movimiento
Esto.
Las palabras, como el tiempo mismo, encuentran su sentido en el
proceso, la lo pasado determina a la lo que viene.
Recordamos
fracciones y vivimos continuidad,
en
la repetición está el pasado, en volverlo a vivir, en recordar.
Líneas
de tiempo y puntos en el espacio,
múltiples
planos.
Evolución
Necesidad,
continua,
de
acción.
Movimiento,
constante,
de
energía.
Ciclo
fabuloso que castiga el detenerse.
Resulta
curiosa la dualidad del humano,
compartida
con la luz,
ésta
onda y partícula,
nosotros
mente y materia.
Movimiento
Múltiples
planos.
Millones
al mismo tiempo.
Billones,
cada
vida una realidad.
La
información de una sola,
procesamos,
en
ella vivimos.
Imágenes,
sesión
aleatoria, intermitente,
posibilidad
y confianza.
Imágenes,
a
veces,
se
quedan por su singularidad,
se
quieren copiar,
se
desean guardar,
modificar
un tanto en su esencia, pero igual atesorar,
algo
pasa y se quiere tener:
mismo
resultado con pintura,
esencia
con madera,
amplitud
con palabras.
Imágenes
que pasan.
Nuestra
avaricia nos condena,
nuestro
ego nos ciega.
Sonidos,
irrigación
interna,
satisfacción
instantánea.
Sonidos
a
veces,
se
quedan por su singularidad,
se
quieren reproducir,
se
desean mejorar,
crear
a partir de un algo, atesorar,
pasa
y se quieren hacer:
con
un instrumento,
con
la voz,
con
tecnología.
Sonidos
que guían el ánimo.
Nuestra
avaricia nos condena,
nuestro
ego nos ciega.
Retórica,
modificadora
de realidad,
aduladora
e hiriente,
reparadora,
inquisitiva.
Continuidad
Ser
insignificante, no importa qué tan grande,
la
proeza o la maldad,
el
resultado es ínfimo en comparación con el todo,
y
al mismo tiempo,
nuestra
realidad está definida,
dictada,
por
nimiedades,
minúsculos
acontecimientos que modifican,
percepción
y relación,
con
lo que nos rodea.
Pensar
en esto, productivo.
Conocer
de algo, peligroso.
Confiar
en el conocimiento, delicado.
Saber
que todo es variable e irrepetible, ideal.
Nuestra
avaricia nos condena,
nuestro
ego nos ciega.
Hablar
de percepción,
cambiar
las formas,
toda
percepción es pasado.
Evolución.
Y
las costumbres que nos carcomen,
y
nos pesan,
y
nos gastan,
costumbres
enemigas,
peso
innecesario que acarreamos,
peso
que no existe,
nos
olvidamos del sol y otras estrellas,
nos
encerramos en las fechas y manijas,
en
el encierro que dan los números,
60,
60, 1, 24, 7, 30, 31, 365.
Marcas
determinadas,
(sí,
se sabe, el número no es el objeto)
tanta
presión es abrumadora,
ahora
es cotidiana,
necesaria,
saber
cuándo empieza, cuándo termina.
Ahora, ¿lo tienen que abarcar todo?
Ya
están (números) en la raíz misma de la naturaleza,
¿es
necesario que estén entre nosotros?
¿Necesito
contar desde el día que sé tu nombre?
Me
gusta saber cuándo es apropiado cosechar,
no
tanto, cuántas cosechas llevo.
Continuidad
Sombras
y luz,
así
somos,
así
estamos,
perteneciendo,
uno
con el otro,
necesitando,
uno
definiendo al otro.
Comparando,
queriendo
y sin querer,
en
la comparación está el gusto.
¿Y
la realidad?
Formada
por el choque,
por
la exteriorización de los presentes.
Azar,
suerte, lo que queda es esto:
reducir
posibilidad y aumentar probabilidad.
Toda
percepción es pasado.
La
vida cabe en un instante.
Un
espermatozoide,
una
bala.
El
átomo.
Si
(B) bemol.
Sólo
Si.
La
vida cabe en un instante y a veces sobra espacio.
Todo
cabe en la nada,
y
la nada cabe en cualquier parte.
Continuo
movimiento,
aserción,
definitiva,
de
que nada acaba.
Tu
propia vida,
la
muerte de tus padres,
el
nacimiento de tus hijos,
no
hay nombres en la naturaleza,
porque
la palabra muere,
la
raza que se nombra,
evoluciona.
Todo
moviéndose,
mezclado,
entropía,
resultados.
Purezas
comprometidas.
Ineludible
continuidad que determina manera, modo y condiciones de iniciación.
Las garantías de éxito y derrota están dadas sólo por el
adiestramiento mental y las limitaciones, son las impuestas por
dicha instrucción. La libertad es una elección, la capacidad de
decir no. La responsabilidad, la culpa y la deuda, cargas de la
cultura. Tras el telón de textos, religiones, tradiciones y
estereotipos, están las personas.