Escribir es robar,
se roba tiempo,
espacio (especialmente esas novelas grotescas que tienen mas de setecientas paginas)
recursos (pobres nuestros árboles)
misticismo,
y si se desea publicar,
se estafa por dinero (siempre nos quieren vender algo que no sabemos que tiene adentro)
Escribir es vil,
sucio,
repugnante,
no hay peor pirata que el escritor,
individualista y corrupto,
siempre vendiendo su alma al mejor postor.
Y dentro de este grupo asqueroso, los poetas,
nada menos que mugre putrefacta,
casi diría: los innombrables.
Y los lectores?
Bueno, no quiero ni empezar con esos seres repugnantes que alimentan a las alimañas anteriormente mencionadas.
5 comentarios:
todos esos son conejitos esponjosos al lado de los editores.
por lo que escuche nomás digo eh.
Entonces que empiece ya el proceso contra Paulo Coelho por favor... me ofrezco como falsa testigo!
Paulo Coelho no pertenece a la mugre a la cual me refiero, a las bestias verdaderamente creadoras. Como, Arenas, Eggers, Baptista o Bolaño.
jajajajajajajajajajajajaja!
que buen comentario el de toto.
Los innombrables, los corruptos, los indeseados, los malditos, son aquellos que hacen que me sumerja diariamente en la vida de las letras y me muestran otra vida con las letras.
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