Siempre.

Cuando los ríos sean radiactivos,
y los niños nazcan con tentáculos,
y la comida sea de plástico,
y finalmente ya no tengamos control,
alguien,
en algún lugar,
agarrará una pedazo de latón y un palo:

hará 
música.  

La Cocina.

Más
que el amor;
su 
cantidad 
infinita 
de
definiciones 
ambiguas.
que el odio; 
su 
unidireccional
sentido 
de 
justicia
destructiva.
Es 
la 
cocina,
con
su 
capacidad 
de 
cambiar 
lo 
que 
somos,
pasa,
pasará,
la 
que 
nos 
hace 
más
distintos
los 
otros
animales. 

Querida Vecina

(Publicado originalmente, Lunes, 7 de julio de 2014)

Como soy el “escritor” del barrio, un vecino me trajo un documento para su corrección, me dijo que tenía que dar, esa fue su palabra, dar una carta, y que se quería asegurar de que estuviera correcta, yo por supuesto no soy quién para corregir nada a nadie, pero por intriga le dije que sí, que me la dejara y que en un rato se la llevaba a su casa, él obviamente se fue desilusionado ya que esperaba una operación inmediata, pero yo aludí tareas domesticas impostergables y como esto se entiende en las soledades del pueblo, el hombre aceptó, me agradeció y partió para su casa a unos escasos cuatrocientos metros. Sé que el hombre no tiene computadora y como es hombre mayor lejos está de aprender o entrar en el internet, así que me tomo una licencia y publico su carta. Es esto una violación de su intimidad, si, es esto una bajeza de mi parte, si, pero me justifico en el hecho de que me entregó la carta abierta, y en ningún momento especificó que era de dominio privado. Transcribo palabra por palabra un documento que por supuesto, no necesita corrección.


“Querida vecina,

Perdoneme, pero que hago. Yo la quiero mucho a la perra. Esta conmigo desde bien cachorra días tenia cuando la agarre. La perra me hace compañia. Por falta de trabajo no termine el cierre me faltan materiales. Si ato a la perra se me pone triste y no come se queda parada con la cabeza gacha y me mira. Yo se que le ladra pero tambien se que no le muerde. Mi perra nunca mordio a nadie. Usted tiene razon la perra sale a su encuentro usted nada le hace. Yo hice el corralito en el fondo no se como se escapa. Usted me avisa y yo la guardo pero no le pegue. Yo no le saco razón pero tampoco le entrego privilegios.

A sus ordenes, el vecino de la casa amarilla. ”

Suero para mi.

(publicado originalmente: lunes, 1 de marzo de 2010)

Estoy en la calle, en el piso mis libros, puesta mi remera de “No a la minería contaminante” y mi mameluco naranja, molesto a todo el que puedo, tengo que vender libros, Filosofía Momento sale por cinco p, Suero esta en promo a veinte y te regalo Filo, una ganga, ya tarde a la noche, después de unas seis horas, me siento a descansar un rato, se acerca una pareja con su hija, toman un libro, les pregunto si les gusta leer e intento la venta, la chica dice que si y empieza a leer Suero, termina el primer párrafo y se ríe, lo lee en voz alta, “Comisaría 30, Chacras de Coria, Lujan de Cuyo, Mendoza. En la celda inferior esperan sentados en el suelo, agradablemente fresco después de un caluroso día de verano, un estado unidense un peruano y un español. Están presos por violar la ley 14.346, articulo 3, sección 8 del código penal argentino. El Peruano acaricia algo en su bolsillo.” el hombre también ríe, la mujer me pregunta cuantas veces estuve adentro, nunca le digo, yo estuve ahí tres veces contesta, el hombre me pregunta que cuantas veces estuve preso, le digo que ninguna, él me dice que él mucho más de tres, veo sus tatuajes, no tienen la calidad de los míos hechos en un Shopping, la mujer dice que ella escribe, por el momento lo más lindo que ha hecho fueron unos “versos” cuando nació su hija. No les alcanza para comprarme un libro, se los regalo, pensando, que buenos escritores serian todos los que no escriben, que diferencia tan grande entre el que cuenta y el que inventa.

Hojear y Ojear.


(Publicado originalmente 27 de Octubre, 2009.)

Dos bien. Lo mismo pero diferente. Ojear un libro está bien y Hojear un libro está bien. Dos palabras diferentes, el lenguaje, por fin, nos deja un espacio para el no error, para el escribirlo como quieras y que ambas estén bien. No, no son exactamente lo mismo, pero las usamos para lo mismo. Decir, "Voy a dejar de ojear este libro para hojear este otro". Los amantes de las letras, siempre sumergidos en palabras, encontramos, en las dos cosas que nos definen, un recreo, un punto de tranquilidad, esta no la pienses, este es tu pequeño premio, las dos cosas que te definen como lector, te dan este pequeño regalo.
Ojo.
Hoja.

De tarde.

Con el amigo Ricardo,
viendo el mar
y la luna.
Tomando mate y
comiendo chorizo.
Charlando al final
de una tarde calurosa.
Hablando de poesía,
de libros,
de padres
y de mujeres.

Que cosa la sensibilidad,
y que cosa la naturaleza,
y que cosa las divisiones del hombre,
y que cosa pensar que las cosas terminan en guerra
y violencia,
pudiendo terminar en poesía.  

La aspiradora.


Necesito una aspiradora. Tendría que haber pensado en eso antes de mudarme, pero no lo pensé. Raro, me gusta la limpieza, es importante para mí. Cómo no pensé en la aspiradora. A lo mejor sí lo pensé pero no lo tuve en cuenta, no le di la importancia que ameritaba, no calculé bien el peso que iba a tener en el futuro. Hace tres meses ya que me mudé a este departamento, desde entonces mi situación económica ha empeorado drásticamente, en este momento una aspiradora es un lujo. El departamento, exceptuando la cocina, está alfombrado. Una alfombra ya gastada que parece que fue roja, o vinotinto, pero difícil saber ya cuál fue su color original, tiene algunas manchas, obviamente identificables. No calculé que en la pobreza lo mejor es la sencillez, tendría que haber visualizado este momento, conseguir algo más pequeño, con otros pisos, de otra manera. Las pelusas se apilan en las esquinas, hay pedacitos de cosas blancas por todos lados, pequeñas cositas, por todas partes. Tal vez si pudiera limpiar todo mejor no sentiría tanto la opresión económica, y ahí está el tema y ahí estoy estancado. Siento que tengo la dieta reducida al límite, por el poco conocimiento que tengo sé que si la modifico más voy a comenzar a tener problemas de energía, y salud en general. Estoy comiendo muy básico, arroz, porotos, algún queso, a veces leche. Mientras escribo esto pienso en la irrealidad de que este momento pudiera haber llegado tan rápido, cómo puede ser que esté en este cuarto, lleno de pelusas, diciendo que estoy comiendo solo arroz, en este gran departamento, en pleno centro. Por suerte estoy solo. En las películas siempre que un personaje está en problemas se alegra de tener una familia que lo inspira a seguir adelante. Yo no puedo más que agradecer mi soledad, no tener con quién hablar de esta alfombra asquerosa es tal vez lo mejor de este momento, no podría imaginar una situación más deprimente que hacer cuentas para comprar una aspiradora sobre un plato de arroz. Una noche llegué particularmente tarde del trabajo, encabronado por el tren y la gente, y lo sucia que es la ciudad, y cuando llegué al cuarto y vi la alfombra me puse tan loco que agarré un rollo de cinta adhesiva y comencé a cortar y pegar mugre lo mejor que pude. El problema fue que la cinta rápidamente se quedaba sin pegamento, y no quedaba mucho, así que no pude hacer mucho, capturé las partículas más obvias, pero en general no se logró mucho. Traté de pedir una aspiradora a los vecinos y hasta coloqué un cartelito en el lavadero, pero fue rápidamente removido y a todos los que le he preguntado me contestan que no, que no tienen. En mi piso toqué todas las puertas, con mucha vergüenza, y fui tratado con hostilidad, disculpe las molestias, pero no tendrá una aspiradora que me preste, al parecer es un artículo más personal de lo que parece. El domingo es mi día libre, y le dedico un par de horas a subir y bajar por las escaleras del edificio, muy lentamente, prestando atención. Sé que voy a escuchar lo que necesito, y frente a un encuentro infraganti, no van a poder negarme el préstamo. El sonido de la succión me persigue como un viejo fantasma. Comprendo que mi queja es burguesa, tengo alimento y casa y de alguna manera eso tendría que ser suficiente para sentirse agradecido, y lo estoy, pero no puedo alejar el tema de mi mente. Un compañero de trabajo me dijo que me prestaba una, pero resulta que vive lejos, y ninguno de los dos tiene auto, así que tengo que hacer el viaje en transporte publico, y lo hice, dos veces, pero increíblemente dos veces nos pasó algo que me impidió llevármela. El primer día comenzó a llover, a cántaros, y su mujer que estaba embarazada y un poco irritable, no permitió que el artículo dejara el hogar. La segunda vez cuando llegué a la casa con un hermoso día de sol, me encontré con que no había nadie, un vecino me informó, habían ido al hospital, su mujer estaba por dar a luz. El principal problema de esta obsesión: me está costando dormir. Quiero limpiar. Debo dos meses de expensas, el máximo permitido antes de tener problemas graves, que se muevan más allá de una llamada o un mail, si no fuera por eso seguro me la compraría. He vendido cosas, pero cuando las vendo me da culpa y termino cubriendo otras deudas que tengo o le doy algo a algún amigo, no puedes ser tan mala persona y comprarte una aspiradora si le debes plata a un amigo. Éstos últimos meses han sido terribles, y yo necesito aspirar todo. Así que solo encuentro una solución; rendirme por completo. Tengo que ir a la fuente, cambiar mi personalidad, sentirme a gusto con las pelusas, claudicar todo, no aferrarme a nada. La única manera que puedo vislumbrar para salir de este lugar es pararme en otro lado, generar un movimiento que no requiera recursos, perder. Esto es eso, una carta de despedida, cuando termine esto pienso reírme de estás palabras, releerlas y encontrarlas cómicas, es más, pensar que alguien puede estar molesto por un par de pelusas, que idiotez, pelusas. Malditas pelusas.  

YO SOY DIOS.

(Opinión)


     Cuando uno dice YO SOY DIOS, el ego activa un mecanismo de defensa que es la vanidad, o su otra cara la humildad. El ego activa este mecanismo de defensa porque está siendo atacado y está siendo derrotado con esa frase, ya que el ego vive de la comparación, de las medidas, de los limites, del miedo (que es límites) y Dios, cuando uno lo entiende, no como una cosa o una persona, sino como energía, luz blanca infinita, no tiene limites, no tiene comparaciones, no tiene mediciones. Entonces el ego se disuelve, no existe, está deshecho, y como el ego es un sistema, y la característica principal de todo sistema es preservarse a si mismo, el ego se defiende para preservarse, entonces activa mecanismos de defensa, y uno piensa "yo no puedo ser Dios", o "es vanidad si pienso que soy Dios" o algún otro"yo soy" que suplante el YO SOY DIOS que no lo incluye a él. 
     Así que bueno, cuando uno piensa o dice YO SOY DIOS, no hay que preocuparse frente a ese sentimiento que surge, que no es vanidad, o humildad, o miedo, es felicidad, una felicidad nueva, una felicidad que permite entender que uno ya no es nada, porque es parte del todo, y el ser se está regocijando de otra manera, una manera nueva, y la mente y el ego se van a defender, porque ellos están hechos de limites, y cuando dices YO SOY DIOS estás eliminando todos los limites, aceptas que no eres nada, porque eres parte del todo.  
     Más allá de que uno crea en Dios o no, sí se sabe que el ego existe, y que es el responsable de gran parte del sufrimiento que vivimos actualmente, cualquier cosa que disipe su control es bienvenido. YO SOY DIOS, y no soy nada. 

qué hago acá

maldita sea mi debilidad y esta verga demoniaca que me cuelga como la piedra de sísifo siempre a merced de las vaginas qué hago acá por dios qué hago acá este tipo no está diciendo nada habla pero no dice nada absoluta perdida de tiempo y la peor parte es que me parece que ella está coqueteando con el tipo si me parece que está coqueteando con el tipo y sí mira se está tocando el pelo eso es señal inequívoca de coqueteo y el tipo es un imbécil hipster insoportable yo yo yo puedes hablar de otra cosa que no seas tu no puedes amarte un poco más no creo que sea posible y esta tarada lo ve como una tonta y yo estoy enamorado de la tarada lo cual me hace una especie de general de los tarados qué hago acá por dios y todo esto es totalmente inútil en la época del internet habla por tres horas y dice algo que alguien en youtube dice en cinco minutos y nosotros los cavernícolas lo venimos a escuchar menos mal que no vinieron mis amigos yo diciéndole a la gente para que venga a este bodrio y bueno esa es la típica cosa que hace un general tarado tropa avancen hacia esas tres horas de perdida de tiempo que mi falo esta con ganas de guardarse en un agujero caliente no solo iba a perder mi tiempo iba a perder el tiempo de mis amigos me asesinaban si venían a esto ah mira que sorpresa está hablando de sí mismo habían pasado como tres minutos sin que mencionara su trabajo o lo muy poco que se le aprecia pero por que no te vas a levantar basura hijo de puta para que veas lo que no es ser apreciado anda al campo a cosechar papa y ahí vas a ver lo que es no ser apreciado quién te debe algo ti hipster de mierda por favor habla del tema por cinco minutos sin mencionarte cinco nada más no es posible no ah este es el colmo el fondo de pantalla de su compu es una foto de él pero porque no te vas a la puta madre que te parió imbécil la carrera no que tarado se me olvido la carrera no lo puedo creer que estúpido una estrella más para el general me perdí la carrera por estar acá hoy era la carrera es más ahora mismo es la carrera cómo pude ser tan estúpido maldito pene me voy cortar la verga para ver si puedo hacer algo útil de mi vida todo el entrenamiento la plata todo al carajo pero cómo puede ser que se me haya olvidado en qué momento se me pasó maldito semen y su efecto estupidazante y sí es eso mírala ahí que belleza de mujer uno ve eso y el mundo entero se va al traste es la historia más vieja del mundo adán dejó el paraíso paris quemó su ciudad dante se va al infierno eduardo renunció al trono y yo me perdí la carrera y bueno que se le va a hacer nada estoy derrotado el general ha claudicado seguí hablando de ti flaco que yo la miro a ella y espero que esta noche me den un premio de consuelo que al final es la meta y es todo  

El Problema.

El problema es que se mezcla todo. La línea es ya demasiado borrosa. Fantasía y realidad son categorías para la ficción. Lo imposible siempre ha sido imposible, y lo seguirá siendo, porque atravesar una pared es imposible, no en el sentido de que es poco probable, sino en el sentido de que la realidad no lo permite. Uno se confunde, no sabe, lo que se inventa también queda en el pasado, a veces no se sabe si es el recuerdo de una invención o el recuerdo de una experiencia lo que uno está pensando. Todo mezclado. Y estábamos los dos borrachos, y dijimos de ir a la montaña, y yo lo vi caer, porque juntos no lo pudimos ver caer, y después me fui caminando, y después el hombre me preguntó si habíamos peleado, y yo, yo ya lo tenía todo mezclado.

Publicado originalmente: 10/2/2010

Azul y tibio.

     Sus últimas palabras fueron: "mi destino es el sol". 
     Entonces, se convirtió en una bola de fuego azul y tibia, y ascendió con la velocidad del águila hacia los cielos. 

Amadeo Salvatierra.

Amadeo Salvatierra siempre fue poeta. De pequeño escribía versos en rima que le entregaba a las maestras en busca de Amor y aprobación, no porque no lo recibiera en casa o con sus amigos, dónde lo conseguía de sobra, sino porque necesitaba mucho de ambos, ya que su ambición era grande, su espíritu gigante y su alma insaciable. Amadeo Salvatierra, era un romántico incurable.
Salvatierra, en su infancia y hasta su adolescencia, sufrió ser un hombre que gustaba de mujeres. Con o sin razón pensaba que si fuera una mujer o un homosexual, sería más libre y pensaba en esta palabra: "frondoso". Libre y frondoso, y frondoso “no puede ser palabra de hombre en busca de tetas, frondoso es palabra de lesbiana, de maricón", pensaba el pobre Amadeo en los recreos mientras miraba los desarrollados senos de la rubia, las caderas turbulentas de la morena y sentía el frondoso aroma de la maestra. Así fue la infancia de Amadeo Salvatierra, dividida, por un lado su cuerpo de hombre y su seriedad de caballero, y por el otro la lágrima y el celo.
Después creció y viajó y la división se convirtió en una unidad fuerte que le permitió desarrollar una mirada nueva, y con ella escribió muchos poemas, y editó lindos volúmenes, y trabajó, y enseñó.
De toda la obra de Amadeo, dos particulares me intrigan y entusiasman.
El primero son dos anexos que se encuentran en su primera edición de poesías reunidas, ellos son "5 poemas místicos" y "La vida", ambos anexos constan de cinco poemas de una frase cada uno, que tenían que ser editados, según indicaciones precisas del autor, en una página cada uno, al comienzo de la página par del libro, osea que una hoja de papel por delante y por detrás sólo contenía ese poema.
Acá vemos en forma reducida dicha antología:

5 poemas místicos:

Espíritu gárrulo.
La voz de Dios.
La voluntad del silencio.
La fe.
El dolor.

La vida:

Mariposa en el espinillar.
El escándalo de los loros.
El frondoso mar que habita en la mirada.
La exuberancia de las frutas.
El sol brillando sobre las flores.

Jamás explicó dicha antología y quedó en los anales de la literatura en el rincón reservado a las licencias poéticas y los sin sentidos que les permitimos a los maestros.

El segundo elemento es una respuesta que dio en una entrevista. Le preguntaron a Salvatierra a propósito de su cuento "El tigre", por la soberbia calidad en su uso del color, y esto fue lo que contestó:

- Los colores son formas de luz, lo primero es hablar de la luz. Si es un día nublado, si es de noche, si hay fuego, si estás afuera o adentro. Primero dices día soleado, después pasto frondoso, cielo despejado, una flor amarilla y un cardenal, y él en la terraza de madera acaricia a su perro negro. Primero la luz, después el color.  

Amadeo Salvatierra siempre fue poeta, y su gran triunfo fue confiar en su mirada.

Buba.

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- Yeny sal de ahí un segundo. Yeny. Yeny, sal. Yeny te estoy llamando, sal un segundo.
- ¿Qué quieres?
- Te puedes quedar acá un rato por favor.
- No me molestes, ya estuve acá durante la comida, y ya hice los ejercicios, déjame estar adentro.
- Yeny, por favor, un rato más, quédate conmigo, charlemos un poco.
- Nos vemos adentro si quieres, déjame estar.
- Yeny, no entres.


Pero Yeny ya no oyó estas últimas palabras, estaba sentada a su lado, pero totalmente ausente, Yeny estaba conectada.
Buba se levanta y va hacia el refrigerador, está cada vez más gordo, cada vez hace más ejercicios, pero parece no importar, ya leyó y sabe que los resultados son lentos, y esto lo desbalancea, no está acostumbrado a resultados lentos, y no puede dejar de comer, saca un trozo de queso amarillo, agarra el pan de arriba del refrigerador y se sienta en la pequeña mesa circular viendo a Yeny.
El departamento es pequeño, un ambiente único que integra cocina y estar, y un baño. Está limpio. Buba mantiene una casa ordenada. Pica un trozo de queso, un trozo de pan y empieza a comer fuerte pero educado. Come para no estar en línea. Lo sabe. Desde hace un tiempo, no sabe bien cómo o por qué, siente rechazo por la conexión. Buba quiere estar afuera, pero ya no sabe estar sólo. Si tan sólo Yeny lo acompañará un poco más, pero es mucho pedir, él lo sabe, ya pasa bastante tiempo desconectada, y lo hace por él. Yeny es hermosa, esta hermosura le da inseguridad, y pedirle algo también.
Otro trozo de queso, otro trozo de pan.
Buba termina y limpia la mesa, se sienta en el sillón al lado de ella, cierra los ojos y espera un segundo, Yeny se levanta sin abrir los ojos, se baja los pantalones y se saca la camisa quedando completamente desnuda, Buba la ve y en seguida tiene una erección, ella mueve la pelvis hacia adelante y abre las piernas. Buba la ve y se masturba, acaba en unos segundos, cierra los ojos y Yeny vuelve a vestirse. Buba sabe que es una buena chica, se lava las manos, y se sienta de nuevo en la mesa. No sabe qué más hacer. Ayer arregló la tapita del cosito ese para guardar las galletas, hoy no hay nada roto.


- Qué sentido tiene, por qué no puedo estar conectado, cuál sería la diferencia, acá estoy hablando solo, conectado me escucharía.


Buba se queda pensando en la soledad. Después de un rato, decide salir.


- Caminar, sí, caminar.


Sale del edificio y se va camino al parque. Últimamente le gusta mucho el parque. Hay niños corriendo, amigos jugando a la pelota, personas con sus perros. Buba a veces piensa en comprar un perro, pero la responsabilidad lo paraliza, un par de veces hasta ha entrado a las tiendas de mascotas, los levanta, los huele, pregunta precios, ve los distintos tipos de comida, calcula dónde pondría el plato en su casa, dónde la cucha, una vez hizo lista de nombres, anotó siete posibles nombres, tres de macho y cuatro de hembra, pero después, nada. Le han dicho que los perros pueden vivir hasta quince años, y siempre piensa lo mismo, quince años es mucho tiempo, mucha responsabilidad, y se va a morir después, lo voy a cuidar quince años para que se me muera, esa idea lo entristece.
Se sienta en un banco.
El día está radiante, hace calor pero no es abrumador, la contaminación se ha despejado junto con las nubes y se puede ver el cielo. Piensa en Yeny, en lo hermosa que es Yeny, piensa en su cabello castaño, sus ojos verdes, su piel blanca, nunca comprendió por qué se había mudado con él, por qué lo amaba. Buba le pide una conexión al banco y la llama.


- ¿Yeny?
- Sí Buba. ¿Estás en el baño?
- No, salí, estoy en el parque, caminé hasta acá, el día está radiante, no quieres venir, quiero estar contigo acá, sentados, viendo a la gente y a los perros, los árboles, podemos alquilar unas paletas o un frisbee.
- No sé Buba, vamos a tardar mucho.
- No importa, ven, tenemos que aprovechar este día, tenemos que aprovechar el sol, adentro está todo igual y va a seguir estando, no va a cambiar, todo va a quedar ahí, todo ya está ahí, da lo mismo, el dato es el dato y va a seguir estando por siempre, pero esto no, esto está acá ahora y desaparece para siempre, ven.
- A veces hablas tan lindo.
- A veces quiero salir, eso es todo. Ven conmigo, disfrutemos del sol, yo quiero caminar un poco más, te busco, bajas y venimos caminando hasta acá.
- Bueno Buba.
- Gracias Yen, te llamo cuando esté abajo.
- Te espero.   

La Tristeza.

No es fácil
ser honesto con
la tristeza;
es tabú,
es pornografía.
La tristeza es desnudez.
No es la rabia
que se esconde en la violencia,
o la melancolía
que corre tras el suspiro,
ni el dolor
que corre con la lágrima.
La tristeza no tiene escudo,
no tiene excusa,
no es una carencia,
no es una emoción,
dista mucho de revelar
un significado.
La tristeza es lo que queda cuando todas esas cosas se han caído.
Es si acaso una oportunidad,
un suspiro,
que muy lentamente
y
con un cariño sincero,
te recuerda tu humanidad.
Hay que ser honesto con la tristeza.
Pobre aquel que se ofende con la desnudez,
pobre aquel que mira para otro lado frente a las verdades del
cuerpo y de la mente,
que predica que no se muestre la piel,
los muslos,
los pezones,
que no se muestre
eso que puede causar vergüenza.
Aceptar la tristeza como los lunares,
las cicatrices,
la vejez.
Satisfecho y hasta feliz
de estar triste.
Honesto.

El Otro.

   
Héctor Baptista, borges, bolaño, literatura, filosofía, kabala, cortazar, cuento, literatura latinoamericana, autores jóvenes, blog literario, vuelta de campana, novela

     Estaban desnudos en la cama. Ella se había quedado dormida. Él, sin miedo a ofenderla, se salió del abrazo, se puso el jean sin ropa interior y se fue a la cocina. Se sirvió un vaso de agua y mientras se lo tomaba vio que quedaba medio cigarro de flores en el cenicero. Se sentó frente a la estufa y lo encendió. Era invierno, como a él le gustaba el calor quemaba leña. Todavía había un poco de fuego. No había sido tan largo, pero sí bueno, muy bueno e intenso, ninguno de los dos puso todo, pero tampoco guardaron nada, fue como siempre tendría que ser, descubrir al otro y a través del otro a uno mismo. Por un momento el trabajo ocupó su atención, pero enseguida recitó su mantra y logró desechar el pensamiento. Se terminó el cigarro. Empezó a pensar en la mujer acostada en la cama y enseguida repitió el mantra: los otros no existen.
     Una cosa es estar solo, y otra es estar en soledad con la compañía de los otros. El recuerdo y la memoria generan sentimientos, pero las proyecciones generan compañía. Se sentó un rato a ver el fuego. El silencio lo rompió ella desde la cama preguntando si estaba todo bien, él contestó que sí y nada más, ambos se dejaron. Aprovechó y fue hasta la nevera y sacó una lata de malta. Se volvió a sentar en la silla y esta vez se puso a pensar en el proyecto, pero antes sabía que tenía que pensar en ella. Se sabía movido, era una bella mujer con la que había estado, eran todas bellas, infinitas, desastrosas. Era cuestión de irlas conociendo, de saberlas, y después nada, el vacío. Se quedó viendo una mancha de humedad en la pared y se preguntó, ¿estoy deprimido?, y después se dijo lo que siempre se decía, la depresión es general, no soy yo, no es el otro. Que lindo hacer el amor, que lindo amar, que lindo dar y recibir, que lindo el orgasmo. Con ella había tardado, ella a él le había exigido un largo cortejo, y él sin saber bien por qué, había acepado. Ahora estaba en la cocina y pensaba: el otro es un mundo, y es como yo, y piensa lo mismo, así que es infinito e igual.
     Y el pensamiento de dos infinitos paralelos le dio una imagen, la imagen necesaria para pensar en el proyecto.

Mirada.

- Me juego todo por la mirada de esa Morena.
- No me cabe duda.
- Mira lo que es esa mujer, mira como ve.
- Es muy linda si, pero nada más.
- Hay que ser de piedra, por Dios, si es que te estruja la medula con la mirada. Ni siquiera es tan linda, es flaca, nada más, y tiene mucho maquillaje, pero mantiene esos ojos arriba, que cosa más linda. 
- Exagerado, hey, a dónde vas.
- A hablar con ella.
- Tranquilo hombre.
- La tranquilidad es para los muertos y yo todavía estoy vivo.
- Ah, te cagaron.
- Si, no importa espero a que dejen de comer, mejor, así la veo un poco más.
- Bueno, disimula un poco.
- Claro claro. Mira como come, esa mujer es una bestia en la cama.
- Si, come bien. Pidamos otro trago. Te pones como un animal.
- Soy un animal. Ya bastante me cuesta estar acá sentado, calmando las ganas con alcohol, me aguanto todo, los culos, las tetas, los rulos, lo que quieras, pero esa mirado es demasiado animal, aguanto lo que quieras y no me muevo, pero eso, eso es demasiado. Ver todo el tiempo el objeto de deseo y comportarse es una cosa, pero eso de la mirada es otro mundo, otra galaxia, otra profundidad, ahí no me controlan y soy libre.
- Venga. Tragos.
- Tragos.
- Te vuelves loco hombre. Así te pusiste con la que cocinaba raro y mira como te fue. En una fiesta, una vez la viste cocinar y eso fue todo.
- Esa mujer cocinaba que era un encanto, cero receta, totalmente instintivo, delineaba con dos o tres cosas y se mandaba.
- Si, si.
- Resolvía los problemas en el momento, el pollo medio duro, lo tostaba, y hacía una salsa rápido, el arroz se le estaba pasando, aceite de oliva fuego al máximo un segundo y adiós problemas, un poquito más acá, más fuerte, más suave, era una maravilla, nada la sorprendía, y encaraba todo, una caradura.
- Si, nunca un plato igual esa mujer.
- Una Artista.
- Una psicótica! y te fue muy mal! como te hizo llorar esas mujer, y ahora te vas con una mirada bonita, tal vez te llama la atención porque te quiere matar, te debe odiar y todavía no te conoce, y eso es lo que te calienta.
- Oye hombre, qué te pasa, cuál es la hostilidad.
- Nada. Bueno si, que ya se ve que no vamos nada al cine y si vamos ya sé de que vamos a hablar.
- De lo que siempre hablamos.
- Si, de qué más, de mujeres.
- Mira, que bocados, esta te deja seco.
- Dale, esa es tu linea de entrada.
- ¿Linea de entrada?¿Cuantas veces al día piensas que esa mujer dice que no?
- Tres, cuatro veces que tiene que decir literalmente que no, después unas tres o cuatro más que directamente ignora, todos los días.
- Y cuántos tipos debe tener a los que no les dice que no, pero tampoco que si, de esos que mantienen ahí.
- Debe manejar unos diez tipos.
- Por lo menos.
- Estamos muy en desventaja amigo
- Muy en desventaja ¿qué crees que haría falta para que diga que si?
- Nada. Esa mujer se viene limpiando hombres desde los trece años, olvídate, ya lo escuchó todo y lo vio todo, no tienes nada frente a ella, y si lo tuvieras no lo podrías mantener.
- No.
- Anda con la verdad y que ella elija.
- No hay otra, es esa, nada más, siempre eligen ellas igual.
- Pero no exageres esta vez, dosifícale la verdad, no le digas que te gusta como come.
- Pero tu mismo lo acabas de decir, por qué andarme con medias tintas, que vea lo que hay de una y listo.
- Mira, ella ya sabe.
- Si, esta sabe todo.
- Pues entregue, no tienes otra.
- Ninguna otra, voy y le muestro la pancita.
- No literalmente por favor.
- Me encantaría mostrarle la pancita.
- Lo sé.
- A que pide tremendo postre, y con eso ya sé que no se me escapa sin que por lo menos pueda decirle algo.
- A qué no.
- La próxima cerveza a que sí.
- Juego. Esa está a dieta. La amiga no está nada mal.
- Eso, vamos, levante que ayuda. La amiga es más linda todavía, es hermosa directamente.
- Soy un poco más lento ya sabes. Y si es muy linda.
- Es más linda.
- Si, es más linda.
- Claro, si esa Morenaza lo que tiene es una bazooka por mirada. La otra carga armamento pesado por todos lados. 
- Yo voy tranquilo.
- Lo sé, pero si la idea es conocerlas. Los dos estamos de viaje, yo voy con un poco más de entusiasmo eso es todo. 
- Si con la pancita al aire. ¿Te está mirando?
- Nos estamos mirando. 
- ¿Y mantiene? 
- Obvio que mantiene. Ojalá que no pase nada porque esta mujer me va a hacer sufrir. ¿Estás adentro?
- Estoy.
- Listo. Mira postre!
- Suerte.
- Esperemos que continúe.
- Adiós cine.
- Ojalá. Y sea lo que sea, un encanto haberme cruzado a esta mujer, ya con lo que me ha dado estoy satisfecho. 
- Una mirada, eso es todo, sales barato.
- Al contrario amigo, al contrario.  
- Es verdad. Terminamos esto y vamos. 
- No y que tranquilo, que terminen en paz, pidamos esa cerveza que me gané y vamos. 
- La amiga está buena. 
- Eso campeón, a sacar la pancita. 

Bruce Lee y Jimi Hendrix.

Bruce Lee sale de un restaurante en San Francisco, son las dos de la tarde, es verano y hay cuarenta grados, está acompañado por siete hombres, productores de Hollywood, estudiantes de artes marciales, un cocinero. Caminan una cuadra y hacia ellos viene caminando un negro flaco con afro, bruce lo reconoce y le dice: hey, no eres tu Jimi Hendrix. Y Jimi contesta: si Bruce, soy yo. Y Bruce le dice: charlamos un poco en esa plaza. Y Jimi contesta: Claro. Bruce le hace una seña a sus seguidores para que lo dejen tranquilo y se van caminando, muy lentamente, hacia la plaza, Jimi le lleva una cabeza a Bruce, pero de alguna manera parece más pequeño. Caminan hasta un banco.

- Oye Jimi, me encanta tu estilo.
- Vamos hombre, si tu eres el rey del estilo.
- No digas eso, si lo que hago es vender el no estilo.
- Así es bruce, tocar todo, escuchar todo.
- Sentir todo, Jimi.
- No nos van a dejar vivir, moriremos jóvenes.
- Si, y no importa, de alguna manera viviremos por siempre.
- Mira que chica Jimi, parece un zorro.
- Si señor, lo parece, y tú que estás haciendo ahora.
- Tengo ganas de hacer una película en la que mando un hombre al espacio, pero estos retrógrados nunca me lo van a permitir. Imagínate, un chino en el espacio, es el futuro, y no van a dejar que pase. Me imagino que voy a otro planeta y tengo que pelear seres de otra galaxia, ya pelee contra el más grande y contra el más rápido, me falta pelear con alguien que tenga más brazos, más piernas, es el futuro, ya vas a ver, pronto vamos a mostrar la energía en las películas, vamos a pelear con todo y contra todo. Pero no me van a dejar hacerlo, el hombre blanco lo tiene que hacer primero.
- El chino a tirar patadas y el negro a limpiar los pisos.
- Oh Jimi y hay que ver que mal que limpias los pisos.

Entonces se quedan en silencio un rato, viendo los árboles. Bruce rompe el silencio.

- Oye Jimi me encanta tu camisa.
- Hey B, la compré acá cerca, quieres que te lleve.
- Claro.

Bruce se para de un salto y hace un backflip, cae como haciendo una payasada y dice:

- Nada como una buena camisa para continuar con el espectáculo, además, me encanta la buena ropa.
- Claro B. Vamos por ese estilo.
- No estilo Jimi, no estilo.


Y Bruce Lee y Jimi Hendrix se van a comprar ropa.  

Bizcochos.

El señor tiene 43 años, es gordo y lleva chaqueta de cuero marrón y boina negra. La señora tiene 51 años, es flaca y alta, lleva el pelo castaño y canoso atado en una cola de caballo, va con jeans y una blusa de flores. El dueño de la tienda es flaco y tiene una camisa de cuadros. Manuel lleva bata blanca de trabajo, es pelado y usa bigote, se acerca con una escoba.

- Disculpe señora, qué está haciendo, yo estaba acá primero.
- Y?
- Que está usted agarrando los bizcochos de queso, son los últimos, yo los iba a agarrar.
- Bueno, yo ya los agarré.
- Si pero yo estaba acá primero.
- Usted simplemente está ahí parado.
- Si pero porque no podía abrir la bolsa, estás bolsas vienen muy pegadas y es difícil abrirlas, estaba intentando abrirla.
- Mire la verdad que ese es su problema, usted ni siquiera está frente a la bandeja.
- Estoy bastante cerca, y no hay que estar frente a la bandeja, algunos agarramos un poco de costado.
- Nadie agarra de costado.
- Yo agarro de costado.
- Bueno, si es por eso, esta usted cerca del pan y las galletas también.
- Señora yo estaba acá primero.
- Si, pero no estaba haciendo nada.
- Estaba intentando abrir la bolsa.
- Exacto, su problema, si por lo menos hubiera tenido la pinza en la mano, bueno, por supuesto era su turno, pero si usted tiene un problema con abrir las bolsas no podemos todos acompañarlo en su discapacidad, o de última avise que tiene un problema de antemano, los bizcochos ya están en mi bolsa.
- Si pero son mis bizcochos.
- Son de quién los agarra primero.
- Son de quién llega primero.
- Los agarra el que llega primero, y quién tiene los bizcochos?
- Me va a decir que no existe un periodo de tiempo para el que llega, no existe una ventana para agarrar lo que uno quiere, un periodo de gracia digamos.
- Claro que existe, pero para eso uno tiene que tener la bolsa abierta y la pinza en la mano.
- Estaba intentando abrir la bolsa.
- Exacto, usted llegó pero no pudo completar la operación, así que tengo derecho a agarrar lo que quiera.
- Esto es inaudito, tener la bolsa en la mano claramente habla de una intención de agarrar.
- Bueno, intención puede tener cualquiera en la tienda.
- Usted se me coló y esos son mis bizcochos.
- Pues no, usted entró en la operación sin estar preparado, eso me da derecho a los bizcochos.
- Señora! le pido un poco de urbanismo.
- Señor! yo le pido un poco de razón.
- Qué pasa acá?! no me gustan estos problemas en mi tienda, por qué se pelean ustedes dos.
- La señora se coló y agarró los últimos bizcochos de queso.
- El señor pretende que todos esperemos por sus operaciones lentas y torpes.
- Un momento. Quién tenía las pinzas?
- Yo.
- Si pero yo estaba intentando abrir la bolsa y estaba acá parado.
- Dónde?
- Acá.
- Usted llegó primero
- Exacto.
- Pero él también está cerca del pan y las galletas, cómo iba yo a saber qué era lo que él hacía ahí. 
- Difícil. Un momento, Manuel! Manuel ven.
- Qué pasa?
- El señor dice que los bizcochos son de él porque estaba acá parado antes, pero la señora los agarró.
- Quién llegó primero?
- El señor. 
- Y quién tenía la pinza?
- La señora.
- Yo.
- Y señor por qué no los agarró?
- Yo estaba intentando abrir la bolsa.
- Ah, esas bolsas son difíciles de abrir.

Palabra.

Que continúe por siempre el eco cósmico de este momento maravilloso,
que de tan completo y hermoso esa primera vez,
generó un incontenible e irreversible big bang 
que reverbera en la eternidad.
El eco hace su viaje infinito y vuelve,
desafía la lógica,
pone en evidencia el carácter cíclico de toda imagen.
Lo espero con ansias,
lo disfruto a pleno cuando aparece,
y confirmo con dicha lo que corrobora su regreso,
una vez descubierta una verdad,
jamás desaparece.
Así pasa esto,
la palabra como triunfo del lenguaje,
Uróboros de significado,
hacer para estar haciendo,
escribir por escribir.

Milagro.

     Su entendimiento del texto sagrado se confirmó con el siguiente pensamiento:
     "Al final es mucho más sencillo de lo que parece, porque no se trata de buscar o esperar un evento extraordinario en la vida, se trata de aceptar el evento extraordinario de la vida. "  

Almas gemelas.

- ¿Existen las almas gemelas? - Si. - ¿Cómo se encuentran? - No se encuentran, se reconocen. - ¿Cómo se reconocen? - Cuando dejas de mi...