Ni muy muy ni muy menos.
Me parece que la mayoría de las personas aspiran la mediocridad en su pareja.
Asesinar a un bebe
Encontré el siguiente documento en el tren:
Siempre me pareció que perpetrar un crimen era increíblemente fácil, sobre todo un homicidio. Fácil en el sentido de la posible, de lo realizable, en el hecho de que la carne es penetrable, muere y se pudre, es frágil y en continua resistencia, si eso es posible. Veía las leyes de lejos, impotentes, capaces de castigar el acto o señalarlo, pero incapaces de detenerlo o evitarlo.
Sin exagerar, todas las mañanas pensaba en acabar con alguna vida. Me preguntaba en el trabajo a que niveles llegaría mi culpa y si acaso la sentiría. En vez de preocuparme con las noticias diarias o los más recientes estrenos cinematográficos, ocupaba mi tiempo de cavilación en reflexiones de muerte y vida. Llegue a la conclusión de que la culpa que podría llegar a surgir de un crimen, seria inversamente proporcional a la carga del mismo, o según mi criterio, la importancia que este pudiera tener en la sociedad. En la sociedad estaba la clave del crimen y la posibilidad del castigo. De esta manera, calculé, que si asesinaba a un individuo neutro, sin existencia social (lo cual no es posible) no sentiría culpa o remordimiento. De nuevo, pensaba en el asesinato porque me sorprendía con que facilidad se podía llevar a cabo. Por ejemplo para robar un auto, las posibilidades de ser atrapado eran mucho más altas y los conocimientos necesarios mucho mayores, es más para robar necesitabas conocimientos, mientras que para asesinar, solo voluntad.
Por ese entonces, yo era el encargado de un café bastante céntrico, supervisaba los platos, me encargaba de pedidos a mayoristas, liquidaba sueldos, atendía la caja, etc. Podía asesinar a varios con una pequeña dosis de veneno, calculaba que fácil podía acabar con la vida de diez antes de ser detenido. Este trabajo también me obligaba a un contacto constante con muchas personas, y siempre media su posible importancia o peso que pudieran tener en otros vidas. Cuantas más vidas tocas de una manera positiva, mayor es el crimen.
Pero el contacto tenia que ser directo, o sea, que influenciara de manera directa tus actitudes, decisiones o comportamiento. No sirve si el contacto es a nivel sentimental solamente. Ya que una noticia triste puede tocar a muchos, más por esto no influye en tu actuar cotidiano.
Todos los días, por mucho tiempo elaboré estos pensamientos. No los discutía con mis compañeras de cama, casi todas meseras del café, o con mis amigos.
Con el tiempo e hilando más fino en mis hipótesis, llegue a la conclusión de que lo más fácil de asesinar, no solo en cuanto a acción, sino también en culpa y carga, seria un niño, más específicamente un bebe, y cuanto más pequeño o joven, más fácil seria de olvidar. El aborto era el ejemplo perfecto que probaba la teoría.
Una vida, que no existía en la sociedad más que como nombre, si acaso, no cargaría ninguna responsabilidad. Sin dudad seria una noticia triste, y la madre estaría destrozada por un tiempo, pero lo estaría más si su hijo fuera un adolescente, alguien a quien conoce, con quien charlar, discute y enseña.
Los bebes, de alguna manera son un azar.
Un día me decidí a hacerlo. Iba a asesinar a un bebe. Iba a apuñalar a un bebe. Recuerdo que esa mañana dije que no iba a asistir al café por la mañana, alegue enfermedad. Me quede en casa, viendo dibujos animados y comiendo, recuerdo que me prepare unos pancakes con nueces, huevos revueltos con quesos y tome varios litros de café con leche y jugo de naranjas. Comí mucho y disfrute con inexplicable deleite de cada bocado. Después camino al trabajo, ya por la tarde volvieron mis pensamientos y una nueva conclusión, sin duda el mayor problema era el aspecto físico de la acción, la sangre, los posibles gritos.
Empecé a practicar con animales. Me fue sorprendentemente fácil. Asesine a tres perros, un gato y dos pollos, estos últimos, los más caros y desastrosos, después de estos, decidí que era suficiente, que le estaba dando vueltas al asunto que tenia que hacerlo, probar tantos años de pensamiento.
Fue impresionante fácil robarme al niño, tirarlo en el asiento de atrás del auto y llegar a las afueras de la ciudad, fue fácil desvestirlo y acercar el cuchillo a su pequeño abdomen. Todo acabo en un segundo. A todos mis pensamientos de homicidio me refiero. No pude lastimarlo
No sentía amor o ternura, no experimentaba culpa y no me sentía malo, simplemente me sentía grande, responsable, poderoso. Tener conciencia de ese poder le salvo la vida ese pequeño niño.
Descubrí entonces que todos las vidas me pertenecen y que yo le pertenezco a todas las vidas.
Tomar conciencia del poder humaniza, y en la fragilidad de la vida encontré su valor.
Siempre me pareció que perpetrar un crimen era increíblemente fácil, sobre todo un homicidio. Fácil en el sentido de la posible, de lo realizable, en el hecho de que la carne es penetrable, muere y se pudre, es frágil y en continua resistencia, si eso es posible. Veía las leyes de lejos, impotentes, capaces de castigar el acto o señalarlo, pero incapaces de detenerlo o evitarlo.
Sin exagerar, todas las mañanas pensaba en acabar con alguna vida. Me preguntaba en el trabajo a que niveles llegaría mi culpa y si acaso la sentiría. En vez de preocuparme con las noticias diarias o los más recientes estrenos cinematográficos, ocupaba mi tiempo de cavilación en reflexiones de muerte y vida. Llegue a la conclusión de que la culpa que podría llegar a surgir de un crimen, seria inversamente proporcional a la carga del mismo, o según mi criterio, la importancia que este pudiera tener en la sociedad. En la sociedad estaba la clave del crimen y la posibilidad del castigo. De esta manera, calculé, que si asesinaba a un individuo neutro, sin existencia social (lo cual no es posible) no sentiría culpa o remordimiento. De nuevo, pensaba en el asesinato porque me sorprendía con que facilidad se podía llevar a cabo. Por ejemplo para robar un auto, las posibilidades de ser atrapado eran mucho más altas y los conocimientos necesarios mucho mayores, es más para robar necesitabas conocimientos, mientras que para asesinar, solo voluntad.
Por ese entonces, yo era el encargado de un café bastante céntrico, supervisaba los platos, me encargaba de pedidos a mayoristas, liquidaba sueldos, atendía la caja, etc. Podía asesinar a varios con una pequeña dosis de veneno, calculaba que fácil podía acabar con la vida de diez antes de ser detenido. Este trabajo también me obligaba a un contacto constante con muchas personas, y siempre media su posible importancia o peso que pudieran tener en otros vidas. Cuantas más vidas tocas de una manera positiva, mayor es el crimen.
Pero el contacto tenia que ser directo, o sea, que influenciara de manera directa tus actitudes, decisiones o comportamiento. No sirve si el contacto es a nivel sentimental solamente. Ya que una noticia triste puede tocar a muchos, más por esto no influye en tu actuar cotidiano.
Todos los días, por mucho tiempo elaboré estos pensamientos. No los discutía con mis compañeras de cama, casi todas meseras del café, o con mis amigos.
Con el tiempo e hilando más fino en mis hipótesis, llegue a la conclusión de que lo más fácil de asesinar, no solo en cuanto a acción, sino también en culpa y carga, seria un niño, más específicamente un bebe, y cuanto más pequeño o joven, más fácil seria de olvidar. El aborto era el ejemplo perfecto que probaba la teoría.
Una vida, que no existía en la sociedad más que como nombre, si acaso, no cargaría ninguna responsabilidad. Sin dudad seria una noticia triste, y la madre estaría destrozada por un tiempo, pero lo estaría más si su hijo fuera un adolescente, alguien a quien conoce, con quien charlar, discute y enseña.
Los bebes, de alguna manera son un azar.
Un día me decidí a hacerlo. Iba a asesinar a un bebe. Iba a apuñalar a un bebe. Recuerdo que esa mañana dije que no iba a asistir al café por la mañana, alegue enfermedad. Me quede en casa, viendo dibujos animados y comiendo, recuerdo que me prepare unos pancakes con nueces, huevos revueltos con quesos y tome varios litros de café con leche y jugo de naranjas. Comí mucho y disfrute con inexplicable deleite de cada bocado. Después camino al trabajo, ya por la tarde volvieron mis pensamientos y una nueva conclusión, sin duda el mayor problema era el aspecto físico de la acción, la sangre, los posibles gritos.
Empecé a practicar con animales. Me fue sorprendentemente fácil. Asesine a tres perros, un gato y dos pollos, estos últimos, los más caros y desastrosos, después de estos, decidí que era suficiente, que le estaba dando vueltas al asunto que tenia que hacerlo, probar tantos años de pensamiento.
Fue impresionante fácil robarme al niño, tirarlo en el asiento de atrás del auto y llegar a las afueras de la ciudad, fue fácil desvestirlo y acercar el cuchillo a su pequeño abdomen. Todo acabo en un segundo. A todos mis pensamientos de homicidio me refiero. No pude lastimarlo
No sentía amor o ternura, no experimentaba culpa y no me sentía malo, simplemente me sentía grande, responsable, poderoso. Tener conciencia de ese poder le salvo la vida ese pequeño niño.
Descubrí entonces que todos las vidas me pertenecen y que yo le pertenezco a todas las vidas.
Tomar conciencia del poder humaniza, y en la fragilidad de la vida encontré su valor.
Algo sabía...
El siguiente es un poema del maestro Charles Bukowski. La traducción es personal, ustedes sabrán disculpar.
the finest of the breed.
there's nothing to
discuss
there's nothing to
remember
there'e nothing to
forget
it's sad
and
it's not
sad
seems the
most sensible
thing
a person can
do
is
sit
with drink in
hand
as the walls
wave
their goodbye
smiles
one comes through
it all
with a certain
amount of
efficiency and
bravery
then
leaves
some accept
the possibility of
God
to help them
get trough
others
take it
straight on
and to these
I drink
tonight.
lo mejor de la camada
no hay nada que
discutir
no hay nada que
recordar
no hay nada que
olvidar
es triste
y
no es
triste
parece que
la cosa mas
razonable
que una persona puede
hacer
es
sentarse
bebida en
mano
mientras los muros
dejan
sus sonrisas de
retirada.
uno atraviesa
por todo
con una poca
cantidad de
eficiencia y
valentía
después
se va.
algunos aceptan
la posibilidad de
Dios
para ayudarlos
en el proceso
otros
lo afrontan
solos
y por estos
tomo
esta noche.
the finest of the breed.
there's nothing to
discuss
there's nothing to
remember
there'e nothing to
forget
it's sad
and
it's not
sad
seems the
most sensible
thing
a person can
do
is
sit
with drink in
hand
as the walls
wave
their goodbye
smiles
one comes through
it all
with a certain
amount of
efficiency and
bravery
then
leaves
some accept
the possibility of
God
to help them
get trough
others
take it
straight on
and to these
I drink
tonight.
lo mejor de la camada
no hay nada que
discutir
no hay nada que
recordar
no hay nada que
olvidar
es triste
y
no es
triste
parece que
la cosa mas
razonable
que una persona puede
hacer
es
sentarse
bebida en
mano
mientras los muros
dejan
sus sonrisas de
retirada.
uno atraviesa
por todo
con una poca
cantidad de
eficiencia y
valentía
después
se va.
algunos aceptan
la posibilidad de
Dios
para ayudarlos
en el proceso
otros
lo afrontan
solos
y por estos
tomo
esta noche.
Groserías idiomáticas o aberraciones circunstanciales.
1) Escuchar a Héctor Lavoe, en el tren Tigre-Retiro, una noche de invierno.
2) Llevar un batido de parchita a un asado en Vistalba.
3) Pedir un bife de chorizo, a punto, en La Vela de Coro.
2) Llevar un batido de parchita a un asado en Vistalba.
3) Pedir un bife de chorizo, a punto, en La Vela de Coro.
Ladrones.
Escribir es robar,
se roba tiempo,
espacio (especialmente esas novelas grotescas que tienen mas de setecientas paginas)
recursos (pobres nuestros árboles)
misticismo,
y si se desea publicar,
se estafa por dinero (siempre nos quieren vender algo que no sabemos que tiene adentro)
Escribir es vil,
sucio,
repugnante,
no hay peor pirata que el escritor,
individualista y corrupto,
siempre vendiendo su alma al mejor postor.
Y dentro de este grupo asqueroso, los poetas,
nada menos que mugre putrefacta,
casi diría: los innombrables.
Y los lectores?
Bueno, no quiero ni empezar con esos seres repugnantes que alimentan a las alimañas anteriormente mencionadas.
se roba tiempo,
espacio (especialmente esas novelas grotescas que tienen mas de setecientas paginas)
recursos (pobres nuestros árboles)
misticismo,
y si se desea publicar,
se estafa por dinero (siempre nos quieren vender algo que no sabemos que tiene adentro)
Escribir es vil,
sucio,
repugnante,
no hay peor pirata que el escritor,
individualista y corrupto,
siempre vendiendo su alma al mejor postor.
Y dentro de este grupo asqueroso, los poetas,
nada menos que mugre putrefacta,
casi diría: los innombrables.
Y los lectores?
Bueno, no quiero ni empezar con esos seres repugnantes que alimentan a las alimañas anteriormente mencionadas.
Eureka
Después de buscar por toda la casa. Después de mandar miles de e-mails o correos electrónicos, preguntando por su paradero. Después de preguntarle a varios extraños por la calle y haberme peleado con otros tantos, esto ultimo bastante innecesario, (especialmente con ese chico en silla de ruedas que tenia dificultades para hablar, como iba a saber yo que era eso y no que no me quería contestar, no debí de haberlo tirado al suelo, mucho menos haber roto su silla, fue un gran error, pido disculpas). Después de haber buscado en los lugares menos indicados (acá también tengo que pedir disculpas, ya que era bastante poco probable que se escondiera bajo las faldas de tan lindas y bien formadas señoritas, menos aun en las colegialas, pero bueno, es que ya las que están en ultimo año parecen de dieciocho, lo engañan a uno con todo ese maquillaje preadolescente.) Después de haber telefoneado a muchos para saber de su paradero. Después de llamar varias veces al servicio de emergencias para alertarlos de la perdida (de nuevo tengo que disculparme, ya que como me explicaron varias veces ellos no me podían ayudar a buscar, con gusto pago la multa que me han impuesto por mentir y haber dicho que lo que había perdido era a mi hijo, todo para incluirlos en la búsqueda). Después de haber rezado (acá padre incluyo una sincera disculpa para usted, ahora entiendo que no es su culpa que Dios no me haya ayudado a encontrarlo antes, lo siento mucho por su altar, no debí de haberlo hecho, mucho menos estando mal del estomago) Bueno, después de todo esto, finalmente, lo he encontrado.
Antes otros ahora el blog.
Se hacen una y mil cosas,
entretenidas algunas,
necesarias otras,
placenteras unas pocas.
Se hacen cosas para llenar espacios,
generando movimiento,
intentando originalidad,
buscando aprobación.
Se hace y se espera.
Hacemos mientras esperamos,
y sobre todo,
esperamos hacer.
entretenidas algunas,
necesarias otras,
placenteras unas pocas.
Se hacen cosas para llenar espacios,
generando movimiento,
intentando originalidad,
buscando aprobación.
Se hace y se espera.
Hacemos mientras esperamos,
y sobre todo,
esperamos hacer.
Poesia o Muerte.
Quien no los conozca, que lo haga. Màs que necesario, placentero. Y si se quiere, y se disfruta y se conoce, algo de poesia, con una simple reverencia serà suficiente. A leer el primer manifiesto...
Crìtica
Casi un Escritor
No me falta información. Solo un refinamiento de los verbos y cierta comprensión de los adjetivos, o era sustantivos...
París Mayo 68.
Algunas frases que gritaban las paredes de París en Mayo del 68:
“El patriotismo es un egoísmo de masa.”
“Civismo rima con Fascismo.”
“Las paredes tienen orejas, vuestras orejas tienen paredes.”
“La libertad es el derecho al silencio.”
“! Te amo ¡¡OH ¡ díganlo con adoquines.”
“Pensar juntos, no. Empujar juntos, si.”
“En los exámenes, responde con preguntas.”
Más próximamente….
Hay que tener cuidado con las palabras.
Peligrosa, y tal vez acertada, fue la declaración del gran novelista Andrei Kursnekov, cuando dijo: “La mejor novela es la que no se escribe”.
Encuestas.....
- No puedo entender que fue lo que pasó.
- Yo tampoco.
- Estas seguro que no hay un error en el sistema.
- No, lo revisé varias veces.
- Los botones están bien, estás seguro que las personas estaban bien informadas.
- Eran dos botones, si y no, bastante fácil, y los dos están bien.
- No lo puedo entender.
- Bueno, me parece que vas a tener que aceptar que perdiste.
- Pero no puede ser, las encuestas me daban un setenta por ciento de los votos. La diferencia no puede ser tan grande.
- Según estos números solo obtuviste un cuarenta, no da ni para una segunda vuelta.
- Algo está mal. Cambiaron de parecer justo antes de entrar. Tal vez les ofrecieron algo.
- No, nadie. Tal vez, la campaña contraria finalmente surgió efecto, era algo así como de efecto retardado, nosotros pudimos no entenderla.
- Cuantos votaron.
- Veintitrés mil seiscientos sesenta y seis, casi todos.
- Cuantos pueden votar.
- Veinticuatro mil setecientos setenta y ocho. Una de las encuestas se le hizo a veinticuatro mil, la otra solo a veinte, en ambas eras amplia ganadora.
- Parece una ficción.
- Parece, pero es la realidad.
- Ya no podemos ni confiar en los números.
- Se puede confiar en los números, lo que no se puede es confiar en la gente.
- Son impredecibles.
- Tal vez. No puedes hacer que a las personas les guste algo, solo averiguar que es lo que les gusta y usar eso.
- Que tiene que ver.
- Que pensamos que los haríamos gustar de nosotros, ellos nos dijeron que si y les creímos.
- Muchos creen. Las encuestas no mienten.
- No claro que no mienten. Pero una cosa son las encuestas y otros son los resultados. Por eso a parte de la encuesta tenemos que hacer la verdadera votación. Hasta el último momento la verdad no existe. Si a veces coinciden, pueden tal vez coincidir en un noventa y nueve por ciento. Ese uno es suficiente para alterar la realidad, altero la nuestra.
- No fue así.
- Tal vez. La verdad es que no lo sé.
- Las personas son predecibles, con ver sondeos las personas ya saben los resultados de las cosas.
- Y por qué se hacen las votaciones.
- Por que los sondeos son teóricos.
- Exacto.
- Pero la teorías están bien.
- Por supuesto, pueden ser perfectas, pero siguen siendo teorías. Yo se teóricamente que es lo que tengo que comer, igual tengo que comer.
- No es lo mismo, es un ejemplo mediocre para una situación compleja.
- Puede ser.
- Algo salió mal. En algún momento hubo un error, hay que buscar el error humano.
- No creo que exista.
- Cómo no, de setenta a cuarenta por siento hay mucho error. Alguno está mal.
- Al contrario, ambos están bien.
- Tenemos que averiguar que salió mal. Tal vez no quedó claro el concepto.
- Tenemos otro problema.
- Cuál.
- Qué vamos a hacer con toda la champagne.
- Yo tampoco.
- Estas seguro que no hay un error en el sistema.
- No, lo revisé varias veces.
- Los botones están bien, estás seguro que las personas estaban bien informadas.
- Eran dos botones, si y no, bastante fácil, y los dos están bien.
- No lo puedo entender.
- Bueno, me parece que vas a tener que aceptar que perdiste.
- Pero no puede ser, las encuestas me daban un setenta por ciento de los votos. La diferencia no puede ser tan grande.
- Según estos números solo obtuviste un cuarenta, no da ni para una segunda vuelta.
- Algo está mal. Cambiaron de parecer justo antes de entrar. Tal vez les ofrecieron algo.
- No, nadie. Tal vez, la campaña contraria finalmente surgió efecto, era algo así como de efecto retardado, nosotros pudimos no entenderla.
- Cuantos votaron.
- Veintitrés mil seiscientos sesenta y seis, casi todos.
- Cuantos pueden votar.
- Veinticuatro mil setecientos setenta y ocho. Una de las encuestas se le hizo a veinticuatro mil, la otra solo a veinte, en ambas eras amplia ganadora.
- Parece una ficción.
- Parece, pero es la realidad.
- Ya no podemos ni confiar en los números.
- Se puede confiar en los números, lo que no se puede es confiar en la gente.
- Son impredecibles.
- Tal vez. No puedes hacer que a las personas les guste algo, solo averiguar que es lo que les gusta y usar eso.
- Que tiene que ver.
- Que pensamos que los haríamos gustar de nosotros, ellos nos dijeron que si y les creímos.
- Muchos creen. Las encuestas no mienten.
- No claro que no mienten. Pero una cosa son las encuestas y otros son los resultados. Por eso a parte de la encuesta tenemos que hacer la verdadera votación. Hasta el último momento la verdad no existe. Si a veces coinciden, pueden tal vez coincidir en un noventa y nueve por ciento. Ese uno es suficiente para alterar la realidad, altero la nuestra.
- No fue así.
- Tal vez. La verdad es que no lo sé.
- Las personas son predecibles, con ver sondeos las personas ya saben los resultados de las cosas.
- Y por qué se hacen las votaciones.
- Por que los sondeos son teóricos.
- Exacto.
- Pero la teorías están bien.
- Por supuesto, pueden ser perfectas, pero siguen siendo teorías. Yo se teóricamente que es lo que tengo que comer, igual tengo que comer.
- No es lo mismo, es un ejemplo mediocre para una situación compleja.
- Puede ser.
- Algo salió mal. En algún momento hubo un error, hay que buscar el error humano.
- No creo que exista.
- Cómo no, de setenta a cuarenta por siento hay mucho error. Alguno está mal.
- Al contrario, ambos están bien.
- Tenemos que averiguar que salió mal. Tal vez no quedó claro el concepto.
- Tenemos otro problema.
- Cuál.
- Qué vamos a hacer con toda la champagne.
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Quien no los conozca, que lo haga. Màs que necesario, placentero. Y si se quiere, y se disfruta y se conoce, algo de poesia, con una simple ...
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Huimos de la incertidumbre, pensamos en reglas en planes, en cálculos y trayectorias, de todo solo tenemos posibilidades. Acciones que marca...