- No te preocupes hija, todo va a estar
bien. Distráete con algo. ¿Te conté eso que leí de los Kula
Lumaya?
- ¿La civilización esa medio rara?
No, no me contaste, igual mamá ya te he dicho que no puedes creer
todo lo que lees en internet.
- Bueno pero no importa eso. Mira,
dicen que los Kula Lumaya tenían un principio fundamental para todo,
y es que, y me lo acuerdo clarito, toda proyección debe comenzar con
la muerte.
- No entiendo, una
proyección debe ser a futuro, cómo se puede comenzar con algo que
no continúa. Y también es medio lúgubre pensar en la muerte.
- Lúgubre nada, la muerte es normal, y es más luz que otra cosa.
- Ay mamá.
- Ay mamá nada, mira no es tan complicado, a mí también me costó, pero precisamente es eso, el único final
para todo es la muerte ¿no? Así que solo hay dos opciones, pensar
que vale la pena hacer algo para que quede después de ella, o por el
contrario no te importa. Si haces algo para que quede después,
trabajar en eso, y pensar en eso cuando se hacen las cosas, en si
ayuda a ese objetivo o no, y si no te importa lo que quede, lo mismo, para qué
hacer algo que quede después de que te mueras. Como que eso te
determina el día a día, las acciones cotidianas, y así uno se
pregunta, me importa lo que quede, esto sirve para eso, o no me
importa, entonces para qué lo estoy haciendo.
- Y eso crees que me va ayudar con
esto.
- No sé, a mi me parece que sí.
Piénsalo. Saber el final puede ser una ventaja.
1 comentario:
@ -Ay mamá.
La muerte y el temor a perder lo conocido.
Eso decía Krishnamurti.
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