Digo.

vivir hasta los setenta,
no contar enfermedades,
saber de sabores,
de olores,
y de orgasmos,
el mar,
el mar,
el mar,
algún río,
saber reconocer la poesía verdadera,
el mar,
despertar con un culo pegado al falo cansado,
eso es todo, o casi todo.

La resistencia

Píenselo. Grupos pequeños, casi imperceptibles para el gran ojo de la maquinaria. Un grupo de individuos, guerrilleros del placer, que viven. Muchos de estos grupos, esparcidos por ciudades, campos y países. Grupos que se juntan a hablar de las nubes y de poesía, que confabulan para salir sin licencia de conducir, que se juntan a tomar cerveza a las diez de la mañana. Una guerrilla que deja la TV apagada y los libros sobre la mesa. Pequeñeces, una seca antes de ir al mercado, no pagar el colectivo, un día, estar sin celular, llegar tarde, repartir un capitulo de Justine a la salida de una iglesia. Sin violencia, pero con intensidad y constancia. Bacterias, hermosas bacterias, pequeñas y dañinas. Que más bello que enfermar a esta gran supermodelo.

Almas gemelas.

- ¿Existen las almas gemelas? - Si. - ¿Cómo se encuentran? - No se encuentran, se reconocen. - ¿Cómo se reconocen? - Cuando dejas de mi...