La verdad sobre Héctor.

La verdad, es que hay un Héctor bueno, y hay un Héctor malo, el malo está escribiendo esto y el bueno le está chupando la pija.

No hay vacío.

me gusta la lluvia porque llena el vacío
pero 
no
no hay vacío

Después de la lluvia.


Después de cada lluvia la playa es virgen. La arena nunca se empareja, nunca queda como el primer día, ese primer día en que la roca hecha polvo se acomodó bajo el agua y sobre el fuego. La arena no sabe emparejarse, pero si sabe borrar sus huellas. Cada cosa en su lugar, nunca como el principio, pero cada tanto como si no estuviera el hombre. Principio de todo y principio de cada vida, montado un ciclo menor en uno mayor, círculos cruzados, la materia es valiente, pero se rinde ante el ciclo, el tiempo es más poderoso que el espacio. Después de cada lluvia, se borran las huellas que el viento no pudo, el viento esparce, el agua moldea, la tierra y sus huellas, el fuego oculto. Todo es eterno menos la huella.   

"Ulises" de Joyce es fácil de leer.

   
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     El "Ulises" de Joyce es fácil de leer, pero esto no es lo que se escucha, escuchamos lo contrario.
     Basta sondear un poco en la bruma que generan alrededor de "Ulises" de James Joyce, para encontrarse con adjetivos como "difícil", "complicado", "exigente", el libro está rodeado de intelectuales que con grandes carteles de "cuidado" alejan y desalientan la lectura de aquellas personas que buscan algo accesible al momento de entretenerse con la lectura. Me parece increíble que esto pase, y encuentro dos posibles explicaciones, una, que no lo han leído, dos, que los intelectuales se quieren quedar "Ulises". Si es la primera, que lástima, si es la segunda, no, "Ulises" es de todos y no se lo pueden quedar.
     La razón principal por la cual "Ulises" es tan accesible, es la misma por la cual uno puede disfrutar a Beethoven o del chocolate, es un producto armonioso. No es necesario ser músico profesional para disfrutar la Novena Sinfonía de Beethoven, o cocinero para saborear una barra con 60% de cacao, cualquiera puede escuchar o probar y sentirse satisfecho sin conocimiento previo. "Ulises" es accesible a todos en la misma manera, ya que es un producto profundamente armonioso. Las descripciones son tan precisas en cuanto a los sentidos, que lo único que se requiere del lector es eso, que sepa leer, no requiere ningún tipo de conocimiento previo para ser disfrutado. El lenguaje que utiliza es claro, simple y la historia fácil de seguir y de entender. "Ulises" es un libro que te lleva de la mano todo el tiempo, te acompaña, no te deja solo, y Joyce te da todo lo que tiene en cada palabra, en cada espacio, durante todo el libro, es un libro que tiene que ser leído con total soltura y tranquilidad, no tienes que saber nada para leerlo, nada.
     Ahora, que es un libro cargado de referencias, qué es un libro laberíntico en su trastienda, si, nadie lo discute, pero que libro no, hasta la novela más simple está cargada de referencias personales de su autor, está cargada de referencias de la cultura hasta el momento, está cargada de toda la determinación que hasta el momento hizo posible esa obra. Artículo tras artículo, papel tras papel, se hace énfasis en ese estudio, en esa trastienda que carga "Ulises", en esos pequeños descubrimientos que hacen los estudiosos a las referencias, y está bien, es positivo y es divertido, pero no es lo importante, lo importante es que está bien escrito y cualquiera que sepa leer lo puede disfrutar, nada más. Está tan bien escrito que uno puede disfrutar leyendo cualquier parte del libro por sí misma, cualquier capítulo, cualquier párrafo, y disfrutarlo por si mismo, cómo cualquier buena sinfonía, puedes tener una parte preferida, volver a él, leerlo una y otra vez, leer solo una parte, zambullirte en él, adelantar las partes que no te gusten, porque el libro en sí es un placer y cualquier parte de él es disfrutable, y como Joyce te da todo en cada parte, cualquier momento es pico, no hay mejor parte.
      La prueba máxima de esta claridad es el libro que siguió a "Ulises", el "Finegans Wake" un libro absolutamente ilegible, complicado, duro, laberíntico en cada palabra, es más Joyce inventa palabras constantemente, lo cual lo hace un libro que requiere otro conocimiento para ser entendido, un estudio, un desglosamiento de la obra para poder acceder, un libro difícil. El mismo autor parece darnos la clave, hago esto de esta manera y esta de otra, sepan diferenciar, escuchemos que después de todo, lo escribió él.
      Se aleja el trabajo intelectual de las masas porque se cree que se necesita un conocimiento extra para ser disfrutado, como todo se necesita un conocimiento extra para ser estudiado, pero no para disfrutarlo, pasa con las artes plásticas, pasa con la música, la única división entre la élite cultural y lo popular, más allá del volumen de los espectadores, es que la élite cultural es crítica con sus gustos y los quiere dominar, quiere tener control de ellos y hacer el acceso limitado, generalmente con frases como "tienes que leer mucho antes de entenderlo" o simplemente "te falta para comprenderlo", la élite cultural lo que hace es eso, mantener su entretenimiento alejado por medio de carteles de cuidado, nada más. Pero basta de esto, no hace falta tener ningún conocimiento para disfrutar el arte.        
    El buen arte, es conocimiento en sí mismo, es un nuevo conocimiento, es un nuevo lugar, así que el análisis que se haga de él, es cómo dije antes, entretenido, positivo, nos ayuda a aquellos que queramos profundizar en el estudio de la obra, pero no es la obra y no es necesario para disfrutarla.
     "Se trataba de una situación apurada pero, echando mano del sentido común, evidentemente no había otra cosa que hacer sino poner al mal tiempo buena cara e irse a pata lo que consiguientemente hicieron" del Ulises de Joyce, no hay que tener un Doctorado en física cuántica para entender eso.

Entre las cuerdas.

I

- Alex, me lo puedes explicar de nuevo.
- Si, pero no te compliques con los particulares, simplemente piénsalo así, un punto no puede hacer mucho, se mueve de cierta manera, genera ciertas cosas, pero es un punto, se puede mover como punto, listo, pero una cuerda puede generar otro tipo de movimiento, generando muchas variables, no sólo una. Entiendes?
- Si, lo entiendo.
- Bueno, entonces piensa en eso, si lo más pequeño que tenemos en el universo es un punto, eso generaría un movimiento de punto, y una relación con otros puntos, un poco limitada, ahora, si fuera una cuerda la relación con otras cuerdas sería mucho mayor, generando muchas más posibilidades.
- Si, entonces.
- Entonces nada, entonces eso, las cuerdas generarían otras dimensiones, otras cosas.
- Y dónde están esas cosas?
- Estarían acá.
- Está bien, suena un poco a magia, pero está bien. Un poco como preocuparse si hay vida en otros planetas teniendo un muerto de hambre a la vuelta de casa.
- No tiene nada que ver.
- Si ya sé.
- Estas viejas de mierda, tenemos veinte minutos para comer y nos pasamos la mitad caminando detrás de las viejas, todos los días lo mismo.
- Nuestras enemigas a muerte.

     Alexander se preocupaba por los pormenores de la física y era un gran lector de revistas científicas, blogs académicos y demás. Damián utilizaba el internet para ver pornografía, y bajar juegos y música. Ambos trabajaban en un salón de llamadas en la ciudad de Buenos Aires, vendiendo servicios telefónicos a clientes de Estados Unidos. Se conocieron en el entrenamiento, unos tres años atrás, ambos estaban deprimidos por comenzar un trabajo así a los 32 años, coincidían en edad, y eso los unió desde el principio. Alexander había perdido todo en un emprendimiento digital, seis años estuvo al frente de su empresa diseñando folletos técnicos para la industria farmacéutica, vivía con su novia, pareja que mantenía desde hace siete años y nunca amó. Damián nunca pudo encontrar su lugar en el sistema, así que había entrado en el trabajo como se entra en cualquier empleo por necesidad, era soltero, cuando tenía 28 años su novia se suicidó, dejándolo incapacitado para tener una pareja.
     Trabajaban seis horas por día ya que el trabajo es considerado como insalubre y por ley no se puede trabajar más que eso, cómo ambos tenían que tomar solo un medio de transporte para llegar a su casa, tenían tiempo para conversas después del trabajo, lo único que tenían en común era una inconformidad hacia la vida. Alexander no se quejaba, sufría su nihilismo en silencio, atascado siempre en las posibilidades, viendo que todos los caminos eran siempre una variación de algún diseño previo, y creyendo en su situación como un resultado de sus acciones. Damián no paraba de hablar del "sufrimiento del hombre contemporáneo" de su "desperdicio de esencia divina" de su "situación descolocada frente al mundo natural", de su "espiritualidad". Juntos se entretenían.

II

     Después del trabajo los amigos se juntan a tomar un café.

- Mira estas viejas Alex.
- Si, qué pasa.
- Por qué van tan tranquilas por la vida?
- Me imagino que porque llegaron lejos.
- Nada más?
- Nada más.
- Tal vez sí, llegar lejos es suficiente, van tan tranquilas, no es que puedan correr de felicidad por ahí, pero parecen imperturbables, parece que solo se molestan cuando están detenidas, cuando están por pagar o cuando están en la parada del micro, en movimiento son imperturbables.
- Di imperturbables una vez más.
- Imperturbables.
- A lo mejor solo pueden hacer una cosa a la vez, si se están moviendo están haciendo algo, punto.
- No has leído nada sobre eso en tus revistas científicas.
- Algo sobre el movimiento de las ancianas, no la verdad que no, tu has visto porno sobre eso.
- Algo, pero la verdad que ver a una vieja coger no es muy erótico.
- Hay mucho de lo que podemos hablar, no tenemos que hablar sobre la sexualidad de la tercera edad.
- No estoy hablando de eso, estoy hablando de lo imperturbable que son esas señoras al caminar, demuestran una determinación sobrenatural.
- No es para tanto.
- Bueno, para mi lo es.
- Te apuesto lo que quieras a que no es sobrenatural.
- Cómo?
- Bueno pues basta con hablarle a alguna de ellas, mientras camina, eso demuestra que hacen dos cosas al mismo tiempo.
- Hagámoslo.
- Por qué quieres molestar a las señoras.
- Hagámoslo.

      Damián pide la cuenta y Alexander se le queda mirando y dice que no con la cabeza sin decir nada, todavía no entiende como puede tener tanta energía para desperdiciar, todos los días tiene un nuevo proyecto que no va a ningún lado y es absolutamente ridículo, ha llegado a la conclusión que es su situación de soltero, no gasta la energía que se gasta normalmente en discutir, argumentar y pensar en la pareja. Damián paga rápido dejando una propina exorbitante, obviamente ya solo está pensando en molestar a alguna señora. Apenas salen del café ve a pocos metros una señora caminando, se acerca y le pregunta la hora, la señora se detiene y le contesta, en seguida le dice que siga caminando y la señora se le queda mirando en silencio, el insiste y le dice que continúe, que la acompaña, que charlen un rato, la señora lo empuja asustada y continua caminando, está vez un poco más rápido, sin darse la vuelta. Ve a otra en la vereda de enfrente, se cruza y está vez dándose cuenta que su pregunta inicial es muy sencilla, decide que tiene que cambiarla, esta vez pregunta por un supermercado cerca, esperando una dirección, la señora se detiene y le indica, rápidamente sigue su camino y el la acompaña, cuando está por preguntarle otra cosa la señora se detiene a escucharlo, el insiste para que continúes caminando, pero la señora simplemente le dice que le pregunte lo que necesita que tiene que continuar, el insiste diciendo que le pregunta mientras caminan para no hacerla perder tiempo, la señora hace un gesto de fastidio con la mano y sigue caminando, el la acompaña un par de pasos, pero cada vez que abre la boca la mujer se detiene. Damián se da cuenta que la señora se detiene para escucharlo. Hacen tres intentos más, todos con resultados inconclusos.

- Te digo Alex que acá hay gato encerrado.
- Gato de Schoringer.
- O siamés, no sé, pero hay gato encerrado.

     Los amigos desisten, caminan un poco charlando sobre otros temas después parte cada uno a su hogar.


III

     Pasan los días, pero Damián no puede dejar el tema. Todos los días quiere hablar sobre eso, busca información en internet sobre la tercera edad, sobre la concentración.

- Te digo Alex que algo pasa.
- Mira no pasa nada, a lo mejor simplemente se paran para hablar y punto, les cuesta hacer más de un cosa a la vez, por viejas.
- No, estas mujeres son muy capaces.
- Damian, busquemos a una, y le pedimos caminar con ella un rato, y listo.
- Esa es una buena idea, ser directos, escuche señora podemos caminar con usted un rato, nada raro, solamente queremos hacerlo, algo así.
- Si, a lo mejor no pasa nada.
- Bueno entonces lo que tenemos que hacer es intentar que reduzcan el paso, ya sabemos que una vez que están andando no se pueden detener, veamos cual es el punto de ruptura.

      Los amigos salen del trabajo, y antes de molestar a las viejas, deciden ir a tomar una cerveza. Por ser viernes, una se convirtió en dos, dos en tres y así hasta que Alexander fue a vomitar al baño. Pidieron café y vieron la hora, todavía era temprano aunque ya estaba bastante oscuro, entonces Damián dijo, "vamos a molestar a alguna viejita", Alexander estaba hecho una piltrafa, así que se dejó llevar, caminaron un rato hasta que vieron a una señora, de avanzada edad, caminar lento por la vereda, Damián se acerca medio llevando a rastras a Alexander y le habla a la señora, apenas abre la boca la señora se detiene, "Discúlpeme que la moleste pero mi amigo y yo estamos un poco mal del estomago, hemos comido algo que nos cayó muy mal, podríamos caminar con usted, por seguridad", la señora se le quedó viendo casi un minuto, y no le dijo nada, hasta que en un momento movió los hombros y la boca en señal de indiferencia.
     La mujer comenzó a caminar y Damián empezo a caminar con ella, pero enseguida la rebasaba, dos tres pasos, y se le adelantaba, intentaba ir más lento, pero no podía, tenía que detenerse, dar un paso detenerse, o dar dos tres normales y ahí detenerse. Alex reaccionó un poco, se dio una bofetada, y dijo en voz alta, esto dejámelo a mi, se recuesta de Damián y se poné frente a la señora y empieza a medir sus pasos con respecto a la cercanía con la señora, y así fue reduciendo poco a poco la velocidad de sus pasos, empezó con un metro de diferencia y fue reduciendo poco a poco, la distancia de sus pasos, la velocidad con la que los daba, estaban por llegar a la esquina cuando notaron que habían por fin igualado a la señora, entonces Damián va hablarle a la señora cuando Alex dice, "No", y lo que hace es reducir un poco más la velocidad, y el ritmo, para ver si puede hacer que la señora disminuya la velocidad antes de hablarle, lo logran, la señora disminuye un poco la velocidad, y cuando lo hace, ambos sienten un golpe muy fuerte en la cabeza y caen desmayados.

IV

     Los amigos se despiertan en la misma vereda. El primero en despertarse es Alexander, ve a Damián tirado en el suelo, está un poco raro, bastante más gordo, tiene un dolor de cabeza terrible, no le presta atención, ve un kiosko que no había notado la noche anterior, y se levanta para ir a comprar algo con cafeína y azúcar. Todo en el kiosko es ligeramente diferente, ve a un hombre hablando por un celular viejo, bastante viejo, compra una gaseosa y cuando da el primer trago se sorprende al sentir un bigote, salta de la sorpresa y corre a un espejo, no puede creer lo que ve, corre donde Damián que seguía tirado en la vereda, transeúntes caminando por arriba, lo levanta y lo lleva tambaleando a una plaza cercana, lo abofetea y le dice, "mírame", Damián se asusta, Alexander es mucho más joven y tiene barba, Damián se toca la panza, está gordo, como estaba antes de empezar a entrenar, mira a su alrededor, se lleva las manos a la cabeza y dice, "Qué mierda está pasando". Ambos terriblemente aturdidos, caminan como pueden hasta una plaza. Damián a mitad de camino se tiene que desabrochar el pantalón.

- Damián es obvio que hemos viajado en el tiempo.
- Obvio. Es obvio. De qué estás hablando. Nos drogaron, esto es una broma, nada más.
- No.
- Cómo no.
- Mira a tu alrededor, todo ha cambiado, todo, no es broma.
- Mírame, es un asco esto, sabes lo que me costó bajar esta panza.
- Si te veo, no te hubiera imaginado así, no estás tan gordo.
- Tan gordo.
- Hey, concentrate, viajamos en el tiempo.
- Hemos viajado en el tiempo, entonces, para qué año es.
- Vi un diario mientras caminábamos para acá, viajamos diez años.
- Entonces Carmen está viva, la puedo salvar.
- Carmen tu novia?
- Si.
- Y yo estoy soltero, no tengo novia.
- Con esa barba no me sorprende.
- Tengo que salvar a Carmen.
- Para un segundo, tenemos que pensar. Qué ha pasado, no podemos cambiar la historia así no más.
- Oye, a quién le importa, tengo que salvarla.
- Puede que haya otro como tu, acá y ahora, no puedes ir y presentarte, no sabemos que puede pasar, qué pasaría si te encuentras contigo mismo, o Carmen habla contigo por telefono teniendote enfrente.
- Ok. Piensa Alex.
- Ok. Simple, somos nosotros de antes o somos nosotros de ahora.
- Cómo?
- Revisa tus bolsillos.
- Tengo mi billetera, la vieja! somos los de antes.
- Si yo también tengo la vieja. Tienes teléfono.
- No, no tenía.
- Yo tampoco.
- Eso es bueno.
- Si pasamos la noche en la vereda nuestras familias estan preocupadas.
- Yo estoy viviendo con Carmen.
- Yo estoy con mis viejos.
- Eras todo un ganador.
- Callate gordo.

     Damián ve un locutorio y va corriendo como puede, todo le queda muy apretado, Alexander lo sigue. Damián entra desesperado y pide una cabina, entra y marca nervioso, cuando del otro lado, escucha a Carmen, empieza a llorar desconsoladamente.

V

     Los amigos vuelven a la plaza. No pueden entender ni cómo, ni porqué, pueden deducir que pasó caminando con la viejecita, pero nada más. Para Damián era difícil concentrarse, Carmen estaba viva, poco más importaba, tenía que salvarla esta vez. Alexander por el contrario se encontraba solo, cuando tenía 25 poco pasaba en su vida, era un gran lector, estaba estudiando programación, carrera que dejó al poco tiempo, vivía con sus padres, no tenia novia, el viaje había reducido la vida de Damián a una misión, para Alexander era un mundo de posibilidades. Pero después de mucho discutir, sólo una cosa les había quedado claro, no podían separarse, por una razón en particular, si lo hacían perdían perder la cabeza. No sabían si el viaje era temporal, si era para siempre, si habían viajado otros. Lo único claro era que había pasado y le había pasado a los dos.
     Lo primero, ir a ver a Carmen. Damián entró a su viejo departamento, con la intensidad que solo se encuentra en el milagro, Ella estaba tomando mate al lado de la ventana, la abrazó y comenzó a llorar de vuelta, Carmen se sorprendió, pero no tanto, Alexander comprendió que Damian en el pasado era de lagrima fácil. Carmen ve a Alexander en la puerta y le hace un gesto para que pase. Alexander está sorprendido por la hermosura de Carmen.

- Damián qué te pasa y quién es el barbeta.
- No tengo barba ya, la tengo ahora, pero ya no la uso.
- Si y yo estoy más flaco, me pongo a hacer ejercicio.
- Bueno, veo que la pasaron bien anoche, la próxima invítame o llámame por lo menos.
- Dormiste algo?
- No, no pude, y si no sé dónde estás, no me facilita las cosas.
- Alex, Carmen sufre de insomnio.
- Alex, asi se llama tu amigo.
- Alexander, Alex Carmen, Carmen Alex.
- Mucho gusto Carmen.
- Hola. Me puedes decir qué está pasando?
- Nada. estamos nerviosos nada más. Pero escúchame un segundo mi vida, necesito que me escuches muy bien.
- Te escucho, frente a un extraño.
- Es raro pero no es un extraño, escucha, no importa lo que pase, no importa cómo pase, no importa si puedes o no dormir, no importa nada, tienes que saber que nada extremo va a resolver nuestros problemas.
- Qué.
- Carmen dime que entiendes.
- Que está pasando, y quién es este hombre.
- Mi vida dime que entiendes.
- No entiendo nada.
- Carmen dile que entiendes.
- Oye Alex, no sé quién eres tu, así que tranquilo.
- Mi vida, por favor, solo dime que entiendes, dime que todo se puede resolver.
- Si no me dices qué pasa no puedo.
- Por favor , dime eso, mírame a los ojos, necesito que me digas eso por favor, dime todo se puede resolver.
- Qué pasa, qué hiciste, qué va a pasar.
- Nada, no estamos en peligro, no hay nada inminente, no te preocupes, por favor dilo, todo se puede resolver.

     Carmen lo ve a Damián, lo ve a Alexander, y puede percibir una seriedad que no pertenece a la emergencia, entonces dice:

-Está bien, todo se puede resolver, ahora me puedes explicar.

VI

     A Carmen no le contaron nada. Damián intentó un par de veces, pero sabía que lo iban a tratar aún, también sabía que ella era muy inestable y cualquier noticia de esta índole solo iba a molestarla, así que nada dijo. Llegaron a la conclusión de que lo mejor era continuar todo con la mayor tranquilidad posible y continuamente reforzarle el hecho de que todo se podía resolver.
Pasada la sorpresa, y meditando ya sin ninguna duda de que lo que había pasado era real, los amigos encontraron que el único problema y del que derivaban todas sus posibles acciones, era si el viaje era temporal o permanente. Si era temporal iban podían salir a destruir todo, robar, romper, caos absoluto, ambos lo habían decidido, libertad absoluta, disfrutar sin límites y con excesos, pero si el viaje era permanente, después de esa pequeña fiesta podían pasar el resto de su vida en la cárcel, o peor aún salir lastimados. Lo peor era que ninguno de los dos, realmente sabía lo suficiente sobre su tiempo cómo para tomar una ventaja real, ninguno apostaba así que no tenían datos para hacer dinero fácil, ambos sabían lo que iba a pasar con el internet, pero no tenían los conocimientos suficientes para hacer algo rápido, tenían datos para hacerse ricos en el futuro, empezar a trabajar ahora para lograr algo grande en unos años, adelantarse un poco a su tiempo, claro, tal vez amasar una gran fortuna pero nada seguro. Por un tiempo pensaron en ayudar a otras personas, pero qué sabían del mundo? cómo podían evitar una guerra? quién les haría caso?
     Se compraron celulares para estar conectados todo el tiempo, Alexander tuvo que volver a su casa, no tenía más remedio, no se podía quedar en casa de Damián porque era muy pequeña, un poco en dudas ambos pidieron prestado todo el dinero que pudieron, pensaban que una deuda si la podían pagar en caso de que se quedaran en este tiempo, pero qué hacer con él, qué harían diferente esta vez. A Damián sólo le preocupaba carmen, a Alexander la paradoja espacio tiempo.
     Decidieron gastar el dinero recolectado en investigar un poco más sobre lo que había pasado. Hablaron con físicos teóricos, escritores de ciencia ficción, matemáticos, religiosos, todo era absurdo e imposible, estaban atrapados en un delirio inimaginable. Damián le dijo a Carmen que Alexander era cineasta o quería serlo y estaban investigando para una película, a ella poco le importó, le gustó verlo ocupado y ya que investigaban con tanto ahínco la imagen que daban era muy seria.
Así, entre investigaciones y divagues, pasó un mes, ambos empezaron a creer que su lugar estaba en el pasado. Carmen había empezado a ir a una psicóloga, Alexander empezaba a tener ganas de salir de su casa, Damián estaba francamente aburrido, quería hacer algo con esta maravillosa experiencia. Empezar a hacer dinero. Pronto iniciaron una serie de punto coms, que no tardaron en hacerse famosos, ambos sabían lo que el publico iba a querer, e iba a tener, así que podían adelantarse, nunca pudieron hacer un producto que se volviera famoso a nivel mundial, pero si muchos pequeños que lograron amasarles una pequeña fortuna.
     Carmen no se suicidó. Alexander se enamoró de otra mujer. Y pasó el tiempo.

VII

- Damián viajamos en el tiempo y no sirvió de nada.
- De nada, tenemos más dinero, nada más.
- Entonces?
- Entonces nada, parece una gran broma. Tendríamos que haber descubierto alguna cura, salvado alguna vida, romper algún récord.
- Salvamos a mi mujer.
- Bueno, si. 
- Alex qué pasó esa noche?
- No lo sé.
- Fue la vieja.
- Damián, lo hemos hablado una y mil veces, no puede ser. Ya lo intentamos, no volvió a pasar. No fue la vieja no fue la esquina.
- Caminábamos los dos.
- Si.
- Borrachos.
- Si.
- Disminuimos la velocidad frente a la señora.
- Si.
- Sentimos un golpe en la cabeza.
- Si a todo, y ya lo intentamos todo. Te digo que son puertas que se abren y se cierran, momento justo en lugar justo, y todo eso, no tendríamos que intentarlo más, te digo que vamos a aparecer en cualquier lado, no nos conviene, volver a tener diez o saltar hasta tener setenta. La sacamos barata.
- Han pasado casi dos años, tenemos que hacer algo.
- Bueno, yo he estado pensando en algo, todo, en esa noche, tenía que significar algo, para romper el continuum espacio tiempo para encontrar una veta, todo lo que había pasado hasta ese momento nos llevó hasta esa entrada, por lo tanto si queremos encontrarla de vuelta tenemos que encontrarla a través de lo que está pasando en este momento.
- Te escucho.
- Los datos siempre van a variar, es como una fórmula, los datos pueden siempre cambiar, pero la fórmula es la misma, la fórmula que nos hizo viajar es lo importante.
- Lo que estábamos haciendo.
- Exacto.
- Molestar a las viejas.
- Eso creo que sería un dato, no tanto la fórmula, pero no sé por qué si creo que tiene que ver con las viejas.
- Pues a por ellas.
- Y que vamos a hacer.
- Ir a buscarlas, intentar hablar con ellas de vuelta, ellas tienen que saber que es lo que pasa.

     Salen a la calle y empiezan a hablar con señoras mayores, les preguntan cosas, intentan de nuevo caminar con ellas, todo es inútil, cansados se meten en un bar y empiezan a tomar, son jóvenes y tienen dinero, así que derrochan sin miramientos. Entrada la noche Alexander se para para vomitar en el baño, y salé del mismo con cara de asombro.

- Espera Damián.
- Qué pasa?
- No ves que eso es.
- Qué cosa.
- Las viejas, hablan o caminan. Pero no hablan y caminan.
- Ya caminamos con ellas en silencio.
- Caminamos con ellas en silencio, pero nunca reducimos la velocidad con ellas, como aquella noche y no hicimos nada.
- No hicimos nada más.
- Si hombre, hay que hacer como hacen ellas, una cosa a la vez.


     Vuelven a la calle y buscan una vieja, cuando la encuentran, no tardan en sentir un golpe muy fuerte en la cabeza.   

Klein.

Hice este video.

Título: Klein.
Video: Héctor Baptista.
Sonido: Hector Baptista con saxofón tenor.


Las empanadas de Don Julian.

A Don Julian Pereira lo que más le molestaba era que no le reconocieran las empanadas.
Si, el entendía que el repulgue es importante, también entendía que cuando venían los invitados lo que veían era a su mujer, al lado de la masa, repulgando, formando, y él yendo y viniendo con las bandejas al horno, si, eso era lo que la gente veía, pero y él, él hacia el relleno, cortaba la cebolla, cocinaba, condimentaba, y se lo dejaba listo a su mujer para que armara la empanada, y todo el mundo, que Martita que ricas empanadas, y las mejores empanadas son las de Martita, y nadie hace empanadas como Martita, y Martita que gracias gracias, y él con la bandeja, de un lado para otro llevando las empanadas, y había alguno que hasta le decía, que suerte que tiene usted Don Julian, que le hagan unas empanadas tan ricas, y el decía si si muy ricas, y era verdad, la masa de Marta era la más rica, las empanadas salían exquisitas, pero y el relleno pensaba él, eso no es importante, no es por lo menos la mitad de la empanada, no lo entendía eso don Julian, y aunque duro y macho le molestaba, porque cortar la cebolla lo ponía a llorar, y para que quedara bien la carne había que revolver con cuidado y pisarla despacio, y el pimiento si lo cortás muy grueso se siente mucho el sabor, y no es bueno, y la sal, tan complicado el tema de la sal pensaba don Julian, eso algo tiene que importar, aunque sea un poquito, pero no lo sabía, y le molestaba, le molestaba no saber si era importante, le molestaba no saber que era lo importante, y porque nadie le reconocía, aunque fuera un poquito, su trabajo en la empanada.  

Crash

Siempre me costó dormir, pienso mucho en la cama. Muchas veces no sé si estoy despierto, tengo una especie de sueño en el que puedo tomar decisiones, no sé si estoy pensando o soñando. Doy vueltas y vueltas en la cama, me paro, me pongo a leer a escribir, me cuesta dormir. Siempre fue así, tal vez de joven era aún peor, me era muy normal no dormir en toda la noche, me quedaba viendo películas, leyendo, haciendo la tarea hasta que me tenía que ir al secundario. Como pasaba mi insomnio encerrado en mi cuarto, a nadie molestaba en mi casa. Una noche me quedé haciendo un trabajo que tenía que entregar al día siguiente, siempre hice todo a ultimo momento, sabía que tenía unas siete horas de la nada misma antes de la entrega así que nunca me preocupaba, terminé a eso de las tres de la mañana, yo no tenía impresora, tenía que ir a imprimirlo a Kinkos, un lugar abierto las 24 horas dónde podías imprimir, entrar a Internet, etc, así que me puse el uniforme y me fui al Kinkos de Coral Gables, siempre iba a ese porque a la salida pasaba por Barnes & Noble a comprar libros. Yo tenía un Jeep, fue mi primer auto, tenía 16. Manejar a esa hora me encantaba, las calles vacías, todos los semáforos en amarillo, la noche abierta y mía. Kinkos a esa hora era un lugar bastante extraño, extremadamente blanco y brillante, los empleados llenos de tatuajes y piercings bajo las camisas azules y los pantalones kakis, un par de estudiantes de facultad imprimiendo y discutiendo, alguien imprimiendo posters, una señora comprando cuadernos. Cuando había terminado de imprimir el trabajo eran las cuatro y media, tenía que estar en clase a las siete, tenía mucho tiempo, decidí matarlo en el Denys de la US1 único lugar que imaginaba abierto a estas horas, tenía unos cuadernos para escribir y un libro de Hemingway así me podía poner a leer, todavía estaba todo negro, los semáforos amarillos. Me monté en mi Jeep, totalmente descapotado, y me puse en marcha. A unas dos cuadras, pasando un semáforo en amarillo, vi, a la derecha, dos luces que se venían sobre mi a una velocidad inevitable. El auto, que resulto ser otro Jeep, una Grand Cherokee no pego de lleno en el costado porque no sé cómo, logré acelerar, así que me golpeó en la rueda de atrás, mi auto salió dando vueltas y mi cuerpo, por la fuerza centrifuga se me salia del auto, podía ver el asfalto dando vueltas, no salí disparado porque tenía puesto el cinturón de seguridad. El auto se detuvo con las luces apuntando a la Grand Cherokee que tenía la trompa bastante hundida, casi un metro, el conductor yacía acostado sobre el airback, su auto había quedado justo debajo del semáforo, titilando en amarillo. Entré en pánico, no había nadie alrededor, agarré el teléfono y marque el 911, expliqué rápido lo que había pasado, abrí la pequeña puerta, me saqué el cinturón de seguridad y me caí al piso, no sentía las piernas. Comencé a arrastrarme hacia el otro auto, pasó un auto de alta gama y el conductor me miro por la ventana, le hice señas, le pedí ayuda, el hombre que manejaba no se bajó, iba con alguien, charlaron, hicieron señas, y se fueron. Seguí arrastrándome hasta la Gran Cherokee blanca, cuando llegué al lado del conductor la puerta estaba abierta, me tenia que parar, puse todo de mi, empece a sentir mis piernas, lo suficiente para levantarme, empecé a gritarle al hombre, "hey man!" " wake up" " wake the fuck up", empecé a silbar, a aplaudir, a gritar "wake up!". El hombre comenzó a reaccionar, levantó la cabeza, y un segundo estaba fuera del auto, caminando, tenía unos cuarenta, estaba en perfecto estado, me ayudó a moverme un poco, mis piernas empezaron a volver, llegó una patrulla. Sin heridos, mi palabra contra la de él, ambos cruzamos en amarilla, el venía a gran velocidad me dijo el policía, pero no se puede peritar. No importa. Llamo a mi casa, contesta mi mamá, estaba durmiendo, le digo que estuve en un accidente, me pregunta por el auto, esta todo bien no te preocupes le digo, tranco y llamo al seguro. La grúa vino rápido, más rápido que el policía, eso fue extraño. Agarro la mochila, el trabajo que había imprimido del piso del auto, y me voy a la parada de micro, me voy a la escuela. Me pierdo la primera clase, y cómo no tengo ningún papel que declare que he estado en un accidente, me pierdo un recreo en la sala de castigo. Esa noche, sin poder dormir, repasaba una y otra vez el accidente, cada vez que cerraba los ojos veía un semáforo titilando en amarillo.
Me saqué un B+ en el trabajo, no llegué a la A por un tecnicismo, se me había olvidado aclarar mis fuentes.  

Almas gemelas.

- ¿Existen las almas gemelas? - Si. - ¿Cómo se encuentran? - No se encuentran, se reconocen. - ¿Cómo se reconocen? - Cuando dejas de mi...