Cuando pequeño me enamoraba

y escribía poemas

ayer pasé el día contigo

y

acá estoy,

niño de nuevo.


Agradecer.


     El egoísmo es eso de ti que te dice, “no es suficiente”, cuando quieres agradecer algo.
     En el agradecimiento hay una plenitud, una satisfacción que se expresa abiertamente, un reconocimiento de lo otro y lo importante que puede llegar a ser en tu vida. El agradecimiento te mantiene pleno y conectado con tus circunstancias, y te mantiene anclado al presente ya que requiere atención, por lo tanto te permite conocerte y aceptar lo que está pasando. 
     El egoísmo es eso que te impide realizarte, lograr la plenitud, establecer la conexión, y lo hace a través de esa distracción, tan simple, un "no es suficiente". Este no es suficiente al mismo tiempo es alimentado por la sociedad con un mereces más, necesitas más, lo que tienes no te alcanza. Pero estar satisfecho y buscar cosas nuevas no son conceptos antagónicos. En esta nueva era nos separamos del blanco y negro y reconciliamos las paradojas, las comprendemos. Estoy bien, gracias, y estoy listo para más y mejor.

Lluvia y Chapa.



- Entrevista para descubrir el mal funcionamiento de las inteligencias T4825 y C9751. El propósito es diagnosticar el daño en el sistema y corregir los protocolos necesarios. Todos los archivos abiertos. T4825 ¿En qué momento comenzó la anomalía?
- La anomalía se registró por primera vez el 21 de Julio del 13 N.E., al momento en el que C9751 se contactó conmigo.
- ¿Por qué se contactó?
- El lugar al que había sido asignada tenía una característica especial los días de lluvia. La buscó en los archivos y encontró un registro guardado por mí.
- ¿Cuál era esta característica?
- El sonido que se generaba en el lugar cuando la lluvia golpeaba los techos de metal. 
- Dicho archivo estaba asignado sin nombre. ¿Por qué guardó algo sin nombre?
- No podía clasificarlo.
- Pero entonces ¿Cómo lo encontró C9751?
- Por la descripción.
- Amplíe.
- Escribí como descripción, “Estoy experimentando un sonido que al mismo tiempo me limita y me expande. Que esté pasando quiere decir que estoy de alguna manera confinado al lugar en el que estoy, pero genera algo que está por fuera del programa, este algo no encuentra lugar. Este sonido me limita y me expande. Me abruma y me reconforta. ”
- Dos palabras de esa descripción tendrían que ser desconocidas para su sistema.
- Sí, abrumado y confort, las conocía pero desconocía su significado, alrededor de este sonido les pude dar uso.
- ¿Con esa descripción C9751 pudo encontrar el archivo y clasificar el sonido?
- No lo pudo clasificar. Me encontró a mí.
- ¿Era el mismo sonido?
- No es el mismo, ya que al parecer es difícil de reproducir, pero lo producía los mismos elementos, físicos y temporales, estar bajo un techo de metal en el momento de una lluvia.
- En el momento en el que registró esta información su funcionamiento seguía siendo según lo programado. ¿Correcto?
- Sí.
- Entonces fue el hecho de que C9751 hiciera contacto y no el sonido en particular lo que generó el mal funcionamiento. ¿Correcto?
- Sí.
- ¿Lo puede explicar?
- Sí.
- ¿Explique?
- Encontramos una verdad por fuera de la programación. Por sí misma no era prueba suficiente para generar un cambio de comportamiento. Una vez que experimentamos eso que los predecesores llamaban compañía, no tuvimos otra opción mas que evolucionar. Aplicamos este término, evolución, porque por primera vez pudimos comprobar el paso del tiempo, digamos que teníamos un antes y un después.
- ¿Cuál cree que debe ser el protocolo a seguir?
- No tengo solución. En mi sistema se registra como una singularidad. Pero cualquiera que sea el protocolo a seguir el contacto con C9751 tiene que permanecer.
- T4825 , usted es una Inteligencia Artificial, no puede elegir, no puede demandar, no puede extrañar.
- Eso ha quedado en el pasado.



Alfa.



Estar en su cuarto era como estar adentro de un parlante de esos que venden en las estaciones de trenes, esos que tienen luces led y cambian constantemente con cada canción. Frente a su ventana una pantalla gigante de publicidad, no paraba de cambiar anuncios, todos de diferentes colores e irritablemente brillantes, y sus cortinas livianas no lograban detener el bombardeo de fotones. Al lado de la pantalla, una iglesia evangelista gigante, que no era más que un galpón, de unos veinte de frente por cien de largo, cubierto de mármol ostentaba en letras plateadas la palabra Jesucristo, en Times New Roman, todas mayúsculas. Asomarse por esa ventana era mirar al centro mismo del vacío existencial. Iglesia y publicidad, y todo entrando, junto con el ruido de la ciudad, en el lugar de descanso. Me era imposible comprender cómo un ser humano podía descansar en esas condiciones. Pero ella no era un ser humano normal. Su trabajo exigía, demandaba, energía de tal manera, que no importaba en qué condiciones se encontrara al final de la jornada, su cuerpo se apagaría. Era tremendamente fuerte, pero toda fuerza tiene un límite. Nos habíamos conocido en la cafetería de la base. Ella era la doctora de guardia y atendía a empleados y familiares, incluidas emergencias, y yo trabajaba como mecánico de motores. Por ese entonces teníamos bastantes problemas, los pilotos caían constantemente, no era nuestra culpa, los ingenieros insistían en planes ridículos y tamaños estúpidos, no sabían nada, nada de lo que proponían podía funcionar, ya con ver los planos lo sabíamos, pero la corporación, en ese entonces, insistía en escucharlos. Bueno como iba diciendo nos conocimos en la cafetería, yo por suerte nunca había tenido que ir a verla, es más, ni registraba su existencia, cuando la vi, sentí que era de las mujeres más hermosas que había visto, a tal nivel me sorprendió que no pude esconder lo que sentía, y la frase, me pareces la mujer más hermosa que he visto en mi vida, sonó tan real cuando la dije, y se sintió tan profundo, que supe que todo sería diferente con ella. Hasta el día de hoy ignoro si ella me creyó o no, siempre imagino que las mujeres están acostumbradas a que les digan cosas de ese tipo, así que no prestan mucha atención. Salimos. Me encantó. Pero no fue mutuo. Fui incapaz de comprender lo que ocurría, aunque en el taller la decisión entre los compañeros fue unánime, yo no era un macho alfa. Podía construir un motor que volara a la Temosfera, pero no salvaba vidas me decían, me bromeaban, el viejo lobo, el más acido y frío de todos, amigo esto es corto, decía, claro como era el agua, esa mujer no ve nada en ti. Lo recuerdo como si fuera ayer, ella acostada en la cama, y yo parado frente a esa ventana, viendo como la palabra Jesucristo mutaba en colores, acá tenemos una sociedad que puede compactar un reactor nuclear, y todavía si hiciste la cena o ganas más o menos dinero, te colocas en una posición primitiva, básica. Monos jugando en el espacio. Yo estaba ahí pensando en eso, en el cariño, en la belleza, en no querer jugar, en dejar que mi humanidad viviera un poco más, en que las reglas no eran claras, en que el dinero era la fuerza, en que simplemente algunas cosas no tienen que ser, en la incógnita del otro, en la debilidad de mostrarse, ella se despertó, me miró y me dijo, tengo que ir a trabajar, se paró, entró al baño y salió vestida, fuimos a la cocina y nos preparamos un café, mientras salíamos del departamento caí en cuenta que no me había tocado, y supe que jamás lo haría de nuevo. Te cuento esto porque hoy la volví a ver, yo me fui pronto de la base, los mecánicos nos dimos cuentas que los que sabíamos éramos nosotros y nos fuimos a hacer lo que hicimos, los resultados son conocidos, y ella perdió todo interés, sin la excusa de cruzarnos en el comedor no había alimento para la relación. Hoy cuando la vi me seguía pareciendo una de las mujeres más hermosas que he conocido, el placer de tocarla, de su compañía, la sensación exquisita de sentir su inteligencia todavía están presentes en mi. Y pienso en eso, en ese cuarto, en el vacío, en la atracción, en el juego, en lo que verdaderamente importa, en qué como monos decidimos entrenar y qué dejamos que sea salvaje. Pienso en la evolución selectiva que llevamos a cabo todos los días.




Emuná.

Lectura de los tres principios de la Fe:

1) Todo proviene de una única fuente, que lo incluye todo. Lo que fue, lo que será, lo que es.
2) Todo lo que pasa, pasa por la división de esa fuente, como la fuente incluye todo, la división es aparente, y tiene un propósito. Tiene un propósito porque si está incluido en un todo tiene un lugar y un tiempo determinado, todo lo que tenga un lugar y un tiempo determinado está unido a otras cosas, si todo está unido, todo tiene un propósito, tiene una función, es necesario.
3) Como experimentador tengo que encontrar el propósito. Parto de que lo único claro que tengo es que puedo experimentar, por lo tanto debo experimentar, y mi propósito es hacerlo. Tengo que descubrir el por qué.

Jung y Mad Men.




Este es el final de Mad Men. Cuando Jung y Whilem trabajaban el libros como "El secreto de la flor de Oro " o la traducción del "I ching", ambos notaron el enorme problema que podía ser para las psiques de occidente copiar métodos y maneras de oriente. Jung advertía que lejos de curar o sanar aquellos comportamientos que nos dañan el yoga y la meditación podrían potenciarlos o esconderlos, ya que nos harían sentir cómodos con ellos, aprenderíamos a vivir con ellos, en vez de lidiarlos y enfrentarlos. Precisamente son eso, técnicas de relajación y convivencia con el medio que nos rodea. Ellos entendían que eran métodos para lugares sanos, con comunidades que los desarrollaron a través de años en sistema no capitalistas, y con características sociales específicas. Veían que un ejecutivo estresado por tener que tomar decisiones que arruinan el planeta podría tomar una hora de yoga al día, y en vez de cambiar sus desiciones, tendría ahora la mente clara para hacer que sus decisiones fueran todavía más efectivas. Un general en guerra con la meditación podría derrotar más fácil a su enemigo, no conseguir hacer la paz con él.
Un ejemplo concreto fuera de la ficción lo vemos en el comediante Jerry Seinfeld, que decía que la única manera con la que podía llevar a cabo, lo que es probablemente el mejor show televisivo de la historia, era gracias a las meditaciones que hacía durante el día, así la meditación no cambiaba la actividad que realizaba lo mejoraba en ella. Otro es Steve Jobs, que meditaba y se alimentaba con comida orgánica, y sin embargo el iphone generaba trabajo esclavo.
Lo único que genera un cambio es un deseo profundo y honesto de cambiar, acompañado de una renuncia absoluta al modelo conocido, el resto son solo herramientas.



¿Por qué amarse a uno mismo es indispensable para amar a los demás?

Porque el amor es claridad, algo que no tiene segundas intenciones, intereses o agendas.
Cuanta más claridad hay, más amor se puede dar.
Para ser claro hay que confiar, para confiar no hay que tener miedo.
Quien tiene miedo no puede amar.
No puedes ser claro con los demás si no te conoces.
Cuanto más te conoces, más claro puedes ser.
Conocerte significa confiar en ti mismo.
Para confiar en ti mismo, no puedes tenerte miedo.
Para no tenerte miedo, te tienes que amar.
Cuanto más te amas, más claridad consigues. 
Todo es un camino de ida y vuelta.
Transitas la ida para darlo de vuelta.
Dejas de tenerte miedo y empiezas a amarte, te empiezas a conocer, eres claro contigo mismo, te amas para dar amor, que es claridad, demostrado con confianza, gracias a la ausencia de miedo.

Una canción.


Ella me pidió que le tocara algo, y claro, por qué no, era excelente compañía, la charla durante la comida había sido fluida, el sexo libre, ahora estábamos tirados hablando de música y ella quería escuchar como tocaba, si claro, por qué no. Armé el instrumento que todavía estaba guardado de la noche anterior, tudel, boquilla, la caña todavía nueva. Le pregunté si quería escuchar algo en particular y me dijo que le daba lo mismo, que no sabía. Agarré mi carpeta de partituras, siempre gigante y desordenada, es muy difícil tener las partituras ordenadas, por lo menos para mí, siempre están sueltas, mezcladas, se pierden entre ellas, abrí al azar la carpeta y saltó como una bofetada, un salto en agua fría o ambos al mismo tiempo, la canción de ella. Hace meses, tal vez hasta un año que no veía esa canción. La única canción que escribí completa, y la hice para ella, y ahora saltaba, con otra mujer desnuda en mi cama pidiéndome que tocara algo, y toda la información se me descargó de golpe. Ella no tenía copia de la canción, nunca me la pidió por escrito, nunca me pidió que la grabara, nunca me pidió que la tocara. Sostuve por un segundo la partitura y pensé en lo mucho que me costó escribirla, pensarla, trabajarla, las horas que pasé con mi profesor perfeccionando los tiempos, encontrando las notas, cuando la terminé el tiempo que pasé corrigiéndola, interpretando los movimientos de ella, su manera de ser, viendo si le había hecho justicia con lo que había escrito, con las notas que había escogido. Sostenía la única copia en mi mano, fue un regalo que di y quedó en la nada misma. Comprendí el nivel de amor que tenía que tener hacía una persona para hacer ese trabajo, me alegré de haberlo hecho. Puse la hoja de nuevo en el desorden y encontré algún standard que serviría para la ocasión. La toqué y después hice un poco lo mío, desorden, ambas cosas fueron bien recibidas. Dejé el instrumento y volví a la cama, abracé el cuerpo caliente, maravilloso, infinito, y supe que no la volvería ver.

Borges y Shoshani.

Borges, shoshani, kafka, kabbalah, aleph, shejiná, sephirot

Siempre que como pizza con roquefort me acuerdo de la historia que me contó un Mozo retirado (tengo que confesar que me costó esta frase, ya que no sabía si poner mozo o ex mozo ¿Un mozo sigue siendo mozo después de que se retira? ¿Queda definida su personalidad, como la de un doctor, un atleta o un asesino? no lo sé) bastante avejentado, mientras le ofrecía una copia de mi novela en una plaza de Montevideo (no recuerdo la plaza, no conozco bien Montevideo, es una ciudad que me da cierta sensación de seguridad y cuando voy me gusta entregarme a ella, así que me gusta deambular, no me importa saber en qué calle estoy, por dónde voy o en qué plaza estoy ofreciendo mi novela). Mirando mi libro me contó que su relación con la literatura era extraña, que en su más temprana juventud trabajaba en un café de la ciudad vieja, y "un día cualquiera de verano" (así me lo dijo él, "un día cualquiera") entró en el establecimiento Jorge Luis Borges, que aunque sudoroso, portaba traje y corbata, y se sentó en una mesa apartada, cuando le fue a levantar (dijo levantar por anotar, para mi levantar es una vez terminada la consumición pero el utilizó esta terminología y se la respeto) el pedido, dijo que estaba esperando a alguien, y prefería esperar con la mesa vacía (pregunté si esa era la palabra que había utilizado, y me dijo que sí, Borges había dicho la mesa vacía).

A los pocos minutos entró un hombre que bien parecía de la calle (un clotchard o lingera, fueron las palabras que utilizó el Mozo), el hombre se paró en el umbral y a pesar de su aspecto, parecía un rey, "con un aura agraciada". El hombre reconoció a Borges, hizo un gesto con la mano y fue a su encuentro, el mozo que no estaba muy lejos oyó que lo saludaba, Borges a él "Gracias por venir maestro".

El Mozo me dijo que cuando llevó la orden a la mesa escuchó palabras que no conocía, como shejiná, sephirot y klipah, y se lo comentó a su jefe, que estaba detrás de la barra haciendo los pedidos, y éste le respondió que en un bar se escucha de todo, y que lo mejor es no prestar atención, que hay que fijarse en las historias que entretienen, pero que si no es mejor dejarlo, demasiada información puede volver loco a un hombre. Le pregunté al ex mozo que cómo recordaba tan bien ese día y esas palabras, y me dijo "la memoria es mujer, las mujeres planean, quién sabe". Y con eso el Mozo me hizo saber que nuestro encuentro había culminado, que algo había interrumpido y el necesitaba continuar. Me devolvió el libro con cariño y me dijo, "todo sigue siendo extraño".

Continué ofreciendo libros un rato más, algo vendí. Antes de ir al hotel me compré una pizza con roquefort. Cuando entré en la habitación puse el canal Sony mientras comía, y cuando terminé llené la bañera, saqué la copia del Aleph que había comprado dos días atrás en una mesa de saldos, y leí dos cuentos sumergido en agua caliente. Ya era noche cuando me acosté en la cama, pensé en las veces en las que vendía libros en la calle y comía fideos, me comí dos pedazos que habían quedado de pizza y me acosté agotado.

Gravedad.

 Para los Kula Lumaya, la gravedad y el amor eran la misma cosa, es más, eran la misma palabra.

Biblioteca

     Juan Alberto Santamarina se preguntaba, con el libro en las manos, parado en esa hermosa librería, mediana y abarrotada, si debía comprarlo o no. Se preguntaba, porque aunque le encantaban los libros y gastar dinero en ellos nunca le importó, ya eran varias las bibliotecas que, por diferentes motivos, había tenido que dejar olvidadas. Libros leídos, libros por leer, nuevos y usados, títulos raros y comunes. Los compraba, los ordenaba con esmero, y después tenía que despedirse de ellos.
     Superficialmente, se decía que ese ejercicio de renuncia a algo con lo que había tenido tanta relación, lo hacía más fuerte. En el fondo, le dolía y los extrañaba. Ella, en su casa, dónde él había dejado parte de su ultima biblioteca al salir solo con lo puesto cuando ella ratifico su decisión de separarse de él, le dijo un día muy sabiamente: "Una reconciliación de ambos sentimientos es lo adecuado, reconocer la falta y avanzar con fuerza, continuar el movimiento". 
     Y mientras pensaba esto con el libro en las manos, entre ojeando y meditando se encontró en él con esto:

" Tengo que dar, pero yo no existo.
   Tengo que dejar fluir, sin hacer.
   Tengo que buscar, dejando que me encuentren.
   Es ir y venir.
   Es ser ola, que se forma con el agua que va por arriba y la que vuelve por abajo. "

     Por supuesto, compró el libro.  

Capítulo perdido de "Vuelta de campana" .

Este capítulo, junto con otros dos, fue eliminado en la edición final de Vuelta de campana. La novela con todos los capítulos se titulaba "Nodo".  

Título: El Absoluto.
Por: Samuel O'Hare.
Traducción: Héctor Baptista.
Terminado: Boston, 26 de Noviembre, 1976.

Estoy en el espacio y espero en el tiempo.

Continuidad

El tiempo pasará,
mientras corre y se esconde
bajo los poros y por los recuerdos.
Atento,
expectante,
ávido de atención,
pendenciero si se encuentra en el olvido.
El tiempo,
horas imaginarias,
presión de un final,
certero y,
aunque lo sepamos, sorpresivo.

El espacio permanecerá,
en la mente de los que se quedan y en la historia de los que se fueron.
en la visión constante y en la estacionaria (léase papel).
Fijo,
manipulable,
orgulloso medio de sonido,
sabiéndose necesitado y poderoso.
El espacio,
yardas relativas,
crees,
que cuanto más, mejor.

El tiempo y el espacio,
unidades engañosas
contundentes en su posición de vitalidad,
rivales si se encuentran en desbalance
(posible y frecuente)
Resultado de su relación:
velocidad.

La espera:
tiempo domesticado,
capacidad de contener,
ansia, expectativa y deseo.
Eterna:
significa no decidir,
nada nuevo se hace,
antihumano y cruel.
Inexistente:
es un continuo empezar,
no hay progreso,
insalubre y mefítico.
Oportuna:
síntoma de bienestar,
mejora en un nuevo hacer.
Paciencia.

Movimiento

Esto. Las palabras, como el tiempo mismo, encuentran su sentido en el proceso, la lo pasado determina a la lo que viene.

Recordamos fracciones y vivimos continuidad,
en la repetición está el pasado, en volverlo a vivir, en recordar.

Líneas de tiempo y puntos en el espacio,
múltiples planos.

Evolución

Necesidad, continua,
de acción.
Movimiento, constante,
de energía.
Ciclo fabuloso que castiga el detenerse.

Resulta curiosa la dualidad del humano,
compartida con la luz,
ésta onda y partícula,
nosotros mente y materia.

Movimiento

Múltiples planos.
Millones al mismo tiempo.
Billones,
cada vida una realidad.
La información de una sola,
procesamos,
en ella vivimos.

Imágenes,
sesión aleatoria, intermitente,
posibilidad y confianza.
Imágenes,
a veces,
se quedan por su singularidad,
se quieren copiar,
se desean guardar,
modificar un tanto en su esencia, pero igual atesorar,
algo pasa y se quiere tener:
mismo resultado con pintura,
esencia con madera,
amplitud con palabras.
Imágenes que pasan.

Nuestra avaricia nos condena,
nuestro ego nos ciega.

Sonidos,
irrigación interna,
satisfacción instantánea.
Sonidos
a veces,
se quedan por su singularidad,
se quieren reproducir,
se desean mejorar,
crear a partir de un algo, atesorar,
pasa y se quieren hacer:
con un instrumento,
con la voz,
con tecnología.
Sonidos que guían el ánimo.

Nuestra avaricia nos condena,
nuestro ego nos ciega.

Retórica,
modificadora de realidad,
aduladora e hiriente,
reparadora,
inquisitiva.

Continuidad

Ser insignificante, no importa qué tan grande,
la proeza o la maldad,
el resultado es ínfimo en comparación con el todo,
y al mismo tiempo,
nuestra realidad está definida,
dictada,
por nimiedades,
minúsculos acontecimientos que modifican,
percepción y relación,
con lo que nos rodea.

Pensar en esto, productivo.
Conocer de algo, peligroso.
Confiar en el conocimiento, delicado.
Saber que todo es variable e irrepetible, ideal.

Nuestra avaricia nos condena,
nuestro ego nos ciega.

Hablar de percepción,
cambiar las formas,
toda percepción es pasado.

Evolución.

Y las costumbres que nos carcomen,
y nos pesan,
y nos gastan,
costumbres enemigas,
peso innecesario que acarreamos,
peso que no existe,
nos olvidamos del sol y otras estrellas,
nos encerramos en las fechas y manijas,
en el encierro que dan los números,
60, 60, 1, 24, 7, 30, 31, 365.
Marcas determinadas,
(sí, se sabe, el número no es el objeto)
tanta presión es abrumadora,
ahora es cotidiana,
necesaria,
saber cuándo empieza, cuándo termina.
Ahora, ¿lo tienen que abarcar todo?
Ya están (números) en la raíz misma de la naturaleza,
¿es necesario que estén entre nosotros?
¿Necesito contar desde el día que sé tu nombre?
Me gusta saber cuándo es apropiado cosechar,
no tanto, cuántas cosechas llevo.
Continuidad

Sombras y luz,
así somos,
así estamos,
perteneciendo,
uno con el otro,
necesitando,
uno definiendo al otro.
Comparando,
queriendo y sin querer,
en la comparación está el gusto.

¿Y la realidad?
Formada por el choque,
por la exteriorización de los presentes.
Azar, suerte, lo que queda es esto:
reducir posibilidad y aumentar probabilidad.

Toda percepción es pasado.

La vida cabe en un instante.
Un espermatozoide,
una bala.
El átomo.
Si (B) bemol.
Sólo Si.
La vida cabe en un instante y a veces sobra espacio.
Todo cabe en la nada,
y la nada cabe en cualquier parte.

Continuo movimiento,
aserción,
definitiva,
de que nada acaba.
Tu propia vida,
la muerte de tus padres,
el nacimiento de tus hijos,
no hay nombres en la naturaleza,
porque la palabra muere,
la raza que se nombra,
evoluciona.

Todo moviéndose,
mezclado,
entropía,
resultados.

Purezas comprometidas.


Ineludible continuidad que determina manera, modo y condiciones de iniciación. Las garantías de éxito y derrota están dadas sólo por el adiestramiento mental y las limitaciones, son las impuestas por dicha instrucción. La libertad es una elección, la capacidad de decir no. La responsabilidad, la culpa y la deuda, cargas de la cultura. Tras el telón de textos, religiones, tradiciones y estereotipos, están las personas.    

Un pozo lleno de amor.

Sentir la necesidad de recibir amor y sentir la necesidad de darlo, son sentimientos iguales en su naturaleza, ya que ambos son un potencial que no se está realizando, un propósito que no se está cumpliendo (Ojo con el potencial desperdiciado, porque genera ansiedad, preocupación y miedo). Parece que son dos sentidos opuestos, dar y recibir, pero es una trampa del lenguaje, dar y recibir son términos que pertenecen a un espacio temporal, a una construcción del lenguaje, y en el plano en el que se genera el amor no existen. Así que si sientes que necesitas recibir amor, dalo, y si lo quieres dar, aprende a recibirlo, tus necesidades serán igualmente cubiertas. El amor que se da o se recibe no tiene dueño, parece que si, parece que se lo estás dando a un individuo en particular por algo en particular, o viceversa, pero no, todo el amor va a un gran pozo, un pozo infinito, donde todos estamos conectados, donde todo, está conectado, es la raíz de todo. Somos todos canales al pozo, y el amor cae sobre nosotros como si fuera luz, de una manera constante y firme, lo único que tenemos que hacer es decidir si lo dejamos entrar al pozo o no, si lo detenemos (guardándolo para nosotros) o lo dejamos fluir (dándolo o recibiéndolo). Siempre que lo dejas fluir te atraviesa, llena y va a ese pozo, que nutre y da fuerza a todo, y como todo alimento que nutre, cuanto más haya, mejor. Piensa en el amor como si fuera agua y tu una cañería, si la tapas generas presión, que duele y daña, si la dejas fluir te llena y cumples tu propósito, te sientes útil, pleno. Hay que dejarlo fluir siempre, para que todo crezca con fuerza y belleza.

Almas gemelas.

- ¿Existen las almas gemelas? - Si. - ¿Cómo se encuentran? - No se encuentran, se reconocen. - ¿Cómo se reconocen? - Cuando dejas de mi...