Al principio fue un poco difícil, pero
solo un poco, con el tiempo, y poco tiempo, no solo me acostumbré sino que encontré que estaba infinitamente mejor, vivir solo, ha
sido la mejor decisión que he tomado en vida.
Encuentro dos motivos principales.
En primer lugar fueron tantos los problemas que desaparecieron al no
tener pareja que por mucho que me afectara la soledad una simple
repasada a algunos de esos problemas me hacían apreciar la situación
en la que me encontraba, tener que lidiar conmigo mismo me es
infinitamente más fácil que tener que lidiar con otros. En segundo
lugar, es tanta la presión actual que tengo frente a mi pareja, cómo
comportarme, qué decir, cómo actuar, cómo complacer, presión por
todos lados, tanta que tener una pareja ya no sólo acarrea los
problemas comunes de convivencia, sino que requiere tal nivel de
adiestramiento mental que francamente no vale la pena.
Qué es vivir con otro después
de todo, no estar solo y no tener que aguantar. Todas los posibles
beneficios, económicos, sociales y sexuales, que podría llegar a
tener una pareja, son esencialmente pequeños consuelos, pequeñas
excusas que se crean para tapar los problemas que se crean económica,
social y sexualmente.
Desde que acepto mi soledad todo a
florecido, mi carrera, mi espiritualidad, mi físico. Lo más difícil
de todo el proceso fue llegar a la soledad misma. Primero la encontré
estando en pareja. Vi claramente los recursos mentales y físicos que
estaba desperdiciando en la nada, en ese tercer estado que se crea
entre dos; la relación. Es cómo una tercer persona ficticia que se
crea entre dos personas, y esa tercer persona es malcriada, posesiva,
egoísta y fastidiosa. Una vez que pude identificar ese tercer estado
y comencé a sacarle recursos la relación se empezó a venir abajo.
Fueron meses de peleas, charlas, problemas, hasta que llegué a la
inequívoca conclusión de que lo mejor, es estar sólo. Por suerte
todavía no tengo hijos, porque los niños no son otra cosa que
otorgarle vida y poder supremo a ese tercer estado. Durante este
periodo de separación mi pareja me profesaba un gran amor. Pero esta
palabra poco a poco ha ido perdiendo significado para mí, es más no
significa nada. Para mí, ahora, hay atracción, después compromiso
y después mantenimiento y aguante, nada más. El amor no es nada, no
existe.
Así que ahora estoy solo, me
sobra el tiempo, mis pensamientos son claros y precisos, mi salud
está mejor que nunca, me entretengo con lo que me gusta y cuando me
gusta. El mundo no necesita niños, no le hago daño a nadie,
internet me da casi todo lo que necesito, de vez en cuando me
caliento y necesito tener sexo, y lo tengo, nada más. La soledad es
la solución del hombre contemporáneo.
Como hombre solo consumo mucho
menos que la mitad de dos, así que es ecológico, como miembro de
una familia unipersonal no me afectan el noventa y nueve por ciento
de los problemas de la sociedad, y lo más importante no colaboro con
la mayoría de los problemas que la aquejan, y lo que es todavía más
importante, me siento un autentico revolucionario, ya que la sociedad
ni siquiera contempla mi posición como validad, el hombre solo no
aparece en ningún lado, lo cual me hace pensar que soy una traba
para el sistema, y eso me gusta.
El único problema real que tuve,
pero lo solucioné muy simplemente, es que a veces siento una
necesidad imperiosa de dar cariño, quiero dar cariño, y no
encontraba dónde depositarlo, me hubiera gustado dárselo a
extraños, pero los extraños no saben recibir cariño de un extraño.
Lo solucioné con un perro, adopté un perro, que cuido y malcrío
con la atención y la verdad que se merece un ser vivo.
Soy feliz.
1 comentario:
el humano puede elegir con quien pasar sus dias, los canes no, son presos del amor de su amo
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